viernes, 15 de noviembre de 2019

Para Esto Llegaste A Viejo


(Me encontré con este relato de Tere García Ruiz, una mujer mexicana altruista, y al leer el relato, aparte de reconocer su valor me dije: “este relato esta bueno para nosotros los viejos, principalmente a ese que siempre reniega y se pregunta ¿para qué llego a viejo?”, así que lo he tomado para responder a esa interrogante y poder decirte: “Para Esto Llegaste A Viejo”) 

La Historia De Un Ángel (Por Tere García Ruiz)

Dios estaba en el cielo mirando cómo actuaban los hombres en la Tierra. Entre ellos, la desolación reinaba.
     ¡Mas de cinco mil millones de seres humanos son pocos para alcanzar la magnificencia divina del amor! Suspiro el Señor.

El Padre vio a tantos hermanos en guerra, esposos y esposas que no completaban sus carencias, ricos y pobres apartados, sanos y enfermos distantes, libres y esclavos separados, que un buen día reunió a un ejército de ángeles y les dijo:
     ¿Veis a los seres humanos? ¡Necesitan ayuda! Tendréis que bajar vosotros a la Tierra.
     ¿Nosotros?, dijeron los ángeles ilusionados, asustados y emocionados pero llenos de fe.
     Sí, vosotros sois los indicados. Nadie más podrá cumplir esta tarea. Escuchad: cuando cree al hombre, lo hice a imagen y semejanza mía, pero con talentos especiales para cada uno. Permití diferencias entre ellos para que juntos formasen el reino. Así lo planee. Unos alcanzaran riquezas para compartir con los pobres. Otros gozaran de buena salud para cuidar a los enfermos. Unos serán sabios y otros muy simples para procurar entre ellos sentimientos de amor, admiración y respeto. Los buenos tendrán que rezar por los que actuaran como si fueran malos. El paciente tolerara al neurótico. En fin, mis planes deben cumplirse para que el hombre goce, desde la tierra, la felicidad eterna. Y para hacerlo, ¡vosotros bajareis con ellos!
     ¿De qué se trata, Señor? Los ángeles preguntaron inquietos.

Entonces el Señor explicó el deber.
     Cómo los hombres se han olvidado de que los hice distintos para que se complementasen unos a otros y así formaran el cuerpo de mi hijo amado, como parece que no se dan cuenta de que los quiero diferentes para lograr la perfección, bajaran ustedes con notables distinciones.

Y dio a cada uno su tarea:
     -Tú tendrás memoria y concentración de excelencia: serás ciego;
     -Tú serás elocuente con tu cuerpo y muy creativo para expresarlo: serás sordomudo;
     -Tú tendrás pensamientos profundos, escribirás libros, serás poeta: tendrás parálisis cerebral;
     -A ti te daré el don del amor y serás su persona, habrá muchos como tú en toda al Tierra y no habrá distinción de raza porque tendrás la cara, los ojos, las manos y el cuerpo como si fuereis hermanos de sangre: tendrás síndrome de Down;
     -Tú serás muy bajo de estatura y tu simpatía y sentido del humor llegarán hasta el cielo: serás gente pequeña;
     -Tú vivirás en la tierra, pero tu mente se mantendrá en el cielo, preferirás escuchar mi voz a la de los hombres: tendrás autismo;
     -Tú disfrutaras de la creación tal y como he querido que todos los hombres lo hagan, mientras otros se dedican a pensar en la ciencia y a la tecnología, tu gozaras mirando a las hormigas y a las mariposas, serás feliz, muy feliz: tendrás discapacidad intelectual y amaras a todos porque no harás juicio de ninguno.
     Tú serás hábil como nadie, te faltaran brazos y harás todo con las piernas y la boca.

Al último ángel le dijo, el Señor:
     Tú serás genio, te quitaré las alas antes de llegar a la tierra y bajaras con la espalda ahuecada; los hombres repararan tu cuerpo, pero tendrás que ingeniártelas para triunfar. Tendrás mielomeningocele que significa miel que vino del cielo.


Los ángeles se sintieron felices con la distinción del Señor, pero les causaba enorme pena tener que apartarse del cielo para cumplir su misión.
     ¿Cuánto tiempo viviremos sin verte? ¿Cuánto tiempo lejos de ti?
     -No os preocupéis, estaré con vosotros todos los días. Además, esto durara solo entre 60 y 80 años terrenos.
     -Está bien, Padre, será como decimos 80 años terrenos que son un instante en el reloj eterno. Aquí nos vemos «al ratito»-. dijeron los ángeles al unísono y bajaron a la Tierra emocionados.

Todos llegaron al vientre de la que sería su madre. Ahí se formaron durante seis, siete, ocho o nueve meses, según el caso. Al nacer, todos fueron recibidos con profundo dolor, causaron miedo y angustia. Algunos padres rehusaron la tarea; otros la asumieron enojados; otros se echaron culpas hasta disolver su matrimonio y otros lloraron con amor y aceptaron el deber.

Sea cual sea el caso, como los ángeles saben su misión y sus virtudes son la fe, la esperanza y la caridad, además de otras, todas gobernadas por el Amor, ellos han sabido perdonar y con paciencia pasan la vida iluminando a todo aquel que los ha querido amar.

Siguen bajando ángeles a la Tierra con espíritus superiores en cuerpos limitados y seguirán llegando mientras haya humanidad en el planeta. Dios quiere que estén entre nosotros para darnos la oportunidad de trabajar por ellos, para aprender de ellos. Y trabajar es servir; servir es vivir y vivir es amar, porque la vida se nos dio para eso. El que no sirve, no sirve para vivir. Y mientras esto ha sucedido a lo largo de la historia de la humanidad, y, como los tiempos de Dios son eternos, pensemos en Cristo aquí y ahora. Alguien le pregunta al referirse a un ciego de nacimiento:
     Maestro, ¿quién pecó para que naciera así? El o sus padres.
     Ni él ni sus padres: nació así para que se manifiesten en el las obras de Dios (Juan 9,1)

Y las obras de Dios también se hacen a través de los hombres. Estas obras son las de misericordia especialmente con aquellos que más nos necesitan. ¿Ven porqué tantas las diferencias?

Tere García Ruiz

Y yo le agregaría:
     ¿Padre y para que llegar a viejo?

Y estoy seguro que el Padre con una gran sonrisa y benevolencia me diría:
     Hay hijo, aunque un poco duro de entender, eres de corazón bueno, llegaste a viejo para eso: “para que se manifiesten en ti, las obras de Dios (Juan 9:1)

Y tú lector ¿Ya entendiste?: llegaste y llegaras a viejo para eso: “para que se manifiesten en ti, las obras de Dios (Juan 9:1)



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