viernes, 31 de enero de 2014

Necio Esta Noche Vienen A Pedirte Tu Alma

La gente parece vivir parte de sus vidas en el pasado. Esto es mas frecuente en las personas de edad avanzada. A veces llegamos a ser un poco críticos con aquellos que viven en el pasado. No es una señal saludable que una persona piense constantemente de las cosas de hace mucho tiempo atrás. Es refrescante encontrar personas mayores que son todavía conscientes y preocupados por el presente y más aun cuando las vemos luchar por alcanzar un mejor futuro. Pero debemos considerar que existe el peligro real, especialmente para los que son mayores, de vivir demasiado exclusivamente en el pasado y no prepararnos para el futuro.

Es algo maravilloso encontrar a una persona que vive en el presente y proyecta su futuro. Una persona feliz, es la que se da cuenta de que la vida es con ella cada minuto de cada día y que la vive en plenitud.

Hace unos días, al salir a unos de mis viajes a Guatemala, decidí salir con una actitud observadora hacia la naturaleza, estábamos en el ultimo mes del año y la visión era hermosa. No sé por qué, pero me di cuenta de la cantidad de veces que había pasado por allí sin verlo. Ese día decidí que iba a ver, como si nunca lo hubiera visto antes y como si nunca lo volviese a ver. Todo lo que veía tenía algo de atractivo especial. Resolví, "Voy a vivir la vida de esa manera. Voy a vivirla como si nunca lo he vivido antes, y como si nunca pudiera vivir de nuevo. No hay nada malo en esa idea;. Simplemente decidí que yo voy a disfrutar de la vida en lo que me queda de ella. Y al ver esas maravillas de la naturaleza, reconocía lo tremendamente maravilloso que es Dios, creador de todo ello y lo importante que es para mi, seguir sirviéndole a Él.

Muchos de nosotros cometemos el error de vivir afanados por el mañana hasta el punto de que se pierda la percepción de lo bello que vivimos en el momento y que es la única parte de la vida que realmente tenemos.

Esto es más trágico porque el mañana es incierto. En el capítulo 27 versículo 1 de Proverbios dice: "No te jactes del día de mañana; Porque no sabes qué dará de sí el día”

Hay un pasaje en Santiago, sin embargo, que sugiere la incertidumbre del mañana mejor que cualquier otra escritura: Santiago 4:13..15 “¡Vamos ahora! los que decís: Hoy y mañana iremos a tal ciudad, y estaremos allá un año, y traficaremos, y ganaremos; cuando no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece. En lugar de lo cual deberíais decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello”

No es malo decir y planificar el hacer una u otra cosa en el futuro, debemos de sujetarlo al entendimiento del significado del "Si el Señor lo permite." “Si Dios quiere”.

Al pensar en el mañana, pensamos acerca de esta incertidumbre. Llega una punzada de temor. No es sólo el desear que no fuera tan incierto, pero si nos paramos a pensar un momento, nos alegraríamos de que el mañana sea incierto. Veámoslo así: supongamos que sabemos lo que va a suceder en todos los mañanas. Sería como leer el último capítulo de una novela antes de leer los primeros capítulos y perderíamos gran parte del entusiasmo de vivir. Me alegro de que Dios se revela a un día a la vez por ello nuevas son sus misericordias cada día.

Aún más, si supiéramos la cantidad de problemas que iban a venir, en muchos casos habría una agonía de toda la vida.

Piense en lo que sería su vida al saber a veinticinco años antes un repentino accidente en la carretera, esos veinticinco años por venir serian llenos de ansiedad angustia y tantas emociones más.

Es mejor lo que sabemos día por día, el camino de Dios nos da la fuerza para vivir hoy y eso es todo lo que debemos pedir. Dios nos da día con día, la fuerza necesaria para sentirnos y ser cada mañana algo fresco y nuevo, para a hacer frente al día con nueva fuerza y energía.

En esta incertidumbre del mañana hay al menos una certeza. Es que una de esas mañanas la muerte nos demandará a cada uno de nosotros. La muerte es inevitable. Lo hemos dicho una y mil veces, sin embargo la muerte todavía viene inesperadamente.

Fue Isaías que dijo: "... toda carne es hierba, y toda su gloria como flor del campo. La hierba se seca, y la flor se marchita, porque el viento de Jehová sopló en ella; ciertamente como hierba es el pueblo. Sécase la hierba, marchítase la flor; mas la palabra del Dios nuestro permanece para siempre" Isaías 40:6, 8.

Al escribir a un grupo de cristianos, Pedro se dirigió a ellos como "extranjeros y peregrinos." 1 Pedro 2:3. Somos peregrinos, ya que estamos aquí sólo temporalmente.

Podríamos verlo y reflexionarlo a luz de una madre que ha llevado a su bebé de casi todo el tiempo de término, nueve meses. Ella no sabe si será esta semana o la siguiente, pero ella si sabe lo que viene y tiene su bolsa para llevar al hospital. Por lo tanto, usted y yo si somos sabios en medio de este correr de la vida, debemos tener nuestras cosas en orden y listos para ir a donde debemos marchar tarde o temprano.

Desde el capítulo 24 de Mateo, leamos unas pocas líneas: "El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. Pero de aquel día y hora nadie sabe, ni aun los ángeles del cielo, ni el Hijo, sino sólo el Padre. Y como eran los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre. Porque así como en esos días que antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca, y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del Hombre. Entonces serán dos hombres estarán en el campo; el uno será tomado, y el otro será dejado: Dos mujeres estarán moliendo en un molino; uno será tomado, y el otro será dejado. Ver pues, porque no sabéis qué día vendrá nuestro Señor "(Mateo 24:35..42)..

El mañana es incierto y nada es más cierto que debemos estar listos a toda hora, porque el fin de la vida, la venida de nuestro Señor, vendrá cuando los hombres menos se lo esperan. Tenemos que llevar una vida pura con calma. Pensar que a mi no me sucederá, es una tontería, el hombre que razona así, es porque él confía en el mañana que no puede tener. La única forma prudente es vivir puramente como viviríamos si supiéramos que hoy es el último día de todos. Pero no sólo significa que necesitamos para vivir vidas puras, limpias, este saber inevitable de la muerte también significa que tenemos que estar ocupados, haciendo lo que queremos hacer para el Señor.

Algunos de nosotros quizás nos desanimen el saber y leer de estas cosas, pero mis deseos son que cuando la descubra, se dé cuenta de que aun no es demasiado tarde. Ruego a usted, considerar y pensar.

Usted tiene las facultades de la mente, la capacidad física, el estímulo de amigos y toda una vida de servicio por delante de vosotros en el nombre de Cristo. Algún día mirarán como el apóstol Pablo y decir: "He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe: de ahora en adelante está guardada para mí la corona de justicia que el Señor, juez justo, me dará en aquel día, y no me solamente, sino también a todos los que aman su venida. "(II Timoteo 4:6..8).

El tiempo vendrá, mas yo cantare. El momento llegara y con alegría caminare, porque ahora si sé que mi Jesús me recibirá. Que Jesús me tiene preparada una morada y que con Él, en calles de oro caminare.


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