“Se irán cerrando las puertas de la calle, irá
disminuyendo el ruido del molino, las aves elevarán su canto, pero apagados se
oirán sus trinos. Eclesiastés 12:4 NVI
Alrededor del 25 por ciento de las personas de
más de 65 años y el 80 por ciento de los mayores de 80 años tienen algún
problema de oído. Este dato indica que, como sucede en otros órganos del
cuerpo, el oído también se ve afectado por el envejecimiento. De ahí, que la
pérdida auditiva sea muy común en personas mayores.
Las personas empezamos a perder audición a
partir de los 20 años. Se trata de un proceso natural llamado presbiacusia o
pérdida de la audición gradual, que se hace más evidente a partir de los 50
años. Para las personas con presbiacusia es complicado apreciar esta
disminución porque -además de ser progresiva-, no es que no oigan bien, sino
que han perdido el nivel de las frecuencias agudas. De hecho, suelen afirmar
que oyen pero no entienden lo que se les dice, por lo que tienen que pedir
continuamente a sus interlocutores que les hablen más alto, sobre todo, cuando
hay ruido de fondo.
Este deterioro del oído interno está
relacionado con el paso del tiempo, pero puede haber otras causas que hagan a
la persona más susceptible de padecerlo, como la genética, alguna enfermedad o
la exposición continua a ruidos de alta intensidad.
Las pequeñas células pilosas del oído interno
ayudan a que usted oiga. Recogen las ondas sonoras y las convierten en señales
nerviosas que el cerebro interpreta como sonido. La hipoacusia ocurre cuando
estas diminutas células se dañan o mueren. Las células pilosas no crecen de
nuevo, de manera que la mayor parte de la pérdida auditiva causada por el daño
a estas células es permanente.
No hay ninguna causa única conocida para la
hipoacusia relacionada con la edad. Con mucha frecuencia, es causada por
cambios en el oído interno que ocurren a medida que usted envejece. Sin
embargo, los genes y ruidos fuertes o auriculares de música pueden influir
mucho.
Los siguientes factores contribuyen a la
hipoacusia relacionada con la edad:
·
Antecedentes
familiares (la hipoacusia relacionada a la edad tiende a ser hereditaria)
·
Exposición
repetitiva a ruidos fuertes
·
Tabaquismo
(los fumadores son más propensos a tener tal pérdida auditiva)
·
Ciertas
afecciones como la diabetes
·
Ciertos
medicamentos, como los fármacos para quimioterapia usados contra el cáncer
La pérdida auditiva ocurre lentamente con el
tiempo. Los síntomas incluyen:
·
Dificultad
para escuchar a las personas a su alrededor.
·
Pedirle
con frecuencia a las personas que repitan lo que dijeron.
·
Frustración
de no poder escuchar.
·
Ciertos
sonidos parecen demasiado fuertes.
·
Problemas
para oír en áreas ruidosas.
·
Problemas
para diferenciar ciertos sonidos como "s".
·
Mayor
dificultad para entender a las personas con voces agudas.
·
Zumbido
en los oídos.
Hable con su médico si tiene cualquiera de
estos síntomas. Los síntomas de presbiacusia pueden parecerse a los
síntomas de otros problemas de salud. Su medico efectuará un examen físico
completo, para encontrar si un padecimiento físico está causando la hipoacusia.
El usará un instrumento llamado otoscopio para observar dentro de los oídos.
Algunas veces, el cerumen puede bloquear los conductos auditivos externos y
causar hipoacusia.
Su médico considerara remitirlo a un
otorrinolaringólogo y un especialista en el oído (audiólogo). Las audiometrías
pueden ayudar a determinar el grado de la hipoacusia.
No existe cura para la hipoacusia relacionada
con la edad. El tratamiento se concentra en mejorar el desempeño diario. Lo
siguiente puede ayudar:
·
Aparatos
auditivos
·
Amplificadores
telefónicos y otros dispositivos de ayuda
·
Lenguaje
de señas (para aquellos con hipoacusia grave)
·
Lectura
del lenguaje (lectura de los labios y el uso de señas visuales puede ayudar a
la comunicación)
·
Se
puede recomendar un implante coclear para personas con hipoacusia muy grave. Para
ello. se realiza una cirugía para colocar el implante. Este permite que la
persona detecte sonidos de nuevo y con práctica, puede permitirle entender el
lenguaje, pero no restablece la capacidad auditiva normal.
La hipoacusia relacionada con la edad casi
siempre empeora de manera gradual. La pérdida auditiva no se puede revertir y
puede conducir a la sordera.
La hipoacusia puede provocar que usted evite
salir de casa. Busque la ayuda del médico, de familiares y amigos para
evitar quedar aislado. La hipoacusia se puede manejar de modo que usted
pueda seguir llevando una vida plena y activa.
La hipoacusia puede ocasionar problemas físicos
(no escuchar una alarma de incendio) como psicológicos (aislamiento social).
Debe evaluarse lo más pronto posible. Esto
ayuda a descartar causas como demasiado cerumen en el oído o efectos
secundarios de medicamentos. Su médico determinara si necesita una
audiometría. Consulte inmediatamente si tiene un cambio súbito en su
audición o hipoacusia con otros síntomas como:
·
Dolor
de cabeza
·
Cambios
en la visión
·
Vértigo
Haga todos los esfuerzos, dentro de lo
razonable, para ayudar a las personas con deficiencia auditiva o sordera a
relacionarse con otros miembros para que comprendan lo que se diga y expresen
sus propias ideas y sentimientos. La ayuda para las personas sordas o con
deficiencia auditiva puede incluir:
Sugerencias:
·
Busque
maneras de comunicarse; escriba palabras o trace dibujos en un papel; utilice
un procesador de texto o una computadora. Si se lo hubieran solicitado o si
resultara útil, pida a alguien que tome notas.
·
Mire
directamente a la persona y hable con naturalidad. Si la persona no
comprendiera una palabra, repítala o reemplácela por otra que signifique lo
mismo. No eleve el tono de voz.
·
Busque
maneras de presentar la información de un modo visual. Por ejemplo, use
imágenes, un proyector, posters o una pizarra. Antes de proseguir, procure
conceder tiempo a la persona para que lea. Las personas que tienen deficiencia
auditiva a menudo se apoyan en los medios visuales para aprender.
·
Defina
y explique el vocabulario. Repase con frecuencia las palabras y la información
nueva.
Por experiencia propia, pues padezco de ella,
le puedo decir que no desespere, tómelo como un reto a su inteligencia para
buscar formas de comunicarse, auxíliese de la tecnología moderna y no tenga
pena de decir que es hipoacúsico para que lo atiendan. Después de todo hay que
avivar ante las embestidas del mundo y este padecimiento no es único la gran
mayoría de viejos lo padecemos.
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