Creo
que la mayoría de las personas no se dan cuenta de cómo según vamos
envejeciendo, nuestras pertenencias preciosas van cambiando, los bienes
materiales dejan de ser preponderantes y nuestras fotografías, nuestros recuerdos,
nuestra historia, que en realidad son nuestro patrimonio pasan a ser más
importantes.
Mis tesoros, las cosas que amo, mis
recuerdos son algo más que la riqueza mía. Yo soy el recipiente que contiene
los recuerdos de mi madre y mi padre; mis hermanas y hermano como niños, mis
hijos como mi descendencia y mis nietos como extensión generacional.
Yo soy el recipiente que contiene los
recuerdos de mis abuelos y tíos y todos mis amigos y toda la gente especial que
he conocido a través de los años.
Al igual que nosotros, los recuerdos más
antiguos crecen y se vuelven más valioso. Los recuerdos nos ayudan a
administrar el tiempo pasado, mejorar el tiempo en el presente y dar
continuidad y significado para los tiempos que indudablemente han de venir.
Existen
muchas cosas que debes olvidar, pero hay cosas que se supone que debes
recordar. Esto te traerá esperanza, alegría y una creciente fe.
No
encontrarás en la Palabra de Dios un lugar donde diga que debes traer siempre a
tu memoria los fracasos de tu vida. Si tú eres de esas personas que en todo
momento recuerda las malas decisiones, los fracasos, los dolores, los errores y
los pecados del pasado, tienes que leer este versículo: “El volverá a tener
misericordia de nosotros; sepultará nuestras iniquidades, y echará en lo
profundo del mar todos nuestros pecados” (Miqueas 7:19).
Si
nuestro amante Dios ya perdonó tus pecados, desaciertos, errores y fracasos,
¿por qué tú no? Si él los olvidó y los sepultó, ¿por qué tú no? ¿Por qué traer
a tu memoria los malos momentos de tu vida cuando nuestro misericordioso Señor
los depositó en lo profundo del mar para no recordarlos jamás? Pide al Señor
que obre en ti a fin de que sólo recuerdes tus fracasos para aprender de ellos
y seguir adelante. No te acostumbres a masticar amargura.
Se
dice que los pastores de ovejas escribían en sus varas las victorias y los
momentos importantes de su vida. De la misma manera, tú y yo debemos guardar,
escribir y conservar para nuestra descendencia las grandes obras de Dios en nuestras
vidas y traerlas constantemente a nuestros pensamientos. Esto agigantará
nuestra esperanza, nos traerá alegría y nuestra fe será mas fuerte, porque
“nada hemos de temer respecto al futuro, a menos que olvidemos el modo como el
Señor nos ha conducido en el pasado”. Esto también reforzara una identidad en
nuestros sucesores.
En la actualidad, los recuerdos de las
personas mayores se pueden almacenar en la memoria pero también, cada vez más,
en soportes físicos y virtuales. La misión de estos últimos es dar a conocer
una serie de anécdotas que forman parte del pasado o dejar constancia por
escrito de la vida de aquellos que supieron aprovecharla.
Las "historias de abuelos"
cuentan con una buena cantidad de seguidores. En los últimos años han cobrado fuerza
diversas iniciativas para recuperar anécdotas y recuerdos del pasado reciente
que, además de provocar nostalgia, sirven de homenaje a quienes los vivieron.
Entre las propuestas, destacan las recopilaciones en forma de libro. Biografías
para regalar en el momento de la jubilación, por ejemplo, que reúnen en sus
páginas fotografías y datos aportados por familiares o amigos, además de
documentación de la época.
La Internet es otro magnífico escenario
para "rescatar del olvido" este importante legado. Con esta filosofía
del recuerdo, debemos de considerar un punto de encuentro de acontecimientos e
historias pasadas contadas por nosotros que somos sus protagonistas, poesías y
refranes que forman parte del saber popular, recetas de cocina ligadas a la historia
de los pueblos, remedios caseros para curar enfermedades o tradiciones perdidas
que buscan su conservación, al menos, en la memoria.
Internet ha permitido mejorar la comunicación entre
jóvenes y mayores; las personas interesadas pueden contar su experiencia a
través de artículos, fotografías o recetas. También pueden participar en foros
o destacar la organización de aquellos eventos que contribuyan a resaltar la
tradición. El objetivo es doble: "Por un lado, recopilar un conjunto de
información valiosa para las generaciones de jóvenes actuales y contribuir a
que no se pierda este legado, y por otro lado, promover el intercambio y
conocimiento intergeneracional.
En la misma línea, los blogs han acercado
las nuevas tecnologías a las personas mayores y les han permitido contactar con
una parte importante de la población joven. A modo de cuaderno de bitácora,
ahora un abuelo puede narrar las experiencias y curiosidades superados ya los
80 años y contribuir a la creación de nuevas formas de afrontar la vida.
Debemos de animar a las personas mayores a
perder el miedo a Internet para que tengan la oportunidad de conocer gente
nueva, comunicarse y aprender cosas todos los días.
Las nuevas tecnologías han dado lugar a un
nexo de unión fundamental entre generaciones. Un reciente estudio, insiste en
la importancia de que las personas que viven solas encuentren actividades con
las que llenar el tiempo, ya que de esta forma no sólo llegan a disfrutar de la
soledad, sino que mejoran sus relaciones sociales.
Al permitirse la participación desde casa,
los mayores pueden tomar parte en un número mayor de iniciativas. Además, el
hecho de poder dar a conocer sus experiencias a las nuevas generaciones les
ayuda a sentirse valorados y en consecuencia, aumenta su autoestima. Es
importante que unos aprendan de otros, pero sobre todo, es básico que se den
las circunstancias idóneas para poder aprender.
Ayudemos a mantener y perpetuar estos
tesoros... ¿Qué podemos hacer?... he aquí cinco ideas para hacer la vida de su ser
querido memorable:
- Tome las historias orales, con el vídeo si lo desea.
- Anime a la escritura de las memorias.
- Conforme los libros de recuerdos y álbumes de fotos.
- Pida a sus ancianos cantar, silbar o tararear las canciones viejas y tome nota.
- Haga preguntas sobre cualquier cosa y todo; las personas mayores son peritas a la vida y el interrogatorio no conoce límites.
Todo esto puede ser obvio para usted y tal
vez ustedes ya están haciendo mucho de esto. Mi punto es fomentar esta
actividad; no cuesta nada y sin embargo los resultados no tienen precio.
Algunos de mis familiares compartieron
pedazos dramáticos de la historia. Mi padre fue jefe de personal de la primera
presa hidroeléctrica de mi país. Mi hermano fue Ingeniero del año. Mi madre
hablaba acerca de ver el desastre en donde un aluvion en 1917 afecto todo un
valle en El Salvador y lo volvió hasta esta fecha una de las tierras más
fértiles de la zona.
Pero los recuerdos cotidianos prosaicos
son más valiosos en cierto sentido, porque allí es donde se vive la vida, los
valores formados y la sabiduría duramente ganada. Compartir esto con sus hijos
y nietos permite a las generaciones mayores reflejar y conectarse con el pasado
y poner SU sello en el futuro.
Esto se puede hacer donde quiera que
estés.
¡No
Olvides, RECUERDA!
No hay comentarios:
Publicar un comentario