viernes, 7 de enero de 2022

Son Viejos Y Nos Mandan Respetarlos Por Saúl Guevara

 

Levítico 19:32 "Delante de las canas te levantarás, y honrarás el rostro del anciano, y de tu Dios tendrás temor. Yo Jehová"

 Cuando las personas mayores, son las estrellas en algo, muchos tenemos por costumbre al referirnos a ellos y utilizar expresiones referentes a la juventud, esta práctica es muy común y difundida en diferentes actividades, instituciones y medios de comunicación, leemos y oímos expresiones como: “ancianos jóvenes”, “segunda juventud”, “el viejo conduce su auto como un joven”, etc. Solo falta que como viejo vengan y te pregunten con qué tipo de juventud deseas ser nombrado. Con aquellos jóvenes que estudian, con los que trabajan, con los que delinquen, con los que se drogan, los violentos, los voluntarios en instituciones de bien común, solidarios o egoístas, los integrantes de pandillas que vandalizan los espacios comunitarios, los que colaboran con su familia, los que viven a costa de esta, con aquellos que gozan de buena salud o los que concurren a diario a centros de salud.

 Otro aspecto que surge en consonancia con el anterior es cuando los mayores usan la expresión: “me siento joven”, y si bien en el tema emocional o afectivo es difícil objetivar y más aún cuantificar, “cuanto de joven te sientes”, caben aquí los mismos interrogantes precedentes, joven: alegre, deprimido, inquieto, apático, desorientado, angustiado, seguro de sí mismo, feliz, enojado.

 ¿Porque siendo viejo, no se puede sentir bien, alegre, contento, feliz, satisfecho, en su condición mayor, sin tener que recurrir a eufemismos que empobrecen su ser?

 Todos los periodos de la existencia tienen sus aspectos positivos y negativos, desconocer esta situación es empobrecedor tanto para los que idealizan algunas etapas por sobre otras, en este caso los jóvenes o la juventud, como para quienes se niegan la posibilidad de reconocerse en sus múltiples rostros los viejos aquí referenciados.

 Se trata de otra forma de discriminación o auto discriminación, es haber internalizado los prejuicios contra la vejez y desconocer las posibilidades que brinda este periodo al igual que otros. Los prejuicios contra los mayores, tienen largo tiempo y si bien muchas organizaciones internacionales y nacionales, así como los medios de comunicación, tratan de evitar estas situaciones, mediante diversidad de acciones, son los propios adultos mayores quienes con sus actitudes mejor contribuyen a disminuir y superar estos prejuicios.

 A veces son los profesionales ligados al quehacer gerontológico, quienes son transmisores de estos prejuicios, al referirse a los logros o realizaciones de las personas de edad, lo destacan como logros de la segunda juventud o juventudes prolongadas, desconociendo las potencialidades de los mayores.

 

 La sociedad necesita de todos sus integrantes para enriquecerse y seguir fortaleciéndose, no se trata de competir entre diferentes generaciones, sino de complementar esfuerzos a partir de reconocerse entre sus similitudes y diferencias, Dios ha dado a cada etapa de la vida sus propios atributos, entonces ¿Por qué abandonarlos?

 Tratemos de aprender de estas expresiones:

 Expresión correcta: Mayores, personas mayores. Son términos objetivos, que no conllevan carga ni valoraciones de ningún tipo.

Expresión incorrecta: Vejete, decrépito, viejo estorbo. Son términos peyorativos llenos de prejuicios, que no responden a la realidad de la mayoría de los mayores.

 Expresión correcta: Personas de edad avanzada, Población mayor. Es también una expresión adecuada y neutral.

Expresión incorrecta: Abuelo (a), papito, nanita. Es un término insuficiente, que no representa a todas las personas mayores, sino sólo a quienes tienen esta relación de parentesco. Puede tener además connotaciones paternalistas.

 Expresión correcta: Anciano, Viejo/a (sin diminutivos). Su uso es relativo y está condicionado al contexto en el que se encuentra.

Expresión incorrecta: Pensionados/as, Jubilados, retirados. Es un término adecuado pero insuficiente, pues abarca sólo a quienes han alcanzado la edad legal para dejar de trabajar, que no son necesariamente personas mayores.

Expresión correcta: Población mayor (subgrupo a partir de los 60 y más años):

• Adultos (as) mayores jóvenes: 60 a 74 años.

• Adultos (as) mayores viejos: 75 a 84 años.

• Adultos (as) mayores longevos: 85 a 99 años.

• Centenarios (as):100 años y más.

 Expresión correcta: Tercera Edad: A partir de la segunda asamblea mundial de envejecimiento y vejez de Madrid, España, en el 2002, esta expresión se ha ido revaluando y lo correcto sería referirse a esta etapa como vejez y a la población como personas mayores. La guía ofrece tres recomendaciones sobre el uso correcto de imágenes de personas mayores en medios de comunicación, a fin de evitar discriminarlas o estigmatizarlas:

      Se recomienda evitar las imágenes peyorativas de la vejez para desmontar la falsa idea de que las personas mayores son siempre sujetos pasivos, enfermos y dependientes.

      La invitación es que los medios de comunicación eviten utilizar imágenes estereotipadas de las personas mayores y contribuyan eliminando los prejuicios sobre este grupo de personas (usando bastón, enfermas, tristes, solas, etc.). Se puede ofrecer una imagen distinta a la que, con frecuencia, se suele ofrecer.

      Para dar una visión más ajustada de la realidad, las imágenes que ilustran estas informaciones deberían mostrar sus distintas relaciones personales, acciones cotidianas, sus pensamientos, sentimientos. Todo ello en un marco de dignidad e inclusión social en la sociedad, no como carga, sino como valor.

 ¿Es esto nuevo? No

 Refiere la Biblia que cuando Dios entregó a Moisés las normas por las que tenía que regirse Israel le dijo de manera taxativa: "Delante de las canas te pondrás en pie; honrarás al anciano, y a tu Dios temerás; yo el SEÑOR"

 Entonces Pongámoslo En Practica

S.A.G. – 07 – ENE - 2022

 

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