viernes, 28 de agosto de 2015

Soy Viejo Para Esto


Hay muchos que se molestan por su envejecimiento. El decaer del cuerpo... la falla de la memoria... sólo hablaras a ti mismo para escuchar... y tantas cosas mas que sobre el hecho se dicen. Pero también hay algo profundamente liberador sobre el envejecimiento: una actitud placentera que viene sólo cuando usted golpea 60 y empieza a decir: "Soy viejo para esto."

Después de superada esta línea de los 60, he estado observando, asombrado de cómo me encojo de hombros y sigo adelante mi vida. Ahora más reflexivo que antes... una hermana en la iglesia me dijo que eso se llamaba ser "viejo" puede que sea la palabra adecuada, que debería tener en cuenta que soy demasiado inteligente para aceptar ser viejo. Pero el viejo es la palabra que quiero. Me lo he ganado.

Y vamos a empezar por aceptar ser una persona mayor, ¿de acuerdo? Si es mujer, deje que los demás se sientan mal por sus alas de pollo, sus cuellos y su multitud de pliegues y arrugas que por igual salen a los hombres. Soy viejo y esto es el paso de los años. Mi cabello canoso, pues eso porque quiere use un buen tinte y asunto arreglado. Todo mi cuerpo: demasiado gordo y pensar cuanto queríamos engordar cuando fuimos demasiados delgados. Parece que ahora, nada se siente bien.

Qué tortura nos infligimos a nosotros mismos. Todo ello por tan solo no aceptar que somos viejos y adaptarnos a las cosas de nuestra edad.

Un día, hace poco empecé a guardar las fotografías de familia, las empecé a scanear y guardar. Allí estaba yo, de seis meses y reflexione: ¡que bonito era!, inmediatamente me vi a un espejo y vi por primera vez que aun lo sigo siendo. Y había en esas fotos mis amigos; mis hijas tiernas, mi esposa Silvia teniendo un gato cuando era muy niña... cada fotografía la miraba por largo tiempo y me remontaba a aquellos días en que fueron tomadas... se amontonó sobre mí hermosos momentos, y reflexione éramos, somos y seguiremos siendo todos hermosos. Al igual que nuestras madres y padres.

Esas sonrisas radiantes, de cuando jóvenes, brillaron desde el pasado, me recordaba a las sonrisas que conozco hoy que siguen siendo radiantes y con fuerza. No tengo ninguna duda de que cuando llegue a los ochenta, voy a mirar fotos de mí mismo de cuando tenía sesenta años y creo que recordare lo joven que era entonces, llenó de alegría y belleza, como ahora en los ochenta.

Estoy feliz de tener un cuerpo que es sano, que me lleva a donde quiero ir, que tal vez se cansa y se queja, pero se queda ahí. Así que tal vez soy demasiado viejo para montar a caballo, demasiado viejo para demasiado viejo para subir volcanes, demasiado viejo para los tatuajes y demasiado viejo para el pelo verde. Pero sin estas cosas modernas y algunas ridículas, soy feliz.

A veces expreso un poco de mal humor durante el día, eso es una buena cosa disminuye mi strees de trabajar desde casa. Yo he visto de todo. Curas violadores de niños, Pastores infieles que se inventan términos como el de la infidelidad responsable, violadores, asesinos, maras, guerrillas, etc. todas lacras de nuestras sociedades. Pero quiero decirles a mis colegas más jóvenes que no importa. Usemos nuestro derecho al soñar y fijemos el sueño de una sociedad justa, luchemos por ella, aun a sabiendas que quizá no la miremos... pero al final tendremos la satisfacción de pasar por esta vida dejando un legado de bien que tanta falta le hace a muchos ahora.

