viernes, 27 de julio de 2018

Prepárese Para Disfrutar La Tercera Edad


En la actualidad, casi 700 millones de personas a nivel mundial son mayores de 60 años. ¿Cómo planificar para esta etapa para que el envejecimiento no limite la capacidad para vivir la vida en todo su esplendor? Ese debe de ser una de las principales preocupaciones de las generaciones venideras como también de quienes ya están entrando a esta etapa. El primero de octubre se celebra el Día Internacional de las Personas de Edad, una fecha que se determinó por la ONU.

Cuando la ONU creo la fecha, tenía como objetivo el crear un compromiso de sus países miembros para el logro de un envejecimiento saludable; el alineamiento de los sistemas de salud con las necesidades de las personas mayores; el establecimiento de sistemas para ofrecer atención crónica y la creación de entornos adaptados para personas mayores.

También se subrayó la importancia de la formación continua, la orientación profesional y los servicios de contratación entre otras cosas para mantener una capacidad funcional máxima y mejorar el reconocimiento público de la productividad y las contribuciones de las personas de edad.

Un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS), revela que la proporción de adultos mayores aumenta rápidamente. Actualmente, casi 700 millones de personas son mayores de 60 años. Para 2050, las personas de 60 años o más serán 2.000 millones, esto es, más del 20% de la población mundial.

Lo anterior significa que el número de personas de 60 años o más será superior al de niños menores de cinco años.

El envejecimiento de la población conlleva aspectos positivos y negativos. La OMS asegura que puede considerarse un éxito desde el punto de vista de las políticas de salud pública y desarrollo socioeconómico, pero a la vez implica un reto para la sociedad que debe adaptarse a ello para mejorar la salud y la capacidad funcional de las personas mayores.

Expertos en gerontología explican que "si las personas mayores pueden vivir esos años adicionales de vida en buena salud y en un entorno propicio, podrán hacer lo que más valoran de forma muy similar a una persona joven".

Las personas hoy no se preparan para envejecer, no planifican mucho, más allá de la jubilación y actividades para un posible sustento económico. Es importante entender que la vejez no es sinónimo de enfermedad, sin embargo, hay que aceptar que nuestras capacidades físicas y a veces mentales pueden llegar a sufrir limitaciones.

Una docente jubilada de setenta años declaraba: "Si bien yo no sentía que mi vida era el trabajo, porque siempre hice otro montón de cosas, es verdad que el trabajo estructura una rutina y hasta el momento de la jubilación no había pensado en esa rutina cotidiana que seguía a esta nueva etapa". Prepararse para envejecer trae beneficios en la calidad de vida y la salud, por ello es importante planificar y prevenir, hoy en día contamos con novedosas ventajas desde la tecnología y los sistemas de salud para poder prever y acompañar nuestra transición por el período de la vejez" aseguró.

La compañía y las amistades pueden ser la mejor medicina en la vejez. Por eso, lo más importante que deben hacer los hijos para cuidar adecuadamente a sus padres cuando ya son ancianos es relacionarse con ellos o facilitarles espacios donde puedan compartir con los demás.


“La soledad enferma y causa muerte”, las principales quejas de las personas de tercera edad, son justamente, el aislamiento y que no los tengan en cuenta. Nada hará sentir mejor a la persona que contar con cariño y gente a su alrededor.

Una llamada todos los días, una conversación honesta y prolongada, más allá del “¿cómo estás?”, en la que el hijo o el nieto les cuenten a sus viejos su vida diaria o hablen sobre cualquier tema puede ser más importante y reconfortante para el alma que encontrar a una persona que permanezca todo el día a su lado, pero que no le genere un vínculo verdadero.

De acuerdo con estudios citados en el libro ‘Cumplir años sin hacerse viejo’, del médico e investigador Rudi Westendorp, experto en envejecimiento y catedrático de medicina geriátrica en Copenhague, los ancianos que suelen recibir visitas y hacer contactos con amigos o familiares tienen una mejor calidad de vida, se sienten más vitales y satisfechos.

Es recomendable que si un anciano decide quedarse a vivir en su casa, pero totalmente aislado, lo mejor que pueden hacer los hijos es sugerirle vincularse a un club de tercera edad o participar de actividades con otros, como las que ofrecen algunas instituciones. Pero, si esto no es posible, lo mejor entonces es procurar que viva en lugares donde pueda compartir con otras personas.

A moverse, varios geriatras explican que la actividad física es clave para sentirse bien. Por esto, es un error cuando los hijos limitan a sus padres mayores. Una cosa es acomodarles espacios para reducir probabilidades de accidentes y generar seguridad, como fijar barandas en los baños o quitar las alfombras para evitar caídas y otra impedir que hagan por sí mismos lo que están en condiciones de hacer. Explican también que la autonomía y la independencia son fundamentales para que los ancianos puedan sentirse a gusto consigo mismos y con el paso de los años. Saber que son capaces es importante para ellos, claramente. Si tienen limitaciones visuales o auditivas, deben salir acompañados; pero si pueden caminar, subir y bajar escaleras y prepararse un café, no existen razones para impedir que lo hagan por sí solos.

La otra equivocación que cometen muchas veces los hijos o sobrinos con sus padres es que los infantilizan. Los ancianos no son niños o acaso no entienden que la persona está cumpliendo un ciclo de vida, que requiere cierto apoyo, pero no es igual a decir que es un niño, tiene que tratarse como una persona adulta con algunas características diferentes.

Otro aspecto fundamental es que tengan actividad intelectual, ayudarles a resolver crucigramas o leerles, si no ven bien, intentar sudokus o pensar en inscribirlos a un curso de algo nuevo que quieran aprender.

Los hijos deben aprovechar al máximo a sus padres mayores para que les enseñen de la vida y deben evitar tratarlos como si no pudieran vivir, como si no hubieran aprendido de la vida los suficiente para saber qué hacer en ciertos momentos. Son tan sabios, como afirma el geriatra, ¡Que la mayoría ya no le temen a la muerte!!!


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