Proverbios 20:29 "La gloria de los jóvenes es su fuerza, y la honra de los ancianos, sus canas"
Cuando empieces a hablar sobre personas que su edad es avanzada, que tienen arrugas en la cara y que han nacido cuarenta, cincuenta o más años atrás de ti, recuerda que estás hablando contigo mismo en el futuro, un futuro que llegará antes de lo que crees. Ten en mente que estas personas que han trabajado, amado y llorado lo siguen haciendo. Ellas luchan por sus derechos y también por los nuestros y ellas merecen ser tratadas igual que cualquier otra persona.
A continuación, la reproducción de tres historias tomada de internet, que no son inventadas. De mujeres mayores con nombre y vidas, miembros de la misma sociedad que nosotros, que trabajan, viven y están envejeciendo.
1. “Mira, la vieja está nadando”
Toda mi vida he amado nadar. Mi padre me enseñó a nadar cuando tenía 8 años. Nadar me relaja, me hace sentir activa; es parte de quien soy. Hice muchas competencias sin importar si la medalla que ganaba era de oro, plata o bronce, pues para mi nadar es lo que más amo en la vida. Me pongo la gorra de baño y me sumerjo en la piscina mientras me siento llena de alegría. Sé que es algo que haré hasta que mi vida termine. Pero hace unos días me ha sucedido algo que aparte de dolerme me hizo pensar si me he equivocado y debo dejar ya la natación.
Estaba nadando en la piscina, había muchas personas y dentro de esas personas había dos niños. Tenían aproximadamente once años, la misma edad de cuando gané mi primera medalla. Sus risas llamaron mi atención y fue cuando me di cuenta que me señalaban y le decían a sus amigos “Miren, la vieja está nadando” como si fuera un ser extraño. Me sentí avergonzada por hacer lo que amo.
He olvidado decirles mi edad, tengo setenta años, pero nado igual que cuando tenía 11, 21, 41 o 61. Ahora me pregunto ¿Por qué algunas veces la gente joven y en ocasiones los mayores, creen que los mayores no deben seguir nadando?
¿Será que creen que a nuestra edad nos estamos aptos para adentrarnos en una piscina? O ¿Que por ser mayores no sabemos nadar, que ya lo hemos olvidado después de tantos años?
Todas estas preguntas me las planteo de la siguiente manera, ¿es la ignorancia la que está hablando o es una mentalidad que tiende a ser negativa en cuento al envejecimiento y las edades mayores? ¿Será que aún no se entiende que el envejecimiento no tiene que ser negativo? De hecho, en muchos casos es todo lo contrario, es positivo.
2. “Has perdido tu nombre para volver solo una mujer mayor y enferma”
Me encuentro tirada en la cama de un hospital donde puedo oír y ver, pero no mover o contestar a las preguntas que me hacen. Los doctores y las enfermeras se turnan para verme; mis familiares vienen de visita, pero me encuentro cansada y débil. Se que soy una carga para sus finanzas ¿Cómo puedo cambiar esto? No quiero que ellos sigan gastando su dinero. Los peores momentos los paso a la hora de la comida. Las enfermeras te ponen un plato en la mesita de noche; el problema es mi hambre y que me encuentro muy débil para poder alcanzar el plato. Si hubiera alguien aquí conmigo para ayudarme a comer, para mí sería mucho más fácil.
Pero en cambio, cuando la enfermera regresa y ve que no he podido comer me grita “¿Haa con qué no vas comer?, pues que mimada y princesa eres.” Y se lleva mi plato lleno. Me convenzo que no importa tanto, al final no es que tuviese tanta hambre. Mi hijo vendrá más tarde a visitarme, si es que puede salir del trabajo y me traerá algo de comer. Solo espero que lo dejen salir durante las horas de visita. No estaré dormida cuando llegue y así podré decirle que tengo hambre, que necesito solo una sopa caliente para tener fuerzas nuevamente.
Estoy tirada en la cama y escucho como todos hablan de mí. “Sí, sí que es bastante vieja, ha vivido ya bastantes años” y me pongo a pensar que no deberían hablar de esa forma de mí, es decir, escucho todo, deberían ser más discretos.
Ahora que me encuentro aquí, he estado pensando en lo difícil que es estar débil y sin poder alguno. He perdido mi nombre y me he convertido en solo una “vieja enferma”. Si solo pudiera lavar mi cabello, visitar el salón de belleza. Ahora no me han lavado el cabello en 15 días. Antes yo trabajaba en este hospital, de hecho, era enfermera y los que me atienden solían ser mis colegas. Pero ahora no soy más su colega y solo soy una vieja tirada en una cama.
3. ¿Para qué necesita ropa nueva esta abuelita?
Amo ir de compras, me gusta ver tiendas y probarme de todo. Probablemente pensáis que estoy en mis 20, 30 ó 40 pero no, tengo 66 años. Muchos que me miran o atienden piensan: “¿Para qué esta abuelita necesita ropa nueva?” Claro que me doy cuenta de las reacciones de las personas, así como cuando la vendedora en las tiendas primero me escanean de pies a cabeza con sus ojos intentando adivinar mi edad. Por lo general me han dicho cosas como: Señora, nos parece que esto no es apropiado para su edad, eso es para jóvenes. ¿Cuántos años tiene? Déjeme le recomiendo algo más apropiado para usted.
¿De quién debería ser la decisión sobre lo que compro? Estoy consciente de lo que me gusta vestir y de los colores que amo. Lo malo es que cada vez este tipo de situaciones se vuelven peores. Un día de primavera estaba con una amiga, buscábamos un lugar lindo para tomarnos un café, la mayoría estaban llenos, pero aun así logramos encontrar una mesa vacía en unos de los establecimientos. En cuanto nos acercábamos a la mesa, el mesero nos dijo que estaban llenos, a lo que respondí “¿A qué te refieres con llenos? si esa mesa está vacía”. A lo que nos contestaron “Estamos llenos, no hay mesas libres para ustedes aquí.” Esto me generó confusión, sorpresa y vergüenza. No había mesas libres para mujeres mayores como nosotras. ¿Será que no quieren mujeres mayores? Mientas estaba parada pensando, dos mujeres jóvenes entraron al lugar y se sentaron en la mesa libre. Esto realmente es un escándalo.
Al final me pregunto y adonde quedaron las enseñanzas de la iglesia como: Levítico 19:32 "Delante de las canas te pondrás en pie; honrarás al anciano, y a tu Dios temerás; yo soy el SEÑOR"
S.A.G. – 02 – ABR – 2021
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