Lo que más importa es el trabajo. Da a usted placer y esperanza. Sostiene su alma. Mi trabajo escribiendo pensando en un mundo mejor es difícil y a su vez lo más fascinante que he hecho nunca. Si soy demasiado viejo para las fuerzas de la oscuridad, de la desesperanza y la desesperación. Si todo el mundo pusiera sus ojos en el prójimo como se los pone en si mismo, todos seríamos más productivos, mas santos y no sólo en la iglesia o la casa.

La clave de la vida es la capacidad de recuperación y yo soy lo suficientemente viejo para sentirme derribado. Aprendí años atrás que es el levantarse lo que cuenta. En el momento necesario he aprendido a comenzar otra vez y otra vez.

Y, debo añadir, que el saber reponerse es la clave para sentirse nuevo. Que en realidad es la mayor parte del tiempo.

Ya soy demasiado viejo para tratar de cambiar el sistema luchando en las calles. Por ahora he aprendido de la existencia de otras trincheras. La mayoría de nosotros somos receptivos a un poco de modificación de la conducta. Pero a través de décadas de escuchar a las personas que se quejan de los otros, escucho los mismos estribillos. Llego a la conclusión que sinceramente el hombre tiene a Dios pero de nada le sirve si sigue ciego.

Yo solía pensar que uno hizo amigos conforme fui creciendo, pero he aprendido que sucede lo contrario. A veces, inexplicablemente, una nueva persona entra en tu vida y te encuentras con que igual que otros solo busca algo que tienes... una y otra vez.

Ahora puedo detectar problemas a metros de distancia (créanme, esto es una gran mejora) y puedo decir a mí mismo: ¿Demasiado viejo para esto? Pondré la experiencia de los años y me ahorraré a mí mismo una gran cantidad de sufrimiento.

¿Qué si se es viejo es una desventaja?

Cada etapa de la vida tiene su belleza, nadie sabe de ella y no la goza, sin llegar ella. Lo interesante esta en saber que has llegado y aceptarlo. Esta es una etapa para mucha espiritualidad, contemplación y caminarla con la pareja que escogiste de joven.

Vivimos la época del botex o de la cirugía platica, resultado de la obsesión del mundo para mantener su aspecto joven, aun cuando siempre llegara a viejo. Cada mañana, la gente se mira en espejos de baño, en busca de signos de la edad. No hay arruguitas al lado de los ojos, no tememos la aparición de esas pequeñas líneas en las comisuras de la boca... nos vemos y nos vemos y luego nos consolamos dejando de pensar que nacerán... aparecerán. Sabemos la verdad, desde que nacemos estamos envejeciendo... cada día más viejo. Dejando de lado nuestras inseguridades de joven es buen tiempo para preguntar: ¿Cuáles son las arrugas ¿De dónde provienen? ¿Qué significan? Tal vez si las entendiéramos mejor, podríamos dejar de temer tenerlas.

Yo, ya soy viejo para preocuparme de esto, pero aun tengo el amor para decirle a las generaciones jóvenes y esas que ya están por salirles sus primeras arrugas, lo mismo que dijo Salomón: “Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y lleguen los años de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento; antes que se oscurezca el sol, y la luz, y la luna y las estrellas, y vuelvan las nubes tras la lluvia; cuando temblarán los guardas de la casa, y se encorvarán los hombres fuertes, y cesarán las muelas porque han disminuido, y se oscurecerán los que miran por las ventanas; y las puertas de afuera se cerrarán, por lo bajo del ruido de la muela; cuando se levantará a la voz del ave, y todas las hijas del canto serán abatidas; cuando también temerán de lo que es alto, y habrá terrores en el camino; y florecerá el almendro, y la langosta será una carga, y se perderá el apetito; porque el hombre va a su morada eterna, y los endechadores andarán alrededor por las calles; antes que la cadena de plata se quiebre, y se rompa el cuenco de oro, y el cántaro se quiebre junto a la fuente, y la rueda sea rota sobre el pozo; y el polvo vuelva a la tierra, como era, y el espíritu vuelva a Dios que lo dio” (Eclesiastés 12:1..7)

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