Parecerá sorprendente pero no lo es. Existen envejecientes que se niegan a envejecer y por tanto buscan todos los métodos con la finalidad de detener el proceso, olvidando que después que llegamos al mundo es necesario y obligatorio envejecer; nada ni nadie es eternamente joven. Podemos parecer más jóvenes a pesar de la edad, pero nadie, es eternamente joven, eso grábelo en la mente. Por eso a los cristianos nos enseñan “que hay un tiempo para todo”
El cosmetólogo, el curandero, brujo o como quiera que le llame, que le oferte la cura a sus males y al envejecimiento está mintiendo, son estafadores y las personas en su afán de ver lo que desean caen en sus redes consiguiendo aumentar su problema, ya que a la vez daña el área espiritual al involucrarse con demonios de la vanidad y donde estos están jamás habrá bienestar. Tenga eso presente siempre.
Algunos ancianos y jóvenes también dejan todo su dinerito en estas supuestas alternativas inexistentes. Y en ciertos casos los supuestos curanderos hasta se atreven a quitar al enfermo los medicamentos prescriptos por su médico, prescribiéndoles los de ellos.
Ciertamente el estilo de vida físico y espiritual que llevemos; como la alimentación influyen enormemente en nuestra salud y pueden prolongarnos la vida y mejorarla, si realizamos cambios siempre guiados por nuestro médico, pero fuera de ahí, todo es mentira. No hay brebaje ni cirugía, que le impida envejecer.
Cada segundo nace un tonto y con cada tonto se enriquece uno de estos.
Pregunte por las oportunidades que aún tiene para reducir los riesgos de sus limitaciones con ejercicios, terapias y medicina preventiva diseñados para usted por su médico, solo por su médico, no haga lo que los demás le dicen ya que hay demasiados seudo-doctores en las calles recetando.
Su médico diseñará una política a fin de eliminar los problemas que estén afectándole, sanar los que tiene y ajustarse a aquellos que no serán sanados. Todo será siempre en su beneficio. No olvide y póngale pensamiento a que si el curandero, hechicero, brujo y demás fueran útiles, el médico se apoyaría en ellos como un paliativo, por más que intenten de demostrar lo contrario no lograrán hacer lo que usted espera, solo será en su fe no más allá de la realidad. Consulte solo a su médico, siempre.
Además, la Biblia dice a todo el creyente que los brujos, hechiceros etc., no entrarán al reino de los cielos y yo sé que usted no quiere quedarse fuera por haberlos consultado sin autorización divina y por falta de conocimiento, ahora ya usted sabe que estos no hacen nada y que Dios no está de acuerdo, si usted decide lo contrario es su opción personal.
Debemos desarrollar confianza con quienes verdaderamente nos cuidan y son profesionales especialistas en diferente dolencia.
El término confianza a veces es difícil de aplicar, pero no es imposible, no debemos perderla y menos perder la confianza en nuestro Dios. Ahora que estamos viejitos, es la mejor hora para confiar en Él y en quienes están junto a nosotros. Cuando confiamos nos sentimos protegidos, seguros y eso produce tranquilidad.
Es inútil especular acerca de nuestros últimos días; no obstante, haciendo de cada día una celebración nos permite vivirlos como días que van naciendo uno tras otro. Los dolores de la muerte son como los dolores de parto. A través de ellos dejamos la matriz de este mundo y nacemos a la plenitud de ser hijos de Dios… No hay nada morboso en ello… es una visión gozosa de la vida y la muerte. Mientras estemos viviendo en este cuerpo, cuidémoslo… Pero cuando llegue la hora… alegrémonos de que podemos volver a Casa y unirnos al que nos llama ‘amados’”. La Biblia dice: “Enjugará Dios toda lágrima…; y ya no habrá más muerte, ni habrá más llanto ni clamor ni dolor, porque las primeras cosas ya pasaron” (Apocalipsis 21:4).
¡Tu futuro nunca ha sido mejor!
S.A.G. 04 – DIC - 2020
No hay comentarios:
Publicar un comentario