viernes, 4 de julio de 2014

Tercera Edad: Religión, Espiritualidad y El profesional en Salud (Parte 2/2)

Papel del profesional de la salud

Hablar con los pacientes de edad avanzada acerca de sus creencias y prácticas religiosas ayuda a los profesionales de atención de salud a entender y mejorar la atención porque estas creencias pueden afectar la salud física y mental de los pacientes. Preguntar acerca de cuestiones religiosas durante una visita médica es apropiado en ciertas circunstancias, incluyendo las siguientes:
·       Cuando los pacientes están gravemente enfermos, bajo estrés considerable o cerca de la muerte y pedir o sugerir que una charla profesional sobre temas religiosos
·       Cuando los pacientes se cuentan una practicante que son religiosos y que la religión les ayuda a sobrellevar la enfermedad
·       Cuando las necesidades religiosas son evidentes y pueden estar afectando la salud o de salud los comportamientos de los pacientes

Los ancianos tienen necesidades espirituales distintas que pueden ocultar maliciosa y cautelosamente la verdad o la intención, pero no son lo mismo que las necesidades psicológicas. Determinar las necesidades espirituales del paciente puede ayudar a movilizar los recursos necesarios (por ejemplo, asesoría o grupos de apoyo espiritual, la participación en actividades religiosas, los contactos sociales de los miembros de una comunidad religiosa).

Historia espiritual:
Tomar una historia espiritual muestra a los pacientes de edad avanzada que el profesional del cuidado de la salud está dispuesto a hablar de temas espirituales. Los médicos pueden preguntar a los pacientes si sus creencias espirituales son una parte importante de su vida, cómo estas creencias influyen en la forma en que cuidan de sí mismos, ya que son parte de una comunidad religiosa o espiritual, y cómo les gustaría que el profesional de la salud actuara para manejar sus necesidades espirituales.

Remisión al clero:
Muchos miembros del clero proporcionan servicios de asesoramiento a las personas mayores en el hogar y en el hospital, a menudo de forma gratuita.

Muchos pacientes ancianos prefieren tal asesoramiento a la de un profesional de la salud mental, ya que están más satisfechos con los resultados y porque creen que el asesoramiento no tiene el estigma de que la atención de salud mental hace.

Sin embargo, muchos miembros del clero de la comunidad no tienen una amplia formación en consejería de salud mental y no pueden reconocer cuando los pacientes de edad avanzada necesitan atención profesional de salud mental. Por el contrario, muchos clérigos especializados o duchos en visitas a enfermos tienen una amplia formación en las necesidades mentales, sociales y espirituales de las personas mayores. Por lo tanto, incluir el clero como parte del equipo de atención de la salud puede ser provechoso. A menudo pueden reducir la brecha entre la atención hospitalaria y la atención en la comunidad mediante la comunicación con el clero en la comunidad. Por ejemplo, cuando un paciente es dado de alta del hospital, el clero del hospital puede llamar al clero del paciente, de modo que los equipos de apoyo en la comunidad religiosa del paciente pueden ser movilizados para ayudar en la convalecencia del paciente (por ejemplo, mediante la prestación de servicios de limpieza, comidas, transporte o visitando al paciente).

Apoyo de las creencias y prácticas religiosas de los pacientes:
Los profesionales de la salud deben apoyar la participación religiosa del paciente, siempre y cuando no interfiera con la atención médica necesaria porque dicha participación pueda contribuir a la buena salud. Las personas que participan activamente en los grupos religiosos, particularmente los de las principales tradiciones religiosas, tienden a ser más saludables.

Intervenciones religiosas:
Algunos practicantes oran con los pacientes, leen las escrituras religiosas a ellos o ayudan a que los pacientes tengan los materiales religiosos (por ejemplo, escrituras con letra grande, cintas de audio religiosos) que desean. Sin embargo, los médicos no deben sentirse obligados a hacer nada que viole sus propias creencias.

Recomendación de las actividades religiosas:
Los profesionales de la salud pueden sugerir que los pacientes consideren participar de las actividades religiosas si los pacientes parecen receptivos y se pueden beneficiar de este tipo de actividades, que ayuden a proporcionar el contacto social, reducir la alienación y el aislamiento, y aumentar el sentido de pertenencia, de significado y de propósito de vida.

Estas actividades también pueden ayudar a la atención de ancianos en actividades positivas, más que en sus propios problemas. Sin embargo, algunas actividades son apropiadas sólo para los pacientes más religiosos. Si los pacientes no están ya involucrados en actividades religiosas, lo que sugiere este tipo de actividades requiere sensibilidad. Los pacientes buscan atención médica por motivos relacionados con la salud, no los religiosos.

Y aun así, no hay que olvidar que Jehová Raffa, es el medico de médicos y a Él, hay que volver el rostro... sea paciente o profesional de la Salud.


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