viernes, 4 de marzo de 2016

Adultos Mayores Que Viven Solos Y La Intimidad


Se estima que en América Latina y la cifra anda bastante parecida para otras latitudes, que casi el 30% de las personas mayores solos.

Cerca del 80% de las personas mayores que viven solas son mujeres. Los hombres son más propensos a morir antes que sus esposas y son más propensos a casarse o acompañarse de nuevo, no así las mujeres que son viudas o divorciadas.

Vivir solo puede presentar muchos retos:
-        Las personas que viven solas tienen más probabilidades de ser pobres y es cada vez más, en cuanto más tiempo viven solos.
-        Muchas personas mayores que viven solas dicen que se sienten solos y aislados.
-        Comer es una actividad social para la mayoría de la gente, algunas personas mayores que viven solas no se preparan comidas completas y equilibradas. Por lo tanto, la desnutrición se convierte en una preocupación.
-        Entre las personas con problemas de salud o dificultad para ver u oír, es fácil el empeoramiento de los síntomas de la enfermedad pasen desapercibidos.
-        Muchas personas mayores que viven solas tienen problemas para seguir instrucciones para los tratamientos prescritos.

A pesar de estos retos y problemas, la mayoría de las personas mayores que viven solas expresan un vivo deseo de mantener su independencia. Muchos temen ser demasiado dependiente de los demás y desean continuar viviendo solas, a pesar de los desafíos que enfrentan. Participar en actividades físicas y mentales regulares y estar conectado con otros ayudan a las personas mayores que viven solas a mantener su independencia.

La gente que vuelve a casa después de una estancia en el hospital, sobre todo después de una cirugía, pueden beneficiarse de tener una platica con un trabajador social o profesional de la salud acerca de cualquiera de los servicios adicionales que serán necesarios. Dichos servicios, que pueden incluir ayudantes de salud en el hogar o enfermeras a domicilio, puede ayudar a asegurar que las personas vuelven a vivir de forma independiente.

Los estudios han demostrado que las personas mayores que carecen de la interacción social tienden a tener más problemas de salud que, los que no están aislados socialmente. Las personas mayores que viven solas pueden tener que hacer un esfuerzo para evitar el aislamiento social.

Muchas personas mayores encuentran que el voluntariado es una buena manera de utilizar las habilidades y experiencias de vida para contribuir a la sociedad. En la actualidad en muchos países los gobiernos centrales como los locales, dan la bienvenida las habilidades de los adultos mayores. Existen programas dirigidos a su segmento generacional.

Algunas personas mayores también se encuentran tomando clases como una buena manera de mantener su mente activa y para conectarse con otros en sus comunidades. Muchas comunidades, distritos municipales y universidades ofrecen clases de educación continua para todas las personas e incluso algunos diseñados con los adultos mayores en mente.

Aficiones y grupos sociales también pueden ayudar a las personas mayores a mantener conexiones sociales y la forma física. Algunas personas mayores redescubrir una afición que abandono cuando activamente desarrollaba su trabajo o debido a las preocupaciones laborales y familiares. Otras personas pueden querer explorar nuevos intereses.

Cuando hablamos de la intimidad, debemos tener claro que el deseo de intimidad no disminuye con la edad y no hay edad en la que la intimidad, incluyendo la intimidad física, es inapropiada. Sin embargo, los trastornos y los cambios emocionales que a menudo ocurren con el envejecimiento pueden interferir con el desarrollo y mantenimiento de una relación íntima.

El envejecimiento también puede cambiar la forma en que la intimidad se expresa. Los estudios han demostrado que las personas que permanecen activas y que interactúan con otras personas durante la vejez, viven vidas más largas y más saludables y felices.

Voluntariado, tomando clases, uniéndose a grupos sociales, participar en pasatiempos y la búsqueda de algún tipo de práctica espiritual o religiosa, son todas maneras de mantenerse conectado al mundo. Incluso las personas que están confinadas en su casa debido a una enfermedad pueden permanecer conectados por medio de visitas o mediante la comunicación por teléfono o por correo electrónico.


La intimidad física en particular, se puede perder por lo siguiente:
-        La pérdida de la pareja: la pérdida o ausencia de un compañero, es probablemente la más común de las  barreras para la intimidad.
-        Trastornos: Diversos trastornos que se vuelven más comunes con el envejecimiento pueden interferir con la intimidad física. Trastornos vasculares y la diabetes pueden causar disfunción eréctil. La artritis puede limitar los movimientos y hacerlos dolorosa. El dolor, el malestar, las drogas y la preocupación asociada con un trastorno puede amortiguar el deseo de intimidad. El deterioro cognitivo y la demencia pueden complicar las cuestiones del consentimiento y la comodidad con la intimidad. Para la pareja, el estrés y demandas de cuidado pueden interferir con la intimidad.
-        El uso de drogas: Las personas mayores son más propensas a tomar medicamentos (tales como medicamentos para tratar la presión arterial alta o medicamentos que afectan la función cerebral) que pueden causar problemas que afectan a la intimidad (por ejemplo, disfunción eréctil o disminución del deseo sexual).
-        Cambios relacionados con la edad: Los niveles de hormonas sexuales disminuyen, causando cambios que hacen de las relaciones sexuales algo incómodo o difícil. Por ejemplo, el revestimiento de la vagina puede adelgazar o se atrofia y la lubricación vaginal puede reducirse. El deseo sexual puede disminuir.
-        La renuencia a discutir los efectos de la edad: las personas mayores que desarrollan problemas que interfieren con la intimidad física o que se sienten avergonzados por los cambios en su cuerpo (por ejemplo, arrugas o carne flácida) pueden ser reacias a discutir estos cambios con su pareja o con su médico.
-        Los estereotipos negativos sobre la sexualidad en las personas mayores: Incluso las personas mayores sanas pueden haber interiorizado estereotipos negativos y pensar que la sexualidad es inapropiada o anormal después de cierta edad.
-        Discrepancia en las expectativas: Una pareja puede querer ciertas expresiones físicas de la intimidad, pero el otro no lo hace.
-        La falta de privacidad: Las personas mayores que viven con sus familiares o en un centro de atención residencial tienen menos oportunidades de privacidad, que son necesarios para la intimidad física.
-        Se desplazan a otras formas de intimidad: Las pasiones pueden suavizarse después de años de vivir juntos. Las relaciones sexuales pueden ser menos frecuentes o detener.

Sin embargo, muchas personas mayores siguen teniendo una relación sexual sana. La intimidad, en particular la intimidad física, puede ayudar a prevenir la depresión y mejorar la autoestima y la salud física.

Y por ultimo y no por ello menos importante, la conectividad más antigua y funcional de la creación del hombre: Génesis 2:15 “Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase”. La jardinería y el cuidado de una mascota acorde a la edad de la persona, llegan a ser una excelente actividad.

Ya terminando no se debe perder la visión de ser útil, el hacernos viejos o estar viejos, no nos da derecho ni es excusa para ser perezosos: Proverbios 6:6..11 “Ve a la hormiga, oh perezoso, Mira sus caminos, y sé sabio; La cual no teniendo capitán, Ni gobernador, ni señor, Prepara en el verano su comida, Y recoge en el tiempo de la siega su mantenimiento. Perezoso, ¿hasta cuándo has de dormir?¿Cuándo te levantarás de tu sueño? Un poco de sueño, un poco de dormitar, Y cruzar por un poco las manos para reposo;  Así vendrá tu necesidad como caminante, Y tu pobreza como hombre armado.”

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