viernes, 15 de julio de 2016

La Tercera Edad, Aun En La Vejez Darán Fruto

Cualquiera que sea el sistema de creencias, ya sea cristiana evangélica, católica, judíos, musulmanes o de otra fe, la religión puede ser una gran parte de la identidad de una persona. Es importante capacitar a las personas mayores que viven en comunidades de alto nivel para mantener el componente espiritual de sus vidas, ya esta espiritual se vuele su principal fuente de fuerza motora.

En las últimas décadas, los gerontólogos se han vuelto cada vez más conscientes de la importancia de la espiritualidad para el bienestar de las personas mayores. 

La espiritualidad es difícil de definir y describir. Es un concepto que es muy personal, a menudo privada y difícil de poner en obra. Para la mayoría, la espiritualidad es una experiencia interna.

Los gerontólogos a menudo definen la espiritualidad con una descripción que venía de 1971: "el valor básico alrededor del cual todos los demás valores se centran, la filosofía central de la vida - ya sea religioso, antirreligioso o no religiosa - que guía la conducta de una persona, las dimensiones sobrenaturales y no materiales de la naturaleza humana". Si bien esta definición menciona términos y conceptos familiares que la mayoría de la gente estaría de acuerdo que se relacionan con la espiritualidad, en la actualidad no existe un consenso real sobre un significado estandarizado del término.

Ser religioso y ser espiritual son dos cosas separadas, pero lo que tienen en común es que más la gran mayoría de los ancianos en todas las culturas, consideran a sí mismos a ser miembros de una religión, sólo una minoría dice que es ateo. Mientras que la espiritualidad es difícil de medir.

La generación actual de mayores creció en un tiempo de una sociedad más religiosamente activa, en las comunidades donde a menudo opera un entorno influenciado por una institución religiosa. Esta comunidad les ha proporcionado una fuente de apoyo social y otros beneficios. Se cree que la religión puede producir los siguientes beneficios psicológicos en las personas mayores:
-       Visión optimista de la vida y de la enfermedad, lo que resulta en menores tasas de mortalidad y mejora de los resultados de recuperación de la salud
-       Un sentido de propósito en la vida
-       Una mayor capacidad para hacer frente a la enfermedad, discapacidad y muerte

Es importante no pasar por alto las necesidades religiosas y espirituales de las personas mayores, especialmente cuando ellos están adscritos o visitan algún centro de atención, ya sea iglesia, club de ancianos, asilo de ancianos, etc. Estas necesidades se han llegado a clasificar en las denominadas catorce necesidades espirituales de las personas mayores:
1.    Una necesidad de sentido, propósito y esperanza
2.    Una necesidad de trascender las circunstancias
3.    Una necesidad de continuidad
4.    Una necesidad de apoyo en el tratamiento de la pérdida
5.    Una necesidad para la validación y el apoyo de los comportamientos religiosos
6.    La necesidad de participar en comportamientos religiosos
7.    La necesidad de la dignidad personal y sentido de valor
8.    La necesidad de amor incondicional
9.    una necesidad de expresar la ira y la duda
10. Un necesitan sentir que Dios está de su lado
11. Una necesidad de amar y servir a los demás
12. Necesitan estar agradecidos
13. La necesidad de perdonar y ser perdonados
14. La necesidad de prepararse para la muerte y el morir

Estas necesidades se vuelven particularmente importante en el cuidado a largo plazo cuando ellos están pasando por períodos de pérdida y ajuste. Esta fase de la vida está marcada por la pérdida de la capacidad, la salud, la independencia y amigos. 

Las personas religiosas y espirituales a menudo usan su fe y creencias para hacer frente a estas pérdidas, por lo que es crucial el seguir efectuando servicios religiosos para las personas mayores que lo deseen:   

No debemos de olvidar que como cristianos estamos comprometidos a honrar las personas mayores y velar por el mantenimiento de la calidad de vida. Además de cumplir con los requisitos físicos y de salud; por otro lado, esta edad ha sido marcada por grandes producciones.  

Después de todo la vida comienza en la ancianidad y con ella la inmortalidad, no debemos olvidar que: “Aun en la vejez fructificarán, estarán vigorosos y verdes” Salmo 92:14 y así ha sido ciertamente con algunos hombres notables. 
·         Tintoretto, a los 74 años, pintó el gran “Paraíso”, un cuadro de 25 metros por diez.
·         Verdi, a los 74 años, produjo su obra maestra “Otelo”, a los 80 años, “Falsedad”, y a los 85 años, sus famosos “Ave María, Stabat Mater y Te Deum”.
·         Lamarcke, a los 78 años, completó su gran obra zoológica.” Historia Natural de los Invertebrados”.
·         Catón, a los 80 años, empezó a “estudiar griego”.
·         Goethe, a los 80 años, completó el “Fausto”.
·         Tensión, a los 83 años, escribió “Cruzando la barrera”.
·         Tiziano, a los 98 años, pintó su cuadro histórico de la “Batalla de Lepanto”.


¿Y TU QUE HARAS?  



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