La
palabra de Dios dice que la fe sin obras es muerta, o sea, que nos demandan
hacer nuestra parte, si es que queremos ver la mano de Dios obrando. Santiago
nos orienta y nos dice; "Hermanos míos, ¿de qué le sirve a uno alegar que
tiene fe, si no tiene obras? ¿Acaso podrá salvarlo esa fe?” Santiago
2:14 NVI.
Las
personas de 60 años o más son particularmente vulnerables a infecciones graves
o fatales derivadas del COVID-19. En medio de la incertidumbre que se vive en
torno a la pandemia del coronavirus se encuentra un hecho incontrovertible: las
personas mayores tienen el índice más alto de muertes, sobre todo quienes
tienen padecimientos médicos subyacentes.
Hasta
la fecha, de los casos confirmados en China casi el quince por ciento de los
pacientes de más de 80 años ha muerto. Para los que tienen menos de 50, el índice
de mortalidad era de menos del uno por ciento.
Aún
no hay evidencia que constate que sea mucho más probable que las personas
mayores se contagien del coronavirus, a diferencia de los jóvenes. Sin embargo,
los expertos médicos dicen que, si las personas de más de 60 años se infectan,
es más probable que sufran una enfermedad grave que amenace su vida, aunque su
salud general sea buena. Las personas mayores con padecimientos médicos
subyacentes están expuestas a un riesgo particularmente alto. Los expertos le
atribuyen parte de ese riesgo a un debilitamiento del sistema inmune debido a
la edad.
Los
geriatras recomiendan a sus pacientes que se apeguen a las recomendaciones
actuales de los CDC y la OMS, una serie de consejos que se han vuelto bastante
conocidos: lávate las manos frecuentemente con jabón y agua tibia durante
veinte segundos o límpialas con un gel antibacterial a base de alcohol; evita
estrechar manos; aléjate de las grandes reuniones; limpia y desinfecta objetos
que se toquen con frecuencia; evita el transporte público y las multitudes.
Abastécete de provisiones.
Es
notable hoy en día muchos cristianos que en ocasiones cuando se predica o habla
algo que no les gusta o los señala, y no practican o conviene, lo primero que
dicen es; déjale eso al Espíritu Santo.
Somos
nosotros quienes en determinado momento tenemos que actuar y poner a trabajar
la voluntad y el deseo con fe y determinación. Dios utiliza al cristiano como
instrumento para la gloria y honra de su nombre, pero tiene que haber disposición
y deseo de todo corazón.
Para
esto se necesita disposición y disponibilidad. Vean que muchas veces, hay
personas con disposición; pero a la hora de la verdad no están disponibles, son
dos cosas diferentes, pero ambas se necesitan a la hora de la verdad.
Ese
fue el caso de Daniel, un joven que estuvo en medio de una corte pagana como la
de Babilonia, pero no se cruzó de manos, sino que actuó con valentía y determinación;
vemos desde un principio que estuvo dispuesto, pero a la hora de actuar no lo pensó
dos veces; como decimos por ahí. "Daniel desde el primer momento que
dispusiste en buscar a Dios tus palabras fueron oídas" Daniel 10:12
(abreviado)
Y
es que si no hay disposición y disponibilidad para servir y obrar en fe en el
momento de la situación Dios no obrará. Tiene que haber un complemento de
disposición, fe y disponibilidad. Hoy muchos quieren ver a Dios obrar y
manifestarse, pero no hacen su parte.
Los
expertos advierten que el distanciamiento social, que por ahora es el pilar del
control epidémico, podría causar aislamiento social, que ya es un problema en
la población de la tercera edad. Las personas de 60 años o más que viven solas,
la soledad, según hallazgos de los investigadores, implica su propio conjunto
de riesgos de salud. En bien de los mayores organicen reuniones virtuales con
amigos y familiares, pues tiene en mente los beneficios de la participación
social. Usen esa comunicación de las redes sociales y envíense fotos, consejos,
saludos, etc.
El
diario vivir y la vida cristiana nos presentara retos y situaciones para que
nos desenvolvamos y sirvamos de instrumentos para engrandecer a Dios, lee
(Hebreos 11) y verás como todos estos héroes de la fe se sobrepusieron a
grandes retos, pero lo hicieron con disposición, arrojo y valentía, e hicieron
su parte, y Dios los honro e hizo la suya.
E
oído o leo hermanos (muchos de ellos en Facebook) decir; estoy haciendo la obra
del Señor, y eso es imposible; El mismo lo dice; que Él (Dios) es quien hace la
obra, solo que necesita un canal o instrumento para que se realice y ese quiere
Dios que seas tú.
Los
geriatras temen que el distanciamiento social quizá afecte rutinas de maneras
que afecten la vitalidad de los adultos mayores. Enfatizan la importancia de
mantener los buenos hábitos, incluyendo suficiente tiempo para dormir, la
alimentación saludable y el ejercicio.
Dios
quiere que seas un instrumento de Él para glorificar su nombre, y no verte cruzado
de brazos esperando que las cosas pasen como hacen muchos. Dios quiere que seas
participante y no espectador, así es que actúa con disposición, fe y
disponibilidad y has tu parte, y verás que Dios hará la suya. Ya Él se lo dijo
al profeta Samuel, que Él honraría aquellos que le honran. 1 Samuel 2:30.
Pablo
por eso exhorta a los Corintios a trabajar y esforzarse en la obra del Señor,
sabiendo que Dios lo ve con agrado y les bendeciría, cuando les dice; “Estad
firme y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre; sabiendo que
nuestro trabajo en el Señor no es en vano"1 Corintios 15:58.
Repito: “Estad
firme y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre; sabiendo que
nuestro trabajo en el Señor no es en vano"1 Corintios 15:58.
No hay comentarios:
Publicar un comentario