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Timoteo 5:8 NVI "El que no provee para los suyos, y sobre todo para los de
su propia casa, ha negado la fe y es peor que un incrédulo"
El
proveer de cuidados a los adultos mayores en las familias en tiempos del
coronavirus se ha convertido en todo un reto para muchas familias, pues la
magnitud de la infección es tal que los gobiernos del mundo prácticamente han
olvidado este segmento generacional.
El
aumento de número de infectados por la enfermedad, que, según las cifras
proporcionadas por la OMS, nos demuestra que la enfermedad crece y crece, es
cosa que nos preocupa a todos, mucho más a quienes viven con un adulto mayor en
casa y deben ser mucho más cuidadosos porque saben que estas personas se
encuentran dentro del grupo de mayor vulnerabilidad.
Por
lo anterior las precauciones y medidas para evitar que ellos se contagien,
deben ser mucho más rigurosas, sobre todo con el distanciamiento social, lo que
no significa aislamiento social, recordemos Salmo 71:9 NVI “No me rechaces cuando llegue a viejo; no me abandones cuando me falten las fuerzas”
Pero,
¿qué sucede cuando los adultos de la familia viven solos y la preocupación de
hijos o nietos aumenta por no saber cómo están o no poder verlos?
En
un mundo como el de ahora, la tecnología nos ha permitido acortar la distancia
que se vive en este tiempo de la cuarentena, por lo que el proveerlos y enseñarles
a los adultos mayores a manejar sus dispositivos inteligentes, como tablets o
teléfonos celulares es de especial importancia, no solo porque les ayuda a
mantenerse distraídos, sino porque es posible acompañarlos virtualmente.
Así
aun cuando estemos cumpliendo el consejo de quedarnos en casa, podemos
llevarles una palabra de ánimo, preguntarles por su salud, si están siguiendo
las recomendaciones para mantenerse seguros u otras cosas, son algunos de los
temas para platicarles y sobre todo mantenerse en comunicación para saber si es
necesario enviarles víveres o medicinas y así evitar que salgan ellos a buscarlos
y se expongan a un mayor riesgo de contaminación.
Ahora
conectar a nuestros Adultos Mayores puede ser fácil si utilizamos y les
enseñamos a ellos a utilizar aplicaciones que permitan realizar videollamadas
Las
más populares y fáciles de usar son FaceTime, Zoom, Skype, Facebook, Twitter,
Snapchat y otras. Existen todo tipo de opciones en línea para hablar con
familiares y amigos.
Lo
mejor de todas ellas es que usarlas no tienes que ser experto en tecnología.
Hacer lo básico es fácil y resulta, para la mayoría de las personas, divertido.
En
el caso de enseñarles al Adulto Mayor, el explicarles puede resultar un poco
tedioso, si es que el adulto mayor no maneja del todo la tecnología, como es el
caso de la mayoría, pero los pasos a seguir en cada aplicación son tan fáciles
que con una llamada al teléfono vivencial y bastante paciencia se puede lograr
un mejor entendimiento. Bueno es cuando estemos en esos momentos volvamos a
recordarnos y hacer vida el “No me rechaces cuando llegue a viejo; no me
abandones cuando me falten las fuerzas” Salmo 71:9 NVI.
Recordemos
siempre que para el adulto mayor lo más importante es sentirse acompañado por
su familia. Por experiencia propia les puede compartir el que una llamada cada
tanto para saber cómo están, preguntarles que están haciendo o si necesitan
algo será de vital importancia. Lo anterior da vida a nuestro viejo ser.
Lo
mismo si se trata de ver algún programa de televisión o preguntar por una de
esas recetas que siempre quisiste aprender de la abuela y acompañarlos en la
oración. Tú desde tu hogar y ellos desde el suyo pueden hacerlo mientras hablan
por teléfono. Esto evitará que piensen solo en lo que está ocurriendo, recuerda
que ayudar a mantener la salud mental de la familia es importante en estos momentos.
Si
bien mantenerse informado del acontecer nacional e internacional es importante
no es aconsejable que nuestros padres o abuelos pasen solo pendientes de las
noticias ya que esto aumentaría más su ansiedad y preocupación. Hay que
enseñarles que no todo lo que encontraran en las redes sociales es cierto y
deben aprender a ver e informarse por fuentes verídicas, para lo cual inclusive
se las puedes marcar en sus aparatos.
Los
profesionales en salud mental en su mayoría recomiendan ver noticias por la
mañana y actualizarse por la noche. Treinta minutos o una hora es suficiente.
Para el resto del día existen muchos otros programas de televisión por cable y
un catálogo amplio en Netflix que podrías sugerir que tus padres o abuelos
vean. Pero si no encuentran nada que los entretenga en esas plataformas en
YouTube encontrarán una cantidad de contenidos de su época que les podría
interesar, como, por ejemplo, de la etapa dorada del cine, series y musicales de
los años 50 y 60 y lo más importante y reconfortante una buena variedad de
películas cristianas que fortalecen el espíritu y reaniman el alma.
Con
las mismas aplicaciones de FaceTime y Zoom o cualquier otra se pueden organizar
videollamadas entre varias personas, así es posible que acompañes a tus adultos
mayores desde donde te encuentres.
Si
tienen amigos y conoces sus contactos, ubícalos y ayúdalos a comunicarse entre
ellos para que puedan conocer sobre su estado de salud. Si frecuentan cualquier
comunidad religiosa busca la forma de hacerles escuchar la Palabra de Dios por
Facebook o de que se enteren de las actividades de cada iglesia por sus redes
sociales.
Recuerden
que distanciamiento social, no significa que debamos estar solos, a través de
la tecnología ahora podemos mantenernos cerca, incluso estando lejos. Y
recuerda que: “Moisés tenía ciento veinte años de edad cuando murió. Con todo,
no se había debilitado su vista ni había perdido su vigor” Deuteronomio 34:7
NVI.
Entonces,
¿Por qué no actualizar a nuestros viejos?
S.A.G.
29 MAY 2020
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