1. Todos Vamos Envejeciendo
No
hay ser humano que no envejezca, cada día que pasa, envejecemos. Ese es un de
resultado de la caída de Adán.
Según
caminamos en la vida vamos llegando a diferentes etapas, hasta llegar a la
tercera edad en donde algunos la clasifican en tres grupos: los jóvenes entre
las edades de 65-75, los de mediana edad entre 75-85 y los de mayor edad entre
85 en adelante.
La
sociedad actual, ve a las personas de la tercera edad como personas que ya hicieron
su contribución a la sociedad. Que han llegado a su edad no productiva y lo
único que les resta hacer es descansar, disfrutar de su retiro, coger unas
vacaciones permanentes y dedicarse exclusivamente a viajar, jugar golf, ver
televisión, ir del cuarto a la cocina: al sofá, a la cocina, al baño y luego a
la cama o los ven como cuidadores de nietos, piensan que ya ellos no están para
más.
Hasta
este punto es valedero preguntarse: ¿Por qué esa mentalidad acerca de los
ancianos? ¿Es verdad que su productividad ha llegado a su fin? ¿Se debe
confinar a los mayores a una vida sedentaria confinados en la casa todo el
tiempo? ¿Hay lugar para el crecimiento, la productividad, el servicio y otros? La
reina de Inglaterra nació en 1926, tiene 93 años (ahora en 201) y todavía
ejerce sus funciones. Mientras el cuerpo se lo permita ella espera seguir
sirviendo como hasta ahora.
Ciertamente
y aceptamos que nuestras fuerzas no son las mismas que antes. Aunque esto es
cierto no bien es cierto que Dios nos llama a glorificarle todos los días de
nuestra vida. Esto no tiene fin. El curso de la vida dedicado a glorificar a
Dios nunca termina en esta vida ni en la vida venidera, ni en la eternidad. Así
que el reto es cómo vivir para la gloria de Dios mientras envejecemos.
Debemos
ver esa tercera etapa de la vida desde la perspectiva de la Palabra de Dios,
porque ella nunca nos lleva al error. Ella no miente. Es plenamente confiable.
Y algo más… ella es realista. No nos dará una concepción de la vejez falsa.
Consideremos Eclesiastés 12:1…5 versículo por
versículo:
a) v.
1 “Acuérdate
de tu Creador en los días de tu juventud”. Vive al máximo en tu
juventud, pero pon siempre delante de ti a tu Creador. A Él le debes la vida. Y
por tanto tu vida es para vivirla para su gloria. Tener a Dios presente es algo
para hacer desde la juventud por tu vejez.
b) v.
2 “antes
que se oscurezca el sol, y la luz, y la luna y las estrellas”. O
sea, antes de que el gozo de estar vivo decaiga. “y vuelvan las nubes tras la lluvia”.
Antes que los problemas recurran constantemente.
c) v.
3 “cuando
temblarán los guardas de la casa”, es decir, cuando nuestros
brazos no tengan fuerza y nuestras manos tiemblen. “y se encorvarán los hombres fuertes”,
es decir, nuestras piernas se debiliten. “y cesarán las muelas porque han disminuido”,
es decir, y los dientes se habrán caído. “y se oscurecerán los que miran por las ventanas”,
es decir, nuestros ojos pierden visión.
d) v.
4 “y
las puertas de afuera se cerrarán”, nos ponemos sordos. “por lo bajo del ruido de la muela”,
cuando masticar se hace difícil. “cuando
se levantará a la voz del ave”, cuando los ruidos, aun aquellos
que son placenteros nos incomodan. “y
todas las hijas del canto serán abatidas”, cuando incluso la
música nos aburre.
e) v.
5 “cuando
también temerán de lo que es alto”, perdemos el balance y nos
confundimos fácilmente. “y
habrá terrores en el camino”, nos sentimos frecuentemente
asustados. “y florecerá el
almendro”, nuestros cabellos ser tornan blancos. “y la langosta será una carga”,
nuestro caminar es errático e inestable. “y se perderá el apetito”, perdemos el
apetito e inclusive nuestras emociones y deseos decaen.
La
descripción es una de perdida, debilidad y apatía que llevan al final a la
muerte. Es descriptiva de la realidad de la vida.
Pero,
eso no es todo lo que dice la Biblia. La Biblia presenta la vejez desde la
perspectiva de la madurez. ¿Qué significa madurar? Según la Real Academia
Española es: (a) Hacer que un fruto alcance el grado de desarrollo adecuado
para ser consumido. (b) Llevar algo como una idea o un proyecto a su desarrollo
mediante la reflexión. (c) Adquirir madurez.
El
énfasis la Biblia lo pone en la primera definición. Hay dos etapas en los
frutos: cuando están verdes y cuando están maduros, listos para comer. Por lo
general los verdes son duros, ácidos, amargos y sin mucho sabor. En cambio, el
fruto maduro es suave, dulce, jugoso, con mayor sabor y dejan un buen sabor en
la boca. De esa manera algunos envejecen. Envejecen con gracia, su mente ha
madurado con sabiduría, su carácter es firme y decidido, con proporción y
balance y con muchos recursos capaz de ser mentores de otros.
También
la Biblia enfatiza que la madurez espiritual es de mayor valor que las riquezas
materiales. Y que esa madurez espiritual puede seguir creciendo según vamos
envejeciendo.
A
la razón de la Biblia, el envejecimiento bajo la gracia y el poder de Dios
traerá sabiduría: una mayor capacidad de discernimiento, saber elegir e
inclusive mayor determinación. Veamos algunos versículos del Salmo 71:5, 9, 14…18. “5. Porque tú, oh
Señor Jehová, eres mi esperanza, Seguridad mía desde mi juventud. 9. No me
deseches en el tiempo de la vejez; Cuando mi fuerza se acabare, no me
desampares. 14…18 Mas yo esperaré siempre, Y te alabaré más y más. Mi boca
publicará tu justicia Y tus hechos de salvación todo el día, Aunque no sé su
número. Vendré a los hechos poderosos de Jehová el Señor; Haré memoria de tu
justicia, de la tuya sola. Oh Dios, me enseñaste desde mi juventud, Y hasta
ahora he manifestado tus maravillas. Aun en la vejez y las canas, oh Dios, no
me desampares, Hasta que anuncie tu poder a la posteridad, Y tu potencia a todos
los que han de venir”. El salmista es ahora viejo, V. 9, pero
puede dar testimonio de cómo Dios ha estado con él en todo momento. El
versículo 18 es interesante. El salmista reconoce una responsabilidad de los mayores,
la de enseñar a los jóvenes lo que Dios ha hecho por su pueblo.
Y
el Salmo 92:12…14 “El
justo florecerá como la palmera; Crecerá como cedro en el Líbano. Plantados en
la casa de Jehová, En los atrios de nuestro Dios florecerán. Aun en la vejez
fructificarán; Estarán vigorosos y verdes”. Las palmas
son emblemas de lo fructífero y de larga vida. La idea es del pueblo de Dios
que experimenta vida y crecimiento mientras adora delante de la presencia de
Dios.
Ahora
para concluir esta parte reflexiona: ¿Cuál es la visión de tu ancianidad? ¿Ves
la vejez como una etapa de madurez? ¿La vez como una etapa en la cual puedes
seguir creciendo, madurando, de mucho servicio y vigor espiritual? ¿La enseñas
así a tus hijos?
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