viernes, 20 de febrero de 2015

La Maravillosa Edad Llamada Vejez


¿Quién es viejo?

Cualquier cuerpo que no quiere llevar una vida activa y significativa. Cualquier cuerpo que deja de crecer.

Recuerde: No son los años los que nos hacen viejos
 
Anciano, es una palabra acuñada para describir el estado mental negativo de una persona. Representa no un cuerpo viejo pero si, una mente vieja que se niega a ser joven y activa.

Esta escritura de hoy, no es para prevenir el envejecimiento, porque esto no se puede hacer, incluso si lo desea; es sólo para decirle que usted puede evitar “ser viejo”. Y evitar ser viejo es o debe ser un imperativo de vida desde que entramos a la tercera edad.

Recuerde: Evitar Ser Viejo Es Una Obligación

La nueva cara del envejecimiento e incluso la definición de anciano, está cambiando todos los días gracias y a consecuencia de los factores que pueden ayudar a añadir años de vida: mejor nutrición, antioxidantes, vitaminas, programas de ejercicios, la Psicología, actitud sana y positiva etc., todos ellos están jugando un papel importante en la nueva forma de mirar y vivir la Vejez.  

Nosotros los viejos, debemos renovar el concepto general y especifico de la vejez, indiscutiblemente cada día somos más y las oportunidades de una vida larga ya son una realidad. Veamos esta breve cronología cambiante de la vida:
-        En 1797, el promedio de vida era de tan sólo 25 años
-        En 1897, casi se duplicó a 48 años
-        En 1947, el promedio de vida se había trasladado a 65 años
-        En 1997, se ha pasado a 76,1 años
-        Por 2027, la persona promedio puede vivir más de la edad de 100 años y algunos tal vez incluso más
 
En este escenario cambiante, ¿a qué edad uno se consideraría a sí mismo un viejo?

La respuesta es: en cualquier edad en que una persona acepte su vejez.

Consideremos una actitud de nuestra sociedad aceptada hasta estos días por todos y que pocos reflexionamos que es extrañamente maliciosa o irracional que se opone al sentido común o que pretende obligarnos a aceptar una actitud pacifica y momificadora   al entrar a la tercera edad. Reflexionemos:

En nuestra infancia, todos aprendemos en nuestras escuelas el cómo escribir un ensayo.   Nos dijeron por nuestros maestros que un buen ensayo es el que consiste en una buena introducción, un cuerpo bien organizado y una conclusión impresionante.  

En el ensayo de la vida, la introducción es la infancia durante el cual nos preparamos para ser un adulto. El cuerpo es la vida adulta, en la que nos organizamos y planificamos el tema de nuestras vidas. La conclusión es la continuidad de la vida adulta que mide la eficacia de nuestras habilidades de planificación y organización utilizados en nuestra edad adulta para prepararse para el final feliz.

Al escribir el ensayo de la vida, parece que la mayoría de nosotros nos olvidamos de planear la conclusión. Hacemos preparaciones bastante elaboradas para entrar en la edad adulta. Pero ¿qué hay de entrar en la vida más allá de los sesenta?

Casi ninguna. La razón es simple. Se supone que nada se requiere para entrar en la última fase de la vida de uno. El precio a pagar por esta suposición es de: Aburrimiento, Soledad y Vacío, Inseguridad, Un sentimiento de resignación y de pérdida al sabor de la Vida.

La preparación para la última etapa del viaje de la vida, adquiere ahora mas que en otros tiempos, una gran significación para los que estamos viviéndola. La vida en nuestros tiempos se alarga, pero nuestras sociedades no están preparadas, ni se están preparando para ello y lo que es más preocupante, muchos actores reales de esta etapa de vida, ni siquiera se dan cuenta de esto.

¿Qué Deberíamos Hacer?

Nadie puede evitar el envejecimiento, pero todos pueden evitar ser viejo.


La diferencia entre el envejecimiento y el ser viejo es fundamental. El envejecimiento es un fenómeno físico inevitable mientras el ser o sentirse viejo, es puramente psicológico. Uno es viejo porque él o ella piensa que así es. El primero y el pre-requisito más importante para una tercera edad feliz, es superar este sentimiento de auto-derrota. Es de entender y realizar en nuestra vida que entrar a esta etapa, no es retirarse de la vida.

Esto se puede hacer sólo cuando tenemos un plan de vida que sea significativo y proyectivo en nuestra vejez.

¿Cómo?

Nadie puede responder a este "cómo" en nombre de otro, porque la respuesta dependerá de la opción única de cada individuo: su o sus recursos financieros, su personalidad introvertida o extrovertida, nivel educativo y sobre todo, su disposición natural.

En nuestra infancia fuimos enseñados por nuestros maestros y padres a desarrollar un pasatiempo (hobby). Hobby es el trabajo que uno disfruta haciendo. En retrospectiva, el papel del ejercicio de un pasatiempo, parece ser mucho más importante en la vejez que en el niño o la edad adulta.  

Para llevar una vida feliz, todos necesitamos un propósito para vivir. El propósito nos da la necesaria motivación para vivir. Da sentido a nuestra vida. Es nuestra caja de insumos que provee los suministros y todo el poder que se necesita para lograr lo que deseamos lograr. Sin ello, la vida es como un camino que no tiene ningún destino. Sin un propósito, la vida se convierte en un cuento gravoso y aburrido carente de cualquier emoción, sin ningún interés, sin ningún tipo de placer y sin ningún tipo de felicidad.

La más segura cosa para hacer que nuestra edad feliz edad es tener un propósito bien definido y luego perseguirlo como hobby.

No olvidemos que ya para llegar al final del ensayo de la vida habiendo vivido una buena introducción, un cuerpo bien organizado, toca ahora esmerarnos por una conclusión impresionante.  

VAMOS ANIMATE Y PONTE A TRABAJAR

EN UNA CONCLUSIÓN


¡IMPRESIONANTE!

No hay comentarios:

Publicar un comentario