Transcribo a continuación un artículo relacionado
al caso, aparecido en uno de los periódicos de mi país.
Los abuelos que ocasionalmente cuidan a sus
nietos o ayudan a otros en la comunidad suelen vivir más que los adultos
mayores que no se ocupan de terceros, según un estudio realizado en Alemania.
La custodia de un nieto puede tener un efecto
negativo en la salud, pero la asistencia ocasional puede ser beneficiosa para
los mayores, según publican los autores en la revista Evolution and Human
Behavior.
"No tener contacto con los nietos influye
negativamente en la salud de los abuelos", dijo la autora principal Sonja
Hilbrand, doctoranda del Departamento de Psicología de la Universidad de
Basilea, en Suiza. "Esa relación podría ser un mecanismo profundo del
pasado evolutivo, cuando ayudar con los nietos era clave para la supervivencia
de la especie humana", agregó.
Los resultados surgen de más de 500
participantes mayores de 70 años del Estudio sobre Envejecimiento.
.
El equipo comparó esos resultados con los de
otros dos grupos de adultos mayores: uno que ayudaba a terceros, como amigos y
vecinos, y otro grupo que no asistía a otros.
Tras considerar la edad y el estado de salud de
los participantes, el riesgo de morir en 20 años era un tercio más bajo en los
abuelos que cuidaban a sus nietos que en el grupo que no cuidaba niños.
La mitad de los abuelos que cuidaban a sus
nietos seguía con vida a los 10 años de la primera entrevista. Lo mismo ocurrió
con los participantes que asistían de alguna manera a sus hijos adultos, como
en las tareas hogareñas.
En cambio, la mitad de los participantes que no
asistía a otros murió a los cinco años.
Ser cuidador estuvo asociado con más años de
vida aun cuando el receptor de esa atención no era un familiar. La mitad de los
adultos mayores sin hijos que ayudaba a amigos o vecinos vivió unos siete años
más desde el inicio del estudio, mientras que los que no ayudaban a familiares
o terceros vivieron unos cuatro años, en promedio, según publica el equipo.
FUENTE: Evolution and Human Behavior, online 5
de diciembre del 2016
Hasta aquí, el artículo, pero ¿Cómo aparecen
los abuelos creados por Dios?, responderé lo anterior, porque mucho cristiano
se niega gozarse de sus nietos aduciendo que ya son viejos enfermos y cansados,
olvidándose que el servir es un hecho de agrado a Dios hasta la muerte.
Veamos como salen los abuelos: Génesis 1:26…28 “Entonces
dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y
señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en
toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. Y creó Dios
al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. Y los
bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y…”.
De la unión de Adán y Eva, nacieron tres hijos.
Caín que se dedicó a labrar la tierra, Abel que pastoreó con ovejas y Set, que
Dios se lo concedió por Abel, que había sido matado por Caín (Genesis.4).
Caín, después de matar por envidia a su hermano
Abel y ser maldecido por Dios, anduvo errante y vagabundo sobre la tierra.
Después de una relación con una mujer, tuvo un hijo al que llamó Enoc. Así
mismo, a Set, también le nació un hijo, al que le puso por nombre, Enoc.
Y es precisamente en este punto, pienso yo,
cuando por su propia voluntad, el Padre, también creó a los primeros abuelos,
en las personas de Adán y Eva.
¿Es así o no es así? o acaso ¿esperaba un capítulo
de Génesis dedicado al surgimiento de los abuelos?
En cualquier caso, en cualquier forma que lo
veamos, lo cierto es que ya Adán y Eva se enfrentaban cara a cara con la vejez,
por la expulsión del paraíso terrenal Vivian con los clásicos achaques que
todos los viejos nos vemos obligados a aceptar, evidentemente es una situación
que resulta poco divertida, si además se añade, que hemos de cuidar, durante
muchas horas del día a nuestros nietos, por las variadas circunstancias
actuales, de nuestros hijos.
Sin embargo, hemos de tener en cuenta que, al
jubilarnos y descansar de nuestras obligaciones laborales, no podemos pensar
que nuestra vida se ha de convertir en una siesta interminable, sino debemos
estar siempre dispuestos a colaborar con aquellos que necesiten de nuestra
ayuda. Y hoy, por suerte, la mayoría de las veces, está dedicada a cuidar de
nuestros nietos.
Es muy importante, me parece a mí, no hacer las
cosas por pura obligación, pues por mucho que uno se esfuerce, será siempre
como llevar a rastras una cadena. Y por el contrario, cuando se hacen por amor,
apenas cuesta nada.
El final, sería llegar al convencimiento de que
existen dos formas de hacer las cosas. Por obligación y entonces resultan
cansadas, aburridas y latosas. O hacerlas por amor y en este caso, se
convierten en ligeras, gozosas y fecundas. A fin de cuentas, el premio, como
siempre, es la sonrisa y el amor sincero que recibimos de los nietos.
Muchos abuelos así lo confiesan, felices de esa
situación que les ha tocado vivir, sin lamentar, falta de libertad que a veces
les hace añorar, el recuerdo de aquella juventud de tiempos pasados, vivida con
la ilusión de ver crecer a sus hijos, ante una vida que empezaba.
Porque, en definitiva, pienso yo, hemos de
mentalizarnos y entender que todavía estamos vivos y que tenemos mucha vida
para compartirla con todos y sobre todo con nuestros nietos.
Y finalmente, pensar, que la creación de los
abuelos, es otra obra perfecta de Dios. Si de Dios, nada más y nada menos.
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