viernes, 20 de diciembre de 2013

Reflexiones De Las 6:00 a.m. Próximo A Los 65 Años

Gracias Dios, Por tus bendiciones, por este nuevo día... Gracias Dios. Por lo vida y por tantas alegrías .... Gracias Dios. También por las penas y las pruebas recibidas pues me acercan a TI más cada día... En tus manos encomiendo mi vida, mi familia, mi trabajo y mi cansancio... En tus manos dejo mis problemas, mis dudas, mis derrotas y fracasos... Hazme fuerte, hazme fiel a Ti, hazme confiar y vivir con alegría sabiendo que en TI todo está en buenas manos...
Gracias Dios... En tus manos  encomiendo mi vida cada día !

El sol está subiendo, lanzando un débil resplandor sobre el parque de Antiguo Cuscatlan en El Salvador, lugar donde resido. Los perros y sus propietarios han salido a correr para realizar sus ejercicios y yo sentado en una silla a la orilla del patio de la casa, que por estar en alto tiene una privilegiada vista, haciendo mis reflexiones.

¿Estoy completamente perdiendo mi tiempo? No, yo no podría estar más feliz. Tengo 64 años y quiero envejecer tratando de desafiar las probabilidades. Quiero seguir sirviendo a Dios. Tengo que ser capaz de viajar mucho, llevar a como sea la realización de mi rol, como pastor, padre y esposo.

En resumen, estoy tratando de conseguir vivir ya de viejo de la mejor manera que puedo, y para mí eso significa empujándome a mí mismo y probando mis límites. También hago cosas locas, como soñar e imaginarme como será el cielo, quienes estaremos ahí y si Dios siempre vestirá de blanco.

He estado trabajando por ya casi dos años continuos, en el mensaje semanal para los mayores de 55 años para apoyar las actitudes francas de los diferentes estratos sociales para el entendimiento, consideración y una nueva visión sobre el envejecimiento y vivir mejor.

Queremos ayudar a inspirar a la gente de todas las edades a redefinir lo que significa envejecer, para romper las normas sociales impuestas por aquellos que aun no han pasado esa experiencia, por las limitaciones de la sociedad, y descubrir una mejor calidad de vida en todas las edades.

Una encuesta de 1.000 personas encargada por Pfizer, encontró que menos de la mitad se sienten muy cómodos haciéndose viejos o muy cómodos y seguros sobre su futuro. El cuarenta por ciento que se siente ser viejo, sientes temor a los problemas de salud que esta edad se potencian, como también aumentan las preocupaciones financieras. Alrededor de los 40 años, la gente empieza a poner la salud física por encima de la independencia, la sabiduría y la riqueza. Sin embargo, la mayoría de las personas no se sienten satisfecha de su salud física actual.

Creo que el envejecimiento es más que la pérdida de capacidades físicas. También es un estrechamiento gradual de los intereses y la capacidad mental. Mi consejo es seguir desafiantes al tiempo, a lo que este por venir, mediante la adopción de nuevos derroteros, conductas y metas. He empezado a ir a los museos de arte virtuales, para disfrutar del arte, ya no limitar mi tiempo para la tradicional manera de vivir.

En el trabajo eclesiástico, he iniciado a entregar la iglesia a un nuevo pastor joven, no es que me vaya a retirar, no, es que debo de tener tiempos nuevos para experimentar nuevas maneras de encontrarme con Dios. Me parece sumamente estimulante e importante para mi seguir sirviendo a Dios, pero quiero encontrar nuevas formas, acordes a mi edad y no necesariamente las recomendadas hasta hoy, en fin deseo enfrentar un nuevo desafío. Al mismo tiempo, me encuentro realizando algunas tareas, no tradicionales para asegurarme de evitar el estrés, tan frecuente como en cualquier otra persona.

Me niego a mostrar plenamente mis cabellos, ahora casi todos platinados, no, la mayoría me los mira como hace 20 años gracias a las maravillas del tinte. Estoy feliz de tener pelo; aun cuando tengo una generosa calvicie en la parte superior que la disimulo con el peinado. Y no voy a cambiar de mis camisas de tipo polo, que a pesar de que siempre mantengo la formal que cuelga en su percha para la seriedad que requiere uno que otro acto social.

Tenga presente que una parte del envejecimiento no está bajo su control. Lo entendí tan pronto como me resulto la presión alta y fui declarado hipertenso desde hace dos años, en un principio me daba miedo por la posible mortalidad y más tarde, los efectos secundarios adicionales. Les puedo decir que abordar el problema de frente a través de conversaciones sinceras con mi esposa y el medico, el someterme a un nuevo régimen entendiendo que esto es parte de una nueva etapa de la vida y luego seguir adelante con el resto de mi vida, fue la lección más importante que he aprendido. Usted trabaja duro pero no se puede vivir para trabajar. Usted vive para amar, para reír, para dar y para criar a la próxima generación con valores fuertes.

No importa lo que este pasando, siempre existe un propósito de Dios para con nosotros, siempre están ahí sus promesas y debemos saber que se cumplirán de acuerdo a nuestra fe, pero una fe activa, pero sobre todo no importa la edad, recuerde: Hubo también una anciano varón santo y piadoso llamado Simeón (Lucas Capítulo 2: 21..38) el había recibido una promesa de Dios: No vería la muerte sin antes haber visto al Ungido del Señor ¡Gloria a Dios! Este anciano tenía sobre él al Espíritu Santo y éste le había guiado al templo, el mismo día de la presentación de nuestro Señor Jesucristo! ¡Qué honor más tremendo! ¡Qué delicia poder contemplar a nuestro Salvador a días de nacido! Poder acariciar su delicada piel, oler su grato aroma y poder tomar con todo amor y cuidado su tierna mano! Este hombre tuvo en sus brazos al Salvador del Mundo y hasta profetizo! Oh, que tremendo gozo en el alma de este anciano: el hijo de Dios en sus brazos!.

En aquella misma hora en el templo es revelada la presencia del niño a otra alma piadosa y consagrada en ayuno y oración: Una anciana llamada Ana. Por qué elegiría Dios a dos personas ancianas para revelarle la presencia de su hijo amado?

Simplemente porque no vio sus apariencias sino su corazón

Ahora... ¿quieres salir adelante?... Sencillo... BUSCA A DIOS




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