¿Quién es viejo?
Cualquier cuerpo que no quiere llevar una
vida activa y significativa. Cualquier cuerpo que deja de crecer.
Recuerde: No son los años los que nos
hacen viejos
Anciano, es una palabra acuñada para
describir el estado mental negativo de una persona. Representa no un cuerpo
viejo pero si, una mente vieja que se niega a ser joven y activa.
Esta escritura de hoy, no es para prevenir
el envejecimiento, porque esto no se puede hacer, incluso si lo desea; es sólo
para decirle que usted puede evitar “ser viejo”. Y evitar ser viejo es o debe
ser un imperativo de vida desde que entramos a la tercera edad.
Recuerde: Evitar Ser Viejo
Es Una Obligación
La nueva cara del envejecimiento e incluso la definición
de anciano, está cambiando todos los días gracias y a consecuencia de los
factores que pueden ayudar a añadir años de vida: mejor nutrición,
antioxidantes, vitaminas, programas de ejercicios, la Psicología, actitud sana
y positiva etc., todos ellos están jugando un papel importante en la nueva
forma de mirar y vivir la Vejez.
Nosotros los viejos, debemos renovar el
concepto general y especifico de la vejez, indiscutiblemente cada día somos
más y las oportunidades de una vida larga ya son una realidad. Veamos esta
breve cronología cambiante de la vida:
-
En 1797, el promedio de vida era de tan sólo 25 años
-
En 1897, casi se duplicó a 48 años
-
En 1947, el promedio de vida se había trasladado a 65 años
-
En 1997, se ha pasado a 76,1 años
-
Por 2027, la persona promedio puede vivir más de la edad de 100
años y algunos tal vez incluso más
En este escenario cambiante, ¿a qué edad
uno se consideraría a sí mismo un viejo?
La respuesta es: en cualquier edad en que
una persona acepte su vejez.
Consideremos
una actitud de nuestra sociedad aceptada hasta estos días por todos y que pocos
reflexionamos que es extrañamente maliciosa o irracional que se opone al
sentido común o que pretende obligarnos a aceptar una actitud pacifica y
momificadora al entrar a la tercera
edad. Reflexionemos:
En nuestra infancia, todos aprendemos en
nuestras escuelas el cómo escribir un ensayo.
Nos dijeron por nuestros maestros que un buen ensayo es el que consiste
en una buena introducción, un cuerpo bien organizado y una conclusión
impresionante.
En el ensayo de la vida, la introducción
es la infancia durante el cual nos preparamos para ser un adulto. El cuerpo es
la vida adulta, en la que nos organizamos y planificamos el tema de nuestras
vidas. La conclusión es la continuidad de la vida adulta que mide la eficacia
de nuestras habilidades de planificación y organización utilizados en nuestra
edad adulta para prepararse para el final feliz.
Al escribir el ensayo de la vida, parece
que la mayoría de nosotros nos olvidamos de planear la conclusión. Hacemos
preparaciones bastante elaboradas para entrar en la edad adulta. Pero ¿qué hay
de entrar en la vida más allá de los sesenta?
Casi ninguna. La razón es simple. Se
supone que nada se requiere para entrar en la última fase de la vida de uno. El
precio a pagar por esta suposición es de: Aburrimiento, Soledad y Vacío,
Inseguridad, Un sentimiento de resignación y de pérdida al sabor de la Vida.
La preparación para la última etapa del
viaje de la vida, adquiere ahora mas que en otros tiempos, una gran
significación para los que estamos viviéndola. La vida en nuestros tiempos se
alarga, pero nuestras sociedades no están preparadas, ni se están preparando
para ello y lo que es más preocupante, muchos actores reales de esta etapa de
vida, ni siquiera se dan cuenta de esto.
¿Qué Deberíamos Hacer?
Nadie puede evitar el envejecimiento, pero
todos pueden evitar ser viejo.
La diferencia entre el envejecimiento y el
ser viejo es fundamental. El envejecimiento es un fenómeno físico inevitable
mientras el ser o sentirse viejo, es puramente psicológico. Uno es viejo porque
él o ella piensa que así es. El primero y el pre-requisito más importante para
una tercera edad feliz, es superar este sentimiento de auto-derrota. Es de
entender y realizar en nuestra vida que entrar a esta etapa, no es retirarse de
la vida.
Esto se puede hacer sólo cuando tenemos un
plan de vida que sea significativo y proyectivo en nuestra vejez.
¿Cómo?
Nadie puede responder a este
"cómo" en nombre de otro, porque la respuesta dependerá de la opción
única de cada individuo: su o sus recursos financieros, su personalidad
introvertida o extrovertida, nivel educativo y sobre todo, su disposición
natural.
En nuestra infancia fuimos enseñados por
nuestros maestros y padres a desarrollar un pasatiempo (hobby). Hobby es el
trabajo que uno disfruta haciendo. En retrospectiva, el papel del ejercicio de
un pasatiempo, parece ser mucho más importante en la vejez que en el niño o la
edad adulta.
Para llevar una vida feliz, todos
necesitamos un propósito para vivir. El propósito nos da la necesaria
motivación para vivir. Da sentido a nuestra vida. Es nuestra caja de insumos
que provee los suministros y todo el poder que se necesita para lograr lo que
deseamos lograr. Sin ello, la vida es como un camino que no tiene ningún
destino. Sin un propósito, la vida se convierte en un cuento gravoso y aburrido
carente de cualquier emoción, sin ningún interés, sin ningún tipo de placer y
sin ningún tipo de felicidad.
La más segura cosa para hacer que nuestra
edad feliz edad es tener un propósito bien definido y luego perseguirlo como
hobby.
No olvidemos que ya para llegar al final
del ensayo de la vida habiendo vivido una buena introducción, un cuerpo bien
organizado, toca ahora esmerarnos por una conclusión impresionante.
VAMOS ANIMATE Y
PONTE A TRABAJAR
EN UNA CONCLUSIÓN
¡IMPRESIONANTE!
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