viernes, 9 de octubre de 2020

Ancianos Con Días Por Saúl Guevara

 


Job 12:12 NVI "Entre los ancianos se halla la sabiduría; en los muchos años, el entendimiento."  

 Llegado el envejecimiento es necesario desarrollar mecanismos de afrontamiento para adaptarse a los cambios que se producen. Durante esta etapa de la vida puede producirse una desvinculación de la sociedad, tanto social como psicológica; como consecuencia puede provocar aislamiento social, enfermedades físicas y psicológicas.

 De ahí, la importancia de no perder los vínculos con el entorno y con las personas más cercanas. Las redes sociales, el apoyo social, la vida social cumplen un papel protector frente a la enfermedad y colaborarán para que el envejecimiento sea positivo. Por lo menos esa debería ser su función y por el momento está muy lejos de serlo.

 Se preguntará: ¿Qué es el apoyo social?

 El apoyo social para las personas mayores es un sistema interpersonal. Son todos aquellos apoyos, instrumentales y/o expresivos, reales o percibidos, aportados por la comunidad, redes sociales y amistades íntimas. Es un recurso que protege y afecta positivamente a la salud y al bienestar de las personas mayores.

 Las personas mayores pueden encontrar apoyo a diferentes niveles:

·         Nivel comunitario: Lo brindan las instituciones sociales y comunitarias, facilitando la pertenencia al entramado social, por ejemplo, las iglesias, las residencias para mayores, los centros de día, las organizaciones no gubernamentales (ONG), etc.

·         Nivel medio: Son apoyos que llegan desde el entorno social cercano de la persona y le proporcionan un sentimiento de vinculación con un grupo, con una red social (vecindario, trabajo, etc.).

·         Nivel de relaciones íntimas: Formado por las personas con las que el mayor mantiene relaciones más estrechas (familia, amigos) y ofreciendo un sentir de seguridad, compromiso y responsabilidad por su bienestar.

 Hay jóvenes y no tan jóvenes que tienden a menospreciar a las personas mayores o a los viejos. Algunos creen que se trata de gente anticuada, pasada de moda y quienes nada saben de la realidad moderna que nos rodea.

 Pero qué lejos están de la verdad. Dice la Biblia que: “¿Qué es lo que fue? Lo mismo que será. ¿Qué es lo que ha sido hecho? Lo mismo que se hará: y nada hay nuevo debajo del sol.” (Eclesiastés 1:9)

 Desde mi temprana edad he sentido admiración y respeto por las personas mayores. Mi padre fue un hombre viejo que me heredo cientos de recuerdos. Tengo amigos ancianos y me siento bien entre ellos, los respeto y doy valor a sus palabras.

 Aunque quizás haya algunos que han llegado a la vejez sin aprovechar bien su vida, en su mayoría los viejos son gente inteligente y sabia que nos puede enseñar mucho con sus experiencias.

La salud de los adultos mayores la podemos considerar, para mejor efectividad, como una visión compartida, producto de una visión interdisciplinaria desarrollada y ejercida por sus autores, en la que se evidencia que la atención a este grupo de personas supera la individualidad de un profesional de la salud, por lo que la visión individualista es sustituida por una de carácter holística y multidisciplinaria.

En la acción compartida o grupal para la atención al anciano, las ciencias de biología, educación, enfermería, nutrición, medicina, odontología, psicología y trabajo social, entrelazan sus saberes a través de los autores, en una secuencia de temas donde el hilo conductor es la promoción de la salud y el bienestar integral de los adultos mayores y sus familias.

En la crisis actual, generada por el Covid-19 y su impacto en nuestros ancianos, los adultos mayores tienen un riesgo significativamente mayor de mortalidad y enfermedad grave después de la infección por la Covid-19 y aquellos que tienen más de 80 años mueren a un ritmo cinco veces superior que el promedio. Se estima que el 66 % de las personas de 70 años o más tienen al menos una afección subyacente, lo que las coloca en un mayor riesgo de impacto severo por la enfermedad.


Adicionalmente, los ancianos pueden sufrir discriminación por edad en las decisiones sobre atención médica, triaje(1) y terapias que salvan vidas. Ya antes de la actual pandemia, se estimaba que hasta la mitad de las personas mayores en algunos países en desarrollo no tenían acceso a los servicios esenciales de salud.

Algunas personas mayores se enfrentan a vulnerabilidades adicionales en este momento. El virus no solo amenaza su vida y su seguridad, sino también sus redes sociales, el acceso a los servicios de salud, sus trabajos y pensiones. El impacto en la salud y los servicios de atención a largo plazo para las personas mayores debe reconocer y enfrentar los desafíos particulares a los que se ven expuestos, incluida su capacidad para acceder a tratamiento y atención médica.

 Salmos 71:9 "No me rechaces en el tiempo de la vejez; no me desampares cuando me falten las fuerzas." 

 Se prevé que, entre 2019 y 2030, el número de personas de 60 años o más aumentará en un 38%, de mil millones a 1,4 mil millones, superando en número a la juventud a nivel mundial y este crecimiento será especialmente mayor y más rápido en las regiones en vías de desarrollo.

 El maltrato de las personas mayores es un problema social que existe en los países en desarrollo y desarrollados; por lo general, no se notifica o denuncia suficientemente. Tan solo en unos pocos países desarrollados hay tasas de prevalencia o estimaciones, que se sitúan entre un 1 % y un 10 %. Aunque se desconoce la magnitud del maltrato de los ancianos, su importancia social y moral es indiscutible. Por este motivo, este problema requiere una respuesta global multifacética y multidisciplinaria que se centre en la protección de sus derechos.

 Las formas de definir, detectar y resolver el maltrato a los ancianos tienen que enmarcarse en el contexto cultural y considerarse junto con los factores de riesgo que tienen una especificidad cultural. Desde una perspectiva sanitaria y social, si los sectores de atención primaria de salud y los servicios sociales no están bien preparados para detectar y resolver el problema, el maltrato de los ancianos seguirá estando semioculto.

 He aquí, uno de los grandes desafíos con los que cuenta la iglesia cristiana y a los cuales parece que aun, ni siquiera lo visualiza… despierta iglesia.

 ¡Despierta!

 (1) La palabra triaje, se emplea en medicina para referirse a la clasificación de los pacientes según un sistema de prioridades para que se les pueda proporcionar la asistencia médica necesaria, se escribe con jota, no triage.

 

S.A.G. 09 - OCT – 2020

 

 

 

 

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