viernes, 21 de febrero de 2020

Ser Feliz En La Tercera Edad Por Saúl Guevara


Vivir intensamente en la madurez de la vida es posible si, además de tener salud, se marcan metas diarias… Salmos 1:3 RV “Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, Que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no cae; Y todo lo que hace, prosperará." … Ser feliz es obligatorio. 

La vejez es una etapa de la vida que se puede vivir con gran intensidad y felicidad. Si las condiciones físicas y mentales las acompañan, las personas mayores tienen todo un mundo de posibilidades para disfrutar.

Los expertos aseguran que a esta edad la población cuenta con una mayor calidad de vida y que celebrar un centenario, que hace años era una noticia anecdótica, hoy es cada vez más habitual. Las cifras lo avalan: hay más personas centenarias en nuestros países, que hace 15 años.

¿Pero qué hay que hacer para sentirse feliz?

Muchas personas a veces prefieren empezar por señalar lo que no hay que hacer. Apuntan que lo que no puede ser es que hayan personas que cuando van a jubilarse o se sienten ya mayores, piensen que es una gran alegría, porque así podrán estar todo el día tumbados en el sofá, descansando y viendo como pasan las horas sin preocuparse de nada... Eso no puede ser.  

Repetimos “eso no puede ser”. Cuando un individuo se hace mayor, lo más importante para sentirse bien y feliz es mantenerse activo. Ahora es cuando tiene la oportunidad de realizar aquellas actividades que anteriormente, por falta de tiempo por las obligaciones laborales, no podía hacer.

En la vejez uno no se puede quedar en su domicilio vestido de negro. ¡Eso ya es historia! Eso era la actitud de generaciones pasadas, cuando se encerraban en casa esperando a envejecer hasta morir porque culturalmente estaba mal visto que salieran a divertirse, más aún las mujeres.

Debemos vivir, fomentar y aplicar un envejecimiento activo, lo que es una realidad cada vez más latente y permite concientizar a la sociedad de que se puede ser feliz, disfrutar y continuar con la sensación de sentirse útil.

Es fundamental que, cada día, las personas mayores se planteen una meta. La que sea. Pueden ser grandes metas, como estudiar una nueva carrera o aprender a realizar caminatas, o menos ambiciosas como arreglar un armario. Lo esencial es que diariamente haya un motivo por el que sentirse animado y valorizado.

El enemigo a derrotar en esta edad es la soledad. La soledad, es el gran enemigo

Los expertos en la materia coinciden al afirmar que la soledad es uno de los grandes enemigos de la vejez. En concreto más se calcula que el 27% de personas mayores viven solas en nuestras sociedades.

A veces esa soledad viene impuesta y es dolorosa porque se ha perdido a un ser querido, normalmente el cónyuge. Pero, aún en estos casos, estas personas tienen actualmente la bendición de poder dirigirse a algunas asociaciones de mayores, casas culturales u otras organizaciones donde ofrecen desde talleres de memoria a cursos para aprender a manejar las nuevas tecnologías, clases de ejercicio físico adaptadas a su edad y condiciones, actividades de pintura, costura, música... que les serán atractivas y que les servirían de estímulo para conocer a otras personas con los mismos intereses o situación. Mantener relaciones sociales ayuda mucho a sentirse activo y a cuidarse.

Los expertos aseguran que la vejez es una etapa que la vida regala y, como tal, hay que aprovecharla. Según estudios realizados, el 86% de La tercera edad espera mantenerse activo en la vejez.

Tener buena salud es el aspecto que más señalan para ser felices a pesar de los años. En este sentido, un 85% de los encuestados relaciona una vida feliz con una vida sana.

Casi todos coinciden en llevar una adaptación paulatina

Esto es porque la toma de conciencia del envejecimiento es progresiva y requiere una adaptación paulatina. El llevar este proceso de vida de la manera más saludable y en el mejor estado de forma posibles son variables sobre las que se puede influir si se adopta un estilo de vida saludable desde una edad temprana.

Sería deseable que pudiéramos pensar en la vejez con esta perspectiva temporal ya que, dentro de los achaques propios de la edad, un estado físico razonable es fuente de calidad de vida y bienestar».

Otros aspectos vinculados a la felicidad son una buena forma física, el tener una posición económica desahogada o por lo menos estable y digna, como el estar cerca de los seres queridos.

Hacer que nuestros mayores se sientan útiles realizando actividades adecuadas para su edad y aprendiendo cosas nuevas es una buena manera de evitar que caigan en una depresión. Además, con este tipo de actividades conocerán a otras personas en su misma situación con las que pueden compartir charlas y experiencias.

La familia también es un gran punto de apoyo a este respecto: visitar a nuestros mayores, ocuparnos de su bienestar, implicarles en los momentos importantes de nuestra vida y dejarles ver que no están solos es muy importante durante la tercera edad.

El cariño de la familia es insustituible, y a nosotros nos da una oportunidad de entregar de vuelta todo lo que nos ha sido dado por su parte de forma desinteresada.

Y no olvide, usted que tiene en su familia a uno o mas miembros de la tercera edad, tiene un compromiso de cultivarlos y cuidarlos, vea como la promesa de Dios se cumple en ellos y sus beneficios lo alcanzaran a Usted, porque… “Aun en la vejez darán fruto estarán vigorosos y muy verdes,” Salmo 92.14







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