viernes, 8 de mayo de 2015

Perspectivas Sociológicas Sobre El Envejecimiento


El envejecimiento social se refiere a los cambios en los roles y relaciones de las personas en una sociedad a medida que envejecen. El envejecimiento social y la visión del proceso de envejecimiento, tanto difieren en distintas culturas, como con el tiempo.

Hace unas décadas, los gerontólogos sociales comenzaron a explicar cómo y por qué se produce el proceso de envejecimiento en las sociedades. Estas explicaciones, resumidas en Teorías, tienen sus ventajas y deficiencias, pero nos ayudan a entender los patrones de envejecimiento social.

La teoría funcionalista o interaccionista social asume que todas las sociedades deben encontrar maneras para que las personas mayores den paso a las personas más jóvenes. Por lo tanto esta sociedad estimula a sus ancianos a retirarse de sus funciones para asumir roles más adecuados a su deterioro físico y mental. De esta manera, una sociedad efectúa una transición sin problemas de sus ancianos en un nuevo estilo de vida más sedentario y asegura que sus funciones anteriores se llevarán a cabo por una generación más joven que es probablemente más capaz de llevar a cabo estas funciones. Puesto que la teoría de retirada asume el envejecimiento social, conserva una estabilidad social que una sociedad necesita para asegurar la retirada que se produce; a menudo se considera una explicación funcionalista del proceso de envejecimiento.

Un problema crítico con esta teoría es que asume que las personas mayores ya no son capaces de realizar adecuadamente sus funciones anteriores. Como hemos visto, sin embargo, las personas mayores en muchas sociedades siguen desempeñando sus funciones anteriores bastante bien. Si bien es cierto que la sociedad puede sufrir si sus ancianos desacoplan, ya que pierde su visión y sabiduría, también es cierto que muchos ancianos no pueden darse el lujo de retirarse de sus funciones anteriores: si salen de sus puestos de trabajo, están dejando las fuentes necesarias de sus ingresos y otros roles.

Hoy la mayoría de los gerontólogos sociales prefieren teoría de la actividad, la que supone que las personas mayores se benefician a sí mismos y a su sociedad si permanecen activas y tratan de seguir desempeñando las funciones que tenían antes de que envejecer. Como desempeñan sus papeles y su percepción de las situaciones que están experimentando, es crucial para la percepción de su envejecimiento y por lo tanto a su autoestima y otros aspectos de su bienestar psicológico. Debido a esto, la teoría de la actividad se centra en el individuo y su percepción del proceso de envejecimiento, por lo que a menudo se considera como una explicación del interaccionismo social del envejecimiento social.

Una crítica de la teoría de la actividad es que su valoración de la capacidad de las personas mayores a mantener su nivel de actividad es demasiado optimista: aunque algunos ancianos pueden permanecer activos, otros no pueden. Otra crítica es que la teoría de la actividad es demasiado individualista, ya que obliga a modificar las barreras tradicionalista con las que muchas sociedades ejercen para un “envejecimiento exitoso”.

Algunos ancianos son menos capaces de permanecer activos a causa de su pobreza, el género y la clase social, ya que estas y otras condiciones estructurales pueden afectar negativamente a su salud física y mental.

Las explicaciones de envejecimiento basadas en la teoría del conflicto, ponen esta teoría a la vanguardia de sus análisis. A la teoría del conflicto le son significativos hechos como la discriminación por edad o puntos de vista negativos sobre la vejez, el prejuicio y la discriminación contra las personas de edad. De acuerdo con este punto de vista, los trabajadores de más edad se devalúan por lo que ya no son económicamente productivos y porque sus salarios más altos (debido a su antigüedad laboral), beneficios para la salud, y otros costos en que van en contra de las ganancias capitalistas. La teoría del conflicto también hace hincapié en la desigualdad entre las personas de edad a lo largo de su género, raza, origen étnico y los segmentos de clase social. Como reflejos de estas desigualdades en la sociedad en general, algunos de los ancianos son muy ricos, pero otros son muy pobres.

Una crítica de la teoría del conflicto es que se culpa a la discriminación por edad en las economías modernas, capitalistas. Como hemos visto, existen también opiniones negativas de los ancianos en las sociedades preindustriales, aunque los puntos de vista allí en general suelen ser más positiva que en sus contrapartes modernas.

Las pregunta clave es: ¿Qué teoría del envejecimiento, teoría funcionalista, teoría de la actividad o el conflicto, tiene más sentido para usted? ¿Por qué?

La importancia de darnos una respuesta en este momento, radica en que las sociedades en el ámbito mundial, unas mas que otras, están aumentando su población de mayor edad y este aumento genera una presión social que si no es debidamente canalizada, tratada y desarrollada, puede degenerar en un conflicto social; tan solo habría de ponernos a pensar en cuantas personas adultas mayores mueren silenciosamente en los hospitales, hogares y calles de nuestras ciudades, por la falta de una verdadera política para este segmento social.

El sol no puede taparse con un dedo y esta verdad tampoco... pensemos.



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