viernes, 13 de febrero de 2015

A Mis Sesenta Y Seis Años


Cada vez que camino por las calles y parques de mi ciudad u otras, noto la presencia de ancianos y veo tanta necesidad que me siento apesadumbrado. Ya llevamos tres años manteniendo este blog y sé que algo se ha logrado, pero, sigo preguntándome qué se puede hacer para traer esperanza a aquellos que están allí. No hay que olvidar y debemos recordarnos a nosotros mismos que aquellos que están en esa edad no pueden rescatarse a sí mismos de sus propias necesidades o la soledad y que un día muy cercanos todos los que tengamos la bendición de llegar a esa edad, viviremos en esa realidad.

Toda la sociedad, cristianos y no cristianos; políticos y no políticos; mujeres y hombres, hemos sido los encargados de asumir la responsabilidad de cuidar a los ancianos, los discapacitados y las personas necesitadas.

Dios ha brillado en los corazones de aquellos que conocen a su Hijo como su Señor y llamó a todos para servirle. Es como si Dios está tratando de aclarar a nosotros lo que es importante para Él. Eso es ir a asistir a los que a menudo se les esconden y se les descuida por esta sociedad materialista.

Dios busca corazones que sirvan desarrollando plenamente y compensando a estas personas que dieron su juventud y que ahora son un tesoro de historia, legado de sus pueblos. Dios no busca que solo se llenen sus vidas de cosas. Los pasillos y habitaciones de muchos hogares están llenos de gente que pronto entrara a la eternidad. Algunos no tienen la garantía de un final digno y amoroso. Qué trágico sería perder la oportunidad de hacer algo por ellos y traer una nueva visión social y cristiana para dignificar en vida a nuestros mayores.

Hasta que haya llegado a esa edad o este muy cercano a ellos Usted entenderá a los que han llegado hasta ahí.

Todos al nacer emprendemos un largo viaje a nuestra casa eterna, unos eternamente en la condenación y otros eternamente con Dios. Es este Dios quien nos prepara y guía, Salmos 48:14 "Porque este Dios es Dios nuestro eternamente y para siempre; El nos guiará aun más allá de la muerte".

Mucha gente va a esperar hasta más tarde en la vida para tener en cuenta la realidad de su propia mortalidad. Pocas personas tienen un testamento vital con las directrices anticipadas o arreglos funerarios, incluso preparado. Algunos esperan hasta que es demasiado tarde para pensar en el destino de su propia alma.

Algunas personas mayores se encuentran con una mayor dependencia de los demás y la necesidad de atención especializada a través de los centros de asistencia o asilos. Con el tiempo, algunas personas mayores ya no pueden mantener su casa, conducir un coche, o llevar a cabo tareas básicas para mantener su comodidad. En el proceso de envejecimiento, para algunos se empiezan a encoger el mundo alrededor de ellos, mientras que su cuerpo comienza a experimentar los efectos de la inmovilidad, pérdida de la vista, el oído o incluso la memoria. Esto le ha sucedido hasta a reyes: 1 Reyes 1 "Cuando el rey David era viejo y avanzado en días, le cubrían de ropas, pero no se calentaba"

Algunos requieren asistencia y atención especializada, un lugar en el que sus esperanzas vitales se realicen. Sin amigos, sin la familia y sin el apoyo espiritual, sus propios miedos y soledades podrían abrumar sus vidas. Muchas de las mismas tensiones están sobre la familia, ya que a menudo asumen el papel de un cuidador. Con el tiempo, los que prestan atención a su miembro de la familia se sentirán cansados y estresados. Ellos con el tiempo desmejoran la atención y el anciano se encontrara solo en un mundo que se sigue cerrando en torno a ellos.

Los gobiernos, municipalidades, iglesias, empresas privadas en fin toda fuerza viva de la sociedad,  pueden organizar y reclutar voluntarios para el desarrollo y vivencia digna del anciano en su comunidad. Se debe llegar más allá del palabrerito y extender el corazón a los demás. Atendiendo a los ancianos se está cerca del corazón de nuestros infantes, los ancianos son nuestros padres y abuelos.

Se puede empezar de gran o de pequeño, se puede establecer una casa del anciano de los residentes que viven en su comunidad basta lograr una sala de reuniones que puede ser en una iglesia o prestada por un gobierno local. Usted tendrá que obtener el permiso de la residencia de ancianos de utilizar una sala de reuniones y establecer un servicio. Anuncie su servicio con antelación a través de folletos ya través del personal de la residencia. Ellos le ayudarán en la recopilación de los residentes en la sala de reuniones se utiliza para el servicio.

Buscar los servicios comunales que no estén orientadas hacia una acción colocará su organización de ancianos a la espera de nuevas oportunidades. Tómese el tiempo de visitar otros que lo pudieran asistir. También puede establecer un ministerio que simplemente le llevará una visitación a ellos.

¿Por qué insistir en la atención a la Tercera Edad?

Mi buen Dios me ha permitido para este mes de febrero, llegar a mis sesenta y seis años de vida, cuento con una familia que me apoya, me cuida y me mima... pero Dios puso en mi una sensibilidad especial por mi prójimo, he sido perseguido político y he vivido en exilio por esa sensibilidad y ahora viejo no puedo descansar bajo ese pretexto, no la tarea continua.

Atrás quedaron aquellos años ahora las cosas son diferentes el compromiso debe trascender y ya viejo pero no cansado, me doy cuenta que hay que preparar el futuro de los que serán viejos, ellos se merecen una vejez mejor de ahí esta lucha.

LO QUE HAGAMOS POR NUESTROS VIEJOS, A NUESTROS JÓVENES BENEFICIAMOS.

Lo invito a transformar su entendimiento social para este segmento generacional, viejo o joven el secreto para obtener lo anhelado es tener fe.

Juan 16:33 "Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo" 

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