sábado, 27 de julio de 2013

Ya Estoy Viejo ¿Y Que?


¿Hay una manera correcta de sentirse a los sesenta y cuatro años? Supongo que debe haberlo.  Muchas personas se han encargado de crear estereotipos para cada edad y lo que es mas, muchos aun sin sentirse o parecerse a esos estereotipos, expresan sentirse como ellos dicen. Puedo decir con confianza, que la edad es la expresión indicativa en años, que se sienten y de los que no se escapa. ¿Cómo debe ser la expresión de los sesenta y cuatro años de edad? Feliz, triste, agradecido, cansado, asustado, sin brillo, sin esperanza, fuera de mí, con experiencia, estúpido u otras cosas más. A veces me siento todas estas cosas. Entonces yo continuo haciendo lo que siempre he hecho.



Mi madre vivió hasta los ochenta y seis años y sé que no me siento de la misma manera que ella se sentía, así que estoy bastante seguro de que no me siento de ochenta y seis. Nunca he tenido sesenta y cuatro años de edad y solo los tendré una vez, entonces, ¿cómo voy a saber como ser a esta edad?



Las comparaciones son todo lo que tengo para seguir adelante. Cuando mi padre tenía cincuenta y seis años, parecía muy viejo para mí. Un poco sedentario. Un poco aburrido. De fiar. Pero así es como son la mayoría de los papás de cincuenta y seis años de edad. Yo diría que es como mi hija menor (Sahilly) de veinticinco años de edad, me ve.



Increíble, ¿no es así? ¿De dónde sacó entonces esa impresión de viejo? No tengo ni idea de qué edad mi padre en realidad se sentía viejo porque yo nunca le pregunté. Ