Los antiguos sabios hebreos creían que la mente
residía en el corazón. Es por esto que cada vez que leas las escrituras
bíblicas, cuando veas la palabra “corazón” la mayor parte de las veces se
estará refiriendo a la mente. Y la mente es el conjunto de capacidades
intelectuales de la persona originadas en el cerebro.
El cerebro humano nunca deja de aprender, la
mente comienza a hacerse menos aguda a partir de los 20 años y cuanto más
envejecemos, más lentos nos volvemos para asimilar y procesar información. Por
eso nos resulta difícil recordar nombres nuevos, números telefónicos o detalles
específicos de un acontecimiento reciente.
Los científicos afirman que nuestra
“inteligencia fluida” o “mecánica mental” se deteriora con la edad. Pero lo que
perdemos en rapidez, lo ganamos en conocimiento y experiencia. Esta actitud de
la mente, mejora en las personas en la madurez y permanece estable hasta una
edad avanzada. Dado a que una habilidad mental compensa el deterioro que sufre
otra, pasa mucho tiempo antes de que las pérdidas cognoscitivas se manifiesten
en la vida diaria.
Sin embargo, es posible hacer más lenta la
disminución natural de la agudeza mental. Incluso en la vejez, el cerebro forma
neuronas y dendritas nuevas. Las dendritas son pequeñas prolongaciones de las
neuronas que sirven para recibir la información que transmiten otras neuronas.
Si una persona lleva una vida estimulante, formará nuevas neuronas y dendritas.
Busque desafíos mentales y situaciones
novedosas tanto como pueda. Por ej., trate de hacer amistad con personas
nuevas, aprender otro idioma e ir de vacaciones a distintos lugares. La novedad
y la variedad ayudan a mantener activo el cerebro. Otros ej.: luego de leer el
diario, repase mentalmente la información; hable con sus amigos sobre algún
libro que haya disfrutado mucho; tras asistir a un concierto o ver una
película, comparta con otros lo que sintió y entendió. Cualquier actividad que
le haga usar la mente contribuirá a preservar su capacidad intelectual.
¿Cuántas palabras podría formar combinando
todas o algunas de las letras del término “demulcente”? Tal vez no muchas,
ni fácilmente. Un editor canadiense jubilado formó sólo 15 luego de un gran
esfuerzo de concentración, mientras que su esposa, quien suele ejercitar su memoria,
formó 33 sin dificultad, una vez por semana, ella asiste a una sesión de
entrenamiento de memoria en la que practica juegos mentales que mantienen ágil
su cerebro.
Según envejecemos, empezamos a notar que nos
olvidamos de los nombres de las personas o no recordamos dónde pusimos las
llaves, pero no lo tome como tragedia. Esto es algo que les pasa a todas las
personas y todos podemos hacer algo para compensarlo.
Ejercite
su mente
Como regla general, la falta de memoria es la
incapacidad de recordar acontecimientos del pasado remoto. En contraste, los
enfermos de Alzheimer suelen olvidarse de lo que ocurrió hace unos minutos. Sicgfried
Lehrl, presidente de la Sociedad para el Ejercicio Mental, hace 20 años comenzó
a desarrollar ejercicios mentales básicos hoy conocidos como Entrenamiento de
Activación Mental (MAT, por sus siglas en inglés), estos consisten en
pequeñas tareas mentales que llevan al cerebro a un estado de alerta óptimo,
explica Lehrl.
Luego de los ejercicios de calentamiento, el
cerebro se encuentra en condiciones para responder a las demandas intelectuales
cotidianas. Estos ejercicios incrementan la atención a corto plazo y aceleran
los procesos para asimilar información, asegura Lehrl, quien puntualiza que la
mejoría no se refleja directamente en la memoria, sino en la capacidad para
procesar información, requisito indispensable para un buen desempeño de la
memoria.
El sistema Brain Jogging, desarrollado por el
neurocientífico japonés Ryuta Kawashima en colaboración con Nintendo, famoso
fabricante de consolas de videojuego, estimula las células nerviosas de la
materia gris. A sus 22 años, Thomas Schróter, estudiante de inglés y filosofía
en Wuerzburg, utiliza el juego todas las noches durante 15 minutos. El sistema
ofrece el atractivo adicional de calcular la “edad cerebral” una vez concluido
el ejercicio. Al principio, mi cerebro tenía 73 años; fue una sorpresa
tremenda, declara Schróter. Pero con el tiempo, el joven estudiante recuperó el
ritmo de su verdadera edad cerebral y asegura que los juegos mentales también
han tenido un efecto positivo en sus estudios: “Ahora aprendo el vocabulario
con mayor rapidez”.
No obstante, no hay suficientes pruebas de que
las destrezas adquiridas con ejercicios cerebrales puedan aplicarse al
desempeño intelectual en otros ámbitos de la vida cotidiana. En otras palabras:
si leemos un texto invertido, citamos 20 ciudades cuyo nombre empieza con C,
resolvemos un problema aritmético o buscamos diez sinónimos de la palabra
“dinero”, lo único que conseguimos es mejorar esas destrezas específicas; pero
que esos ejercicios mejoren nuestra capacidad general para identificar nombres
o números, sigue en debate.
Por eso, es conveniente que identifique los
ejercicios cerebrales o de memoria que no desempeña correctamente, así como las
destrezas que necesita practicar, aconseja el profesor Hans Georg Nehen,
presidente de la Federación Alemana para el Entrenamiento de la Memoria.
Reglas
para una atención alerta
Para mantener la confianza en sí mismo al
tiempo que acepta el paso de los años, resulta muy útil tener presentes algunos
principios fundamentales.
·
Esté alerta. Mantenga una actitud
abierta y muéstrese dispuesto a aprender cosas. Cuando tenga que registrar
información nueva trate de liberarse de toda preocupación inoportuna, para
poder concentrarse mejor.
·
Conserve sus intereses
y su curiosidad sobre diversos temas. Para esto no existe límite de edad. No hay
nada que sea poco interesante en sí mismo; está en uno decidir si nos interesa
o no. Abandonar ciertos intereses no implica caer en un estado de indiferencia,
pero debe encontrar otros que los reemplacen y mantengan sus facultades en
estado de alerta.
·
Fíjese proyectos y
cúmplalos. Cualquier
proyecto le permitirá desarrollarse, progresar y dar más sentido a su vida,
aunque ese plan se modifique o se transforme o no salga del todo bien. Siempre
le dará motivos para alimentar la atención, porque lo mantiene abierto al mundo
externo.
·
Mantenga o genere
nuevos contactos estimulantes con otras personas. Aguzará en forma
considerable la atención si preserva una buena red de relaciones sociales.
Elegir uno o dos núcleos de interés que impliquen conocer a otra gente
constituye también una buena forma de crear nuevas redes, igualmente
estimulantes.
·
Comuníquese e
intercambie información. Compartir con otros algo que ha recordado, aprendido o
experimentado exige preparación mental. Esto, junto con el deseo de
comunicarles algo a los demás, estimula la atención y la memoria.
La nueva
tecnología
La computadora, los DVD, internet y los
celulares invaden nuestro mundo; pero no se resista a ellos y, sobre todo, no
se aterrorice si no los entiende. No se obsesione con las instrucciones ni
luche por recordarlas. Pídale a una persona más joven que le muestre, un par de
veces, cómo hacer las operaciones que a usted le interesan. Anótese con sus
propias palabras lo que debe hacer para que su nueva herramienta funcione.
No
olvidemos la parte física:
·
No se exceda de
peso: Trate
de no engordar y si tiene sobrepeso, intente corregirlo.
·
Buena postura: Haga de la buena
postura un hábito: si está mucho tiempo sentado frente a un escritorio, procure
respetar ángulos de 90° para la cadera, las rodillas y los tobillos. Es
preferible que la silla sea giratoria y con apoyabrazos. Los pies deben
permanecer estables y apoyados en su totalidad; si no llegan al piso debe
agregarse un dispositivo para apoyarlos correctamente. No es recomendable
trabajar con las piernas cruzadas, ni apoyando solo las puntas de los pies. Cambie
las posiciones a menudo y recuerde que para levantar algo del suelo, debe
flexionar las rodillas para hacer fuerza con ellas. Además, cuando cargue un
objeto pesado, trate de acercarlo lo máximo posible al cuerpo.
·
Alimentos: Procure la ingestión
de alimentos ricos en; a) vitamina C (naranja, melón, brócoli)
minimizan la pérdida de cartílago y retrasan el progreso degenerativo de los
cartílagos; b) calcio (lácteos, salmón) para la fortaleza de los huesos; d)
vitamina E (nuez, palta, aceite de oliva) alivian la artrosis.
·
Actividad física: Reduzca al mínimo
la posibilidad de lesiones. Si hace ejercicios sobre una superficie dura, use zapatillas
con una suela alta de goma. Hacer caminatas, andar en bicicleta y nadar es
bueno para las articulaciones.
·
Calzado: Es preferible usar
zapatos de tacón bajo, con suela acolchada y punta redonda, ya que sostienen el
metatarso y el talón. Elija el calzado apropiado de acuerdo con el deporte que
va a practicar.
Por ultimo cuida
de tu alma, no te canses de hacer el bien y tu alma prosperara recuerda a 3
Juan1:2 “Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que
tengas salud, así como prospera tu alma”
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