viernes, 18 de septiembre de 2020

Pero Aun Nos Quedan Abuelos Por Saúl Guevara

 


Genesis 15:5 RV "Y lo llevó fuera, y le dijo: Mira ahora los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar. Y le dijo: Así será tu descendencia."  

 

Y gracias a la promesa anterior, es que ¡Aun Nos Quedan Abuelos!!

 

Ahora desde las lo mas profundo y santo del alma saludamos a nuestros viejos, ahora les decimos: Hola abuelo, cuente con nosotros.... Todo saldrá bien.

 

Dar el aliento de la Palabra de Dios, es uno de los mensajes que les han llegado a varios de los ancianos mandados por sus nietos; ya sea escritos, por teléfono, internet, etc. estos mensajes están llegando, en medio de este duro tiempo del Covid-19. Con el sencillo acto de hacerles una llamada, les demostramos a nuestros viejos que comprendemos su situación. Es un lindo ejemplo para toda la sociedad.

 

Ellos cuentan con nosotros, así como desde niños contamos con ellos. El saludarlos es una hermosa y noble labor de fraternidad, amor y solidaridad en pro de nuestros viejos. Nuestros ancianos recuperan el aliento cuando ven a sus familiares, así sea a la distancia. Algunos de ellos han podido saludarlos, tras asomarse a las ventanas de sus habitaciones.

 

Cada uno, en sus cuartos debidamente protegidos por vidrios que los aíslan de cualquier contagio, nos responden con tiernos gestos de amor filial y fraternal.

 

¡Qué bellos son los ancianos!

 

Pese a su delicada y comprometida situación, dada la pandemia, logran transmitir el sentido de la fe y la esperanza de la vida. Ahí cerca y al cuidado de ellos están sus cuidadores, sus parientes, aquellos que sí se preocupan por la salud de quienes nos antecedieron. Le llevan la esperanza al decirles: “Tranquilos, todo saldrá bien”.

 

Algunos se toman o le toman selfies para luego enviárselas vía ‘on line’. A propósito de estos saludos virtuales, ellos están aprendiendo a maniobrar los smartphones para chatear con sus hijos y demás seres queridos. No importa que el cabello esté cenizo y sus rostros y manos se vean atiborrados de arrugas.

 

No les ha resultado del todo fácil la tecnología, dada su edad. Sin embargo, asesorados por sus hijas, nietos, enfermeras y los que les asisten, se han conectado. Gloria a Dios por la tecnología bien usada.                                              

 


Después del aviso mundial que este segmento población es el mas vulnerable ante el Covid-19 muchos mayores por cuenta propia o por iniciativa de sus familiares o cuidadores, se han confinado en un lugar, no salen, desde ahí observan al mundo hasta donde logran ver, todo ello depende con lo que les asistamos: una televisión, un teléfono celular, una radio, una Tablet, una PC, en fin, hoy en día existen tantas cosas.

 

Hasta aquí la parte positiva, pero, qué será de los miles de abuelos que no cuentan con este tipo de asistencia. nuestros ancianos, además de ser los más frágiles y vulnerables en medio de esta pandemia, también son los más sensibles y los que están más abandonados por la sociedad y los gobiernos.

 

La verdad es que el tema no es sólo de tener los medicamentos a la mano o de no exponerlos innecesariamente a posibles contagios. La idea es que ellos no pueden seguir abandonados a su suerte; menos con esta pandemia que les pisa los talones cada día que pasa.

 

Hay muchas personas indolentes que se olvidan de sus familiares viejos. Algunos incluso los dejan en los asilos y no regresan a verlos. Cómo será ahora que tienen en el Coronavirus otra excusa absurda para seguir en esa ola de indiferencia y desidia.

 

Este es un momento en el que podemos volver a las formas antiguas de comunicación con los adultos mayores. Esto significa que debemos hacer uso de las llamadas telefónicas con mayor frecuencia. Los nietos a que hagan videoconferencias y compartan fotografías a través de las redes sociales, para que puedan mantenerse en contacto con sus familiares y ellos no se sientan aislados o desconectados del mundo. Ojo, de no hacerlo, la tristeza en los adultos mayores será más contagiosa que la misma pandemia.

 

“La vida sigue y debemos mantener activos a los adultos mayores que viven en las instituciones o en nuestras casas. No es para preocuparlos, al contrario, debemos es mantener a los adultos mayores activos para que la sangre de sus cuerpos fluya y se sientan vivos. Se pueden hacer las actividades de la vida diaria, realizar caminatas por la casa o por la habitación. Que puedan colorear, llenar sopas de letras, escuchar música, orar, ver televisión, en fin, hacer cosas sencillas que los harán sentir bien.

 

Obviamente todos, tanto los directores de las instituciones y todo el personal que trabaja en los hogares de adultos mayores, así como los que tienen a sus abuelos en sus casas, deben seguir las recomendaciones de las autoridades, como lavarse las manos cada dos horas y practicar un prudente distanciamiento social. Además de esto, debe haber suficientes suministros, entiéndase alimentos y medicamentos, que puedan durar al menos un mes.

 

El tema es más delicado si su familiar, adulto mayor, tiene problemas de salud subyacentes graves. Si es así, debe pensar dos veces antes de exponerlo a graves riesgos.

 

No podemos dejar de aplaudir y bendecir a todas las personas que realizan la noble labor de cuidar de los ancianos en todos los ambientes, sea en sus hogares, casas de retiros u hospitales. ¡Dios los bendiga!

 

“No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.” Filipenses 4:6...7 NVI

S.A.G. 18 – SEP - 2020

 

 

 

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