viernes, 22 de agosto de 2014

Cambios A Medida Que Envejecemos

¿Qué cambios se producen en el cuerpo a medida que envejecemos?

Aun cuando no lo notamos todos de un solo, hay una amplia gama de cambios que pueden ocurrir en el cuerpo y que se manifiestan en diferentes grados a medida que envejecemos.

Estos cambios no son necesariamente indicativos de una enfermedad subyacente, pero pueden ser muy molestos para las personas que los viven.

A pesar de que el proceso de envejecimiento no se puede detener, estar al tanto de estos cambios y adoptar un estilo de vida saludable puede reducir su impacto en la salud en general.

Cambios corporales previstos del envejecimiento incluyen cambios en:
  • Piel: Con el envejecimiento, la piel se vuelve menos flexible, más delgada y más frágil. Es fácil la aparición de moretones y las arrugas, manchas de la edad y algunas marcas en la piel pueden ser más evidentes. La piel también puede ser más seca y con comezón como resultado de una menor producción de aceite de la piel natural.
  • Huesos, articulaciones y músculos: Es típico en esta edad que los huesos pierdan densidad y se encojan en su tamaño, haciéndolos más susceptibles a las fracturas (roturas). Los músculos se contraen en masa y se vuelven más débiles. Las articulaciones pueden sufrir de desgaste normal, a veces esas articulaciones se inflaman, le duelen y son menos flexible.
  • La movilidad y el equilibrio: La movilidad y el equilibrio de una persona puede verse afectada por diversos cambios relacionados con la edad. La fragilidad de los huesos, los problemas con las articulaciones, músculos y cambios en el sistema nervioso son los principales contribuyentes a los problemas de equilibrio. Las caídas pueden ocurrir dando como resultado un mayor daño con contusiones y fracturas.
  • La forma del cuerpo: Como resultado de los cambios óseos de envejecimiento, la estatura cuerpo puede hacerse más corta y la curvatura de las vértebras hacia atrás puede ser alterado. También se pueden producir aumento de la pérdida de masa muscular y el metabolismo de la grasa. La grasa se puede redistribuir a las áreas de la zona de los glúteos y abdominales. Mantener un peso corporal ideal se vuelve más difícil.
  • Rostro: Los cambios del envejecimiento también se llevan a cabo en el rostro. Aparte de las arrugas y manchas de la edad, el contorno general del rostro puede cambiar. Pérdida general de volumen del hueso y la grasa facial puede resultar en menos tirantez de la piel de la cara. Rasgos de la cara se vuelven más caídos y de fondo pesado.
  • Dientes y encías: Los dientes pueden llegar a ser más débil, quebradizos y la boca menos húmeda. Las glándulas salivales producen menos saliva. Las ensillas también pueden retroceder. Estos cambios pueden provocar sequedad bucal, caries, infecciones, mal aliento, pérdida de dientes y la enfermedad de las encías. Todo ello aparte de la molestia que causa, pueden ser factores de una menor ingesta de alimentos y una posible desnutrición.
  • El pelo y las uñas: El pelo puede llegar a ser más delgado y más débil a medida que la persona envejece. El cabello seco puede provocar picazón y malestar. Las uñas pueden volverse quebradizas y deformadas. La nariz también puede resecarse y formar ulceras internas molestas. El engrosamiento de uñas de los dedos del pie es común. Las infecciones por hongos de uñas pueden ocurrir con frecuencia.
  • Hormonas y glándulas endocrinas: Los cambios hormonales se ven comúnmente en los ancianos. El más común es el control hormonal de azúcar en la sangre y el metabolismo de los hidratos de carbono que llevan a la diabetes. La disfunción tiroidea, problemas con el metabolismo de grasas y el colesterol también son comunes. El calcio y el metabolismo de la vitamina D también pueden llegar a ser alterado. Las hormonas sexuales llegan a un nivel bajo y pueden conducir a la disfunción eréctil y la sequedad vaginal .


  • Memoria: Los problemas de memoria son comunes en las personas mayores. Sin embargo, es importante darse cuenta de que los problemas de memoria leves no constituyen demencia o la enfermedad de Alzheimer . Lapsos simples de memoria, tales como no recordar donde dejó una llave o si usted cerro o no una puerta son una parte normal del envejecimiento.
  • Inmunidad: El sistema inmunológico del cuerpo puede debilitarse con la edad. Células de la sangre que combaten las infecciones (glóbulos blancos) se vuelven menos eficaces, lo que resulta en la posibilidad de infecciones más frecuentes.
  • Audición: Cambios en los nervios de la audición y las estructuras del oído pueden atenuar la audición y causar la pérdida parcial y en raros casos total de audición . Las frecuencias más altas se vuelven más difíciles de escuchar.
  • Visión: Los ojos pueden ser menos lubricados, causando resequedad y los anteojos pueden perder su precisión a medida que envejecemos. La visión puede verse afectada por estos cambios y puede llegar a ser borrosa y fuera de foco. Gafas o lentes de contacto pueden ayudar a corregir estos problemas por lo que deben ser chequeados frecuentemente.
  • Sabor y olor: El sentido del olfato y con menor frecuencia, el sentido del gusto pueden disminuir y hasta desaparecer dando lugar a la falta de apetito y pérdida de peso .
  • Intestino y vejiga: El control del intestino y la vejiga pueden causar problemas con la incontinencia (pérdida involuntaria de heces u orina). Esta situación del intestino y de la vejiga propicia el cambiar de hábitos. El estreñimiento es común en los adultos mayores, como son la frecuencia urinaria y dificultad para iniciar la orina.
  • Sueño: Los patrones de sueño pueden cambiar significativamente con la edad. Duración del sueño, calidad del sueño y en la noche tiempo el despertar frecuente se ve comúnmente en las personas mayores.

Estos cambios son diferentes en cada individuo. Algunas personas pueden experimentar más cambios en un área en particular en comparación con los demás.

Lo anterior no es una alarma, así como en cada etapa de edad hemos sufrido cambios, estos son los de esta etapa, entonces... ¿por qué preocuparnos?, son normales y a igual que en toda edad, lo que requieren de cada uno es cuidarnos y adecuarnos a nuestra realidad generacional.

Por eso todas aquellas iniciativas sociales generadas por los propios interesados o por mas jóvenes que ellos pero provisorios de su futuro. que permiten a los ancianos, el seguir cultivándose física, intelectualmente o en la vida de relación, los hace ser útiles, logrando el poner a disposición de los otros el propio tiempo, las propias capacidades y la propia experiencia. De este modo, se conserva y aumenta el gusto de la vida, don fundamental de Dios. Por otra parte, este gusto por la vida no contrarresta el deseo de eternidad, que madura en cuantos tienen una experiencia espiritual profunda, como bien nos enseña la Palabra de Dios.



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