Salmo 90:10 "Los días de nuestra vida llegan a setenta años; y en caso de {mayor} vigor, a ochenta años. Con todo, su orgullo es {sólo} trabajo y pesar, porque pronto pasa, y volamos"
Nuestros mayores, están pronto a pasar su herencia y la herencia no debe estar compuesta únicamente por lo material, sino también por lo intangible.
Lo anterior es una tesis que cada vez se defiende con mayor frecuencia en nuestra sociedad, que comienza a tener presente el desbordado materialismo que se ha impuesto en la misma y que se ha reflejado en muchos de los programas de asistencia a mayores, podemos aprender gran cantidad de lecciones de nuestros mayores, por lo que deberíamos aprovechar las vacaciones y las reuniones familiares para que nos narrasen no tan sólo aquellos capítulos de su vida que desconocemos, sino también las enseñanzas que extrajeron de ellos.
Recuerdo mis inicios de juventud, en mi casa había un pequeño portal que quedaba a orilla de la calle, ahí llegaban no menos de diez a doce mayores, todos vecinos, hacer reminiscencias de su vida, recuerdo lo fascinante que era oírlos y ahora ya en mi edad igual a aquellas personas, creo sintetizar cosas, que a continuación expongo, que aprendí de aquella etapa vivencial
–Diles sí a las coyunturas
Al final de la vida, muchos de nuestros arrepentimientos están asociados con lo que no hemos hecho más que con lo que sí hemos hecho. Cada disyuntiva enfrentada en la vida, es una oportunidad para hacer algo trascendental en el libro de nuestra herencia, mientras que evitar las oportunidades por miedo a que cambien el estado de las cosas sólo conduce a preguntarnos en nuestra vejez por qué no tomamos aquel camino, aunque en su momento pareciese equivocado.
–No trabajes con el único objetivo de enriquecerte
Estoy seguro que ninguno de viejos o jóvenes eligió su hacer con el objetivo de amasar una gran fortuna a costa de sacrificar la realización personal. Otra cosa es que nos cueste encontrar el trabajo anhelado y tengamos que conformarnos con lo que tenemos, pero la buena actitud nos proporcionará bienestar material.
–Para que un matrimonio funcione, hay que compartir los mismos objetivos
La mayor parte de parejas surgen a partir de un atractivo sexual y romántico, pero señalan aquellas parejas que han permanecido juntas varias décadas, lo más importante de la relación es compartir las mismas metas. Aunque digan que los miembros de la pareja sean distintos para poder complementarse, los veteranos lo desmienten y aseguran que es mejor ser compatibles y tener rasgos comunes.
–No desaproveches los malos trabajos
A veces nos toca pasar una situación laboral que probablemente no sea la que esperábamos; en lugar de desesperarnos y calentar la silla de la oficina hasta que consigamos algo mejor, es preferible afrontar con buena cara la situación e intentar aprender algo de la experiencia. Los grandes triunfadores en la vida son aquellos que son capaces de extraer sabiduría de cada actividad que desempeñan.
–La educación de tus hijos depende del tiempo que les dediques
Los hijos no se educan solos, los hijos mejor educados son aquellos a los que sus padres han dedicado más tiempo, coinciden los ancianos. Los consultados recuerdan que tan importante es pasar el llamado “tiempo de calidad” juntos (es decir, fines de semana, viajes o fechas señaladas) como convivir diariamente y poder charlar todos los días.
–Viajar más.
Quizá no todos tengamos tiempo y dinero para poder viajar a menudo, pero todos los que han viajado en abundancia coinciden en que fue algo esencial para abrir sus miras y ver desde otro punto de vista su existencia cotidiana. Eran los mismos que decían que lo que mejor recuerdan de décadas pasadas fueron sus viajes, incluso aquellos que no duraron más de un día, aprovechados con un viaje al museo, al zoológico, a la playa, etc.
–No luches contra el envejecimiento
Envejecer es un proceso irreversible que tarde o temprano nos llega a todos, por lo que negarlo termina derivando en comportamientos patéticos, o incluso, dañinos. “No pierdas el tiempo lamentándote de ser mayor”, señalan los viejos expertos, además, suelen señalar que la vejez no es tan mala como la pintan. Es más, muchos coinciden en que se trata de una de las etapas más felices de sus vidas y que no tiene sentido comportarse como un joven para retrasarla.
–El tiempo lo es todo
Tener siempre presente que nuestro tiempo en este mundo es limitado no tiene por qué llevarnos a la tristeza y la frustración, sino todo lo contrario: servir de motivación para aprovechar al máximo nuestro tiempo, sin pesadumbre, que no producen más que el efecto contrario. Por ello, no debemos dejar para mañana nada que podamos hacer hoy, ni en el trabajo, ni en lo personal, ni en nuestro tiempo de ocio. La vida es demasiado corta para pasarla quejándonos o aburriéndonos.
–La felicidad es una elección, no una consecuencia
La felicidad no debe ser el final del camino sino nuestro punto de partida. Un hombre de 75 años señala que “no puedes controlar todo lo que te ocurre, pero sí eres responsable de tu actitud y tus reacciones ante los acontecimientos”. En la misma línea, todos señalan que cada segundo que nos pasamos preocupándonos por algo es un segundo de vida que malgastamos.
–Cuando te hagas mayor, mantén contactos sociales
Uno de los grandes peligros del envejecimiento es la posibilidad de aislamiento al quedar al margen de la sociedad, algo favorecido por factores como diferentes problemas de salud, dificultades de movilidad o la jubilación. Así que no hay que perder nunca de vista a los amigos ni la familia, aprender continuamente cosas nuevas y, si es posible, conocer a gente de muy diferentes edades y aceptar todas las invitaciones posibles a eventos sociales.
–Y al final no te preocupes del fin
Muchos agobian sus vidas pensando en su momento de partir a la presencia de Dios, mas ¿Por qué preocuparse? Recuerda: Génesis 15:15 "Tú irás a tus padres en paz; {y} serás sepultado en buena vejez"
S.A.G. – 17 – DIC – 2021
No hay comentarios:
Publicar un comentario