viernes, 10 de febrero de 2017

Abuelos Que Cuidan A Sus Nietos Viven Más



Transcribo a continuación un artículo relacionado al caso, aparecido en uno de los periódicos de mi país.

Los abuelos que ocasionalmente cuidan a sus nietos o ayudan a otros en la comunidad suelen vivir más que los adultos mayores que no se ocupan de terceros, según un estudio realizado en Alemania.

La custodia de un nieto puede tener un efecto negativo en la salud, pero la asistencia ocasional puede ser beneficiosa para los mayores, según publican los autores en la revista Evolution and Human Behavior.

"No tener contacto con los nietos influye negativamente en la salud de los abuelos", dijo la autora principal Sonja Hilbrand, doctoranda del Departamento de Psicología de la Universidad de Basilea, en Suiza. "Esa relación podría ser un mecanismo profundo del pasado evolutivo, cuando ayudar con los nietos era clave para la supervivencia de la especie humana", agregó.

Los resultados surgen de más de 500 participantes mayores de 70 años del Estudio sobre Envejecimiento.
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El equipo comparó esos resultados con los de otros dos grupos de adultos mayores: uno que ayudaba a terceros, como amigos y vecinos, y otro grupo que no asistía a otros.

Tras considerar la edad y el estado de salud de los participantes, el riesgo de morir en 20 años era un tercio más bajo en los abuelos que cuidaban a sus nietos que en el grupo que no cuidaba niños.

La mitad de los abuelos que cuidaban a sus nietos seguía con vida a los 10 años de la primera entrevista. Lo mismo ocurrió con los participantes que asistían de alguna manera a sus hijos adultos, como en las tareas hogareñas.

En cambio, la mitad de los participantes que no asistía a otros murió a los cinco años.

Ser cuidador estuvo asociado con más años de vida aun cuando el receptor de esa atención no era un familiar. La mitad de los adultos mayores sin hijos que ayudaba a amigos o vecinos vivió unos siete años más desde el inicio del estudio, mientras que los que no ayudaban a familiares o terceros vivieron unos cuatro años, en promedio, según publica el equipo.

FUENTE: Evolution and Human Behavior, online 5 de diciembre del 2016 

Hasta aquí, el artículo, pero ¿Cómo aparecen los abuelos creados por Dios?, responderé lo anterior, porque mucho cristiano se niega gozarse de sus nietos aduciendo que ya son viejos enfermos y cansados, olvidándose que el servir es un hecho de agrado a Dios hasta la muerte.

Veamos como salen los abuelos: Génesis 1:26…28 “Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y…”.

De la unión de Adán y Eva, nacieron tres hijos. Caín que se dedicó a labrar la tierra, Abel que pastoreó con ovejas y Set, que Dios se lo concedió por Abel, que había sido matado por Caín (Genesis.4).

Caín, después de matar por envidia a su hermano Abel y ser maldecido por Dios, anduvo errante y vagabundo sobre la tierra. Después de una relación con una mujer, tuvo un hijo al que llamó Enoc. Así mismo, a Set, también le nació un hijo, al que le puso por nombre, Enoc.

Y es precisamente en este punto, pienso yo, cuando por su propia voluntad, el Padre, también creó a los primeros abuelos, en las personas de Adán y Eva. 

¿Es así o no es así? o acaso ¿esperaba un capítulo de Génesis dedicado al surgimiento de los abuelos? 

En cualquier caso, en cualquier forma que lo veamos, lo cierto es que ya Adán y Eva se enfrentaban cara a cara con la vejez, por la expulsión del paraíso terrenal Vivian con los clásicos achaques que todos los viejos nos vemos obligados a aceptar, evidentemente es una situación que resulta poco divertida, si además se añade, que hemos de cuidar, durante muchas horas del día a nuestros nietos, por las variadas circunstancias actuales, de nuestros hijos.

Sin embargo, hemos de tener en cuenta que, al jubilarnos y descansar de nuestras obligaciones laborales, no podemos pensar que nuestra vida se ha de convertir en una siesta interminable, sino debemos estar siempre dispuestos a colaborar con aquellos que necesiten de nuestra ayuda. Y hoy, por suerte, la mayoría de las veces, está dedicada a cuidar de nuestros nietos.

Es muy importante, me parece a mí, no hacer las cosas por pura obligación, pues por mucho que uno se esfuerce, será siempre como llevar a rastras una cadena. Y por el contrario, cuando se hacen por amor, apenas cuesta nada.

El final, sería llegar al convencimiento de que existen dos formas de hacer las cosas. Por obligación y entonces resultan cansadas, aburridas y latosas. O hacerlas por amor y en este caso, se convierten en ligeras, gozosas y fecundas. A fin de cuentas, el premio, como siempre, es la sonrisa y el amor sincero que recibimos de los nietos.

Muchos abuelos así lo confiesan, felices de esa situación que les ha tocado vivir, sin lamentar, falta de libertad que a veces les hace añorar, el recuerdo de aquella juventud de tiempos pasados, vivida con la ilusión de ver crecer a sus hijos, ante una vida que empezaba.

Porque, en definitiva, pienso yo, hemos de mentalizarnos y entender que todavía estamos vivos y que tenemos mucha vida para compartirla con todos y sobre todo con nuestros nietos.

Y finalmente, pensar, que la creación de los abuelos, es otra obra perfecta de Dios.  Si de Dios, nada más y nada menos.


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