viernes, 10 de abril de 2020

Los Viejos, La Soledad Y Dios Por Saúl Guevara


Fuimos diseñados para estar en comunidad con Dios y con otros. Quizás ese es el por qué la soledad nos golpea de la forma que lo hace.

Ahora con cuarentena totales es urgente entender cómo impacta el encierro en la gente mayor. Tras el anuncio que busca evitar que el virus se propague, son muchas las personas que deben adaptarse a este cambio. De qué manera la gente mayor, a pesar de ser más sedentaria, puede sufrir tanto física como psicológicamente esta medida.

El ser humano, no fue hecho o diseñado para estar en soledad. El Génesis relata como Dios mismo, luego de crear al primer hombre dijo: “No es bueno que el hombre esté solo. Haré una ayuda adecuada para él. Entonces el Señor Dios hizo una mujer, y la presentó al hombre” (Génesis 2:18,21 parafraseado)

Es importante estar atentos a las personas de la tercera edad que están solos durante esta pandemia, no se vale ante Dios abandonar a nuestros ancianos.

La pandemia del coronavirus está poniendo en jaque a la humanidad. Con el paso de los días y tras el anuncio de la cuarentena obligatoria en los distintos países del mundo, el confinamiento lleva a un cambio de hábitos que pueden provocar un malestar tanto físico como psicológico.

El mensaje fue claro: toda la población debe permanecer en sus casas. Si bien hay excepciones, hay una porción de la población a la que la cuarentena obligatoria puede afectar más que a otros: los ancianos.

Y es que, según las escrituras, no hay tristeza más profunda que en algún momento venga a la mente la idea de que estamos “solos” en el mundo, que no tenemos un amigo, que no le importamos a nadie, que nadie se preocupa por lo que nos pudiera ocurrir, o que a nadie le importaría si llegáramos a dejar de existir.

El hecho de estar en confinamiento es un cambio importante para los individuos, ni hablar para los abuelos. La tercera edad es una población más vulnerable, por eso es vital que se tomen medidas prontas en cuanto a la estimulación de las mismas para que no los afecte e impacte negativamente en sus vidas.

Los especialistas explican que la generación que hoy transita la tercera edad suele tener una actitud “espartana” para resistirse a ciertos cambios pero que también puede desarrollar conductas de aislamiento que se amplifican demasiado por el confinamiento obligatorio, lo que puede llegar a ser peligroso. Por suerte hoy contamos con tecnologías que permiten una mayor conexión social que se encuentran al alcance de la mano y posibilitan un acercamiento a esa persona en todo momento.

En ese contexto, es recomendable promover conductas resistentes como retomar lecturas postergadas, terminar una serie o simplemente reponer fuerzas en el sillón y así estimular lo conductual. “Es importante ser cautelosos con la sobreinformación, ya que tantas noticias como cantidad de muertos, infectados y demás cuestiones relacionadas que sobrepasan los límites necesarios y ponen a la persona en un estado de alerta continúo desgastando el bienestar psíquico”.

El hecho del confinamiento es similar a vivir un duelo, ya que, aunque sea algo transitorio, las personas atraviesan un proceso similar: “En la primera etapa se enojan y hasta pueden tener ira. En la segunda pueden pasar por un poco de depresión y finalmente se supera cuando se empieza a valor más lo que tiene a su alrededor de lo que el encierro le privó”.

La tercera edad es una de las más vulnerables ante la cuarentena.

En cuanto a los hábitos a los que “invita” la cuarentena, es importante ponerles atención a los hábitos sedentarios y es importante evitarlos a toda costa: “El encierro nos lleva a abandonar en muchos casos los buenos hábitos alimenticios, el ejercicio físico y también mental por eso es importante no perder el equilibrio y tener en cuenta que la cuarentena es un factor sostenido en el tiempo y hay que volver de a poco a la rutina”.

Es importante que el entorno de la persona mayor tenga un mensaje positivo para darle a ese abuelo o abuela, no sobreinformarlos ni tener una actitud alarmista sobre el tema. Por otro lado, siempre recomendar que, si la persona está con algún síntoma, la cuarentena no significa no concurrir al médico, estar muy atentos”.

A pesar de que la tercera edad es una población más estoica y acostumbrada a estar solos o a pasar más tiempo con menos estímulos, es una población de riesgo a la que, según especialistas, debemos estar atentos ya que el peligro está en que tienden a aislarse, a ser sedentarios por eso es vital el rol del entorno para con esto.

Hay cosas que NO DEBES HACER durante la cuarentena:

1.- Desesperarte: durante la soledad no debes apresurarte a tomar decisiones porque decidirás mal, influenciado por tus propios sentimientos y emociones.

2.- Deprimirte: No te deprimas, no te pongas melancólico, no mires el álbum de los recuerdos ya que con esto te haces más daño, deja todo atrás, “pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.” Filipenses 3:13b…14.

3.- Abandonarte: no te descuides, ocúpate de tus necesidades físicas y espirituales, arréglate, ponte guapo o guapa, báñate, alégrate, no descuides tu salud, come saludable.

¿Qué debo de hacer?

1.- Clamar a Dios: clama a Dios, derrámate en su presencia. “En el día de mi angustia te llamaré, Porque tú me respondes.” Salmos 86:7

2.- Arrepentirte: la soledad es un momento perfecto para examinarte a la luz de la biblia, ver tus errores, reconocerlos y arrepentirte de ellos, cambiar tu manera de pensar con respecto a algo.

3.- Confiar en Dios: en medio de las circunstancias más difíciles tienes que confiar en Dios, no importa si hay alguien a tu lado o no, Dios siempre está a tu lado y nunca te abandonara, tus amigos ciertamente te abandonaran en medio de la soledad, angustia y aflicción; no te resientas, no te amargues, que no arda tu corazón hasta el odio, no te deprimas; solo confía en el señor, Él es tu luz y salvación

4. Desarrollar Paciencia: aprende a esperar en Dios, la soledad es un tiempo para esperar la voluntad perfecta de Dios.

5.- Valorar la compañía: Estando a solas reconsideras tu actuar diario con esa gente y como te ayudaría tan siquiera poder hablar con alguna de ellas. Tenemos el ejemplo de Pablo, él había desechado a Marcos, pero estando solo en una prisión de Roma le escribe a Timoteo que traiga a Marcos, porque este le es útil para el ministerio (Hechos 15:37…40, 2 Timoteo 4:11b)

Aprende de tu propia soledad y aflicción, no seas indiferente ante el dolor de tu prójimo, Cristo obra a través de su cuerpo, la Iglesia; tú eres esa Iglesia tu eres las manos, la boca los brazos de Cristo, resiste con tu hermano su aflicción, con concejo, llamadas, mensajes, palabras de aliento, muéstrate amigo. “El hombre que tiene amigos, ha de mostrarse amigo; y amigo hay más unido que un hermano.” Proverbios 18:24

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