En Proverbios 20:29 escrito está: “La gloria de los jóvenes es su fuerza y la hermosura de los ancianos es su vejez" note que mientras a los jóvenes se le enaltece por su fuerza, la ancianidad es alabada por otro tipo de belleza. Es claro que la hermosura a la que se hace mención no es a la física propia de los años anteriores, lo que quiere decirnos que cada época de la vida tiene su propio primor. Pero en honor a la verdad, tenemos que admitir que no siempre se ve así.
El concepto de vejez o ancianidad varía según la época y las culturas. Las mismas palabras han adquirido una connotación algo negativa (exalta la juventud y todo lo que simboliza y se niega o aparta la ancianidad), nadie quiere ser “viejo” y usamos el término “tercera edad”. Y me pregunto, ¿cuáles son la primera y la segunda?
Así pues, un primer paso hacia una vejez sana puede comenzar con la reivindicación positiva que sólo algunos hacen de las palabras viejo y anciano.
En los últimos años las expectativas y calidad de vida de la gran parte de ancianos ha cambiado de manera bastante radical, aunque en direcciones diferentes,
Los viejos o “ancianos” se resignan cada vez menos a una pérdida de iniciativa y actividad; tomándose roles activos dados ante la esperanza de vida hasta los 85 años las mujeres y 78 años los hombres. Etapas que ya están siendo superadas. Se están marcando en la actualidad, cambios en las costumbres y valores como deseo de independencia tanto por parte de los viejos como de sus hijos; pisos con poco espacio, ritmos de vida diferentes y atareados influyen.
Hay más personas con enfermedades degenerativas y de desgaste, crónicas, con tratamientos y abordajes que influyen mucho en la calidad de vida: artrosis, sordera, problemas de visión, cardiopatías, Alzheimer, EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica), diabetes, infarto, embolias … pero, aun así, es más frecuente que los abuelos a menudo cuidan de los nietos pequeños. Demostrando que lo peor es sentirse viejo interiormente.
En cuanto a la higiene y el cuidado del cuerpo siguen siendo tanto o más importantes: ducha, cuidado del cabello, los dientes, las uñas. Hacer ejercicio al aire libre (aunque sea pasear), que se de aire y sol. Excursiones, natación, deportes tranquilos aportan innumerables ventajas.
Cuidar el aspecto físico, aunque dé pereza o parezca que “total para qué”, es más importante de lo que parece, incluso si parece que el anciano enfermo no lo valora cuando lo que ocurre es que no lo puede expresar.
Hay que vigilar una ingesta suficiente de proteínas y líquidos, tener en cuenta que se va perdiendo la sensación de sed, pero no la necesidad de agua y que junto con una asimilación más pequeña de las proteínas de la dieta encontramos que las proteínas vienen sobre todo las carnes y pescados. Dar valor a los alimentos digeribles y asimilables con facilidad ensaladas y alimentos cocinados a la plancha, al vapor, hervidos o guisados con poca grasa y con hierbas aromáticas como condimentos, limitando la sal y grasas, sin olvidar la fruta.
Prevenir el estreñimiento con suficientes líquidos, alimentos ricos en fibra y no olvidar las grasas saludables (aceite de oliva virgen extra crudo, frutos secos, pescados grasos). Fuentes naturales de calcio: lácteos, pero sobre todo cereales integrales, verduras, ensaladas, fruta, frutos secos.
Estar pendientes de prevenir situaciones específicas como:
– Prevenir las caídas: calzado cómodo, hacer ejercicio para mantener al máximo la agilidad y el equilibrio, buena iluminación a los desniveles y escaleras, asas y si hay sillas en la ducha.
–Cuidado de los órganos de los sentidos:
–la vista: vista cansada, cataratas, glaucoma, son problemas a controlar.
–el oído: vigilar y tratar los tapones de cera con medios naturales (aceite, calor, agua oxigenada)
–el olfato y el gusto, la dentadura: cuidar la boca y los dientes es muy importante dado que repercute en la nutrición (poder masticar bien), no tener focos de infección en la boca (caries, encías enfermas), poder disfrutar mejor de la comida en el poder masticar lo que gusta.
–el tacto: la piel seca: beber suficientes líquidos; cuidar la piel con aceites y cremas hidratantes. Una ducha diaria, es vitalizante.
Prever los problemas de circulación periférica (varices, úlceras varicosas): evitar el calor excesivo, ropa apretada, gomas; descansar con las piernas alzadas, hacer ejercicio, pasear por la orilla del mar, por los problemas leves de varices, tratamiento homeopático en los casos moderados y graves; cirugía en los casos muy graves.
No habrá que descuidarse de su salud emocional:
1- Es en la vejez cuando más se nota las repercusiones de la vida que hemos llevado: a nivel emocional, de alimentación, de ejercicio, de cuidado de la salud y tratamiento de las enfermedades.
2- Una actitud mental positiva se mantiene o se aprende.
3- Reconocer y tratar adecuadamente las depresiones, que muchas veces pasan desapercibidas. La apatía, el desánimo y falta de ilusión, las ganas de llorar, los cambios bruscos de humor, el insomnio o sueño exageradas, la pérdida de apetito o el hambre exagerada, pueden ser señales de una depresión. No confundir con la tristeza como las dadas por situaciones de duelo.
4- Relacionarse con las amistades, hacer nuevos amigos, hacer un voluntariado, compartir.
5- Tener una vida personal propia, no vivir sólo en función de la pareja o los hijos y nietos: estudiar, aprender o cultivar una afición.
6- Evitar la soledad y aprender a convivir.
7- Elaborar el duelo de los que marchan, la pareja, amigos y personas de la misma edad y darse tiempo y espacio, con todo lo que conlleva.
8- Cultivar la vida interior y trascendente, auxiliados de la Biblia.
La Biblia habla de “morir en buena vejez”, se muestra como una bendición de Dios, ella misma define lo que es buena vejez: Proverbios 16:31 “Corona de honra es la vejez Que se halla en el camino de justicia.” Para Dios es hermosa la vejez de un anciano que ha caminado con Dios, y le conoce. Considera lo que, tanto Juan, como Jeremías dicen en cuanto al conocimiento de Dios…
1 Juan 2:14a “Os he escrito a vosotros, padres, porque habéis conocido al que es desde el principio.” y
Jeremías 9:23…24 “Así dijo Jehová: No se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se alabe el valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas. Mas alábese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme, que yo soy Jehová, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra; porque estas cosas quiero, dice Jehová.”
S.A.G.-11-JUN – 2021
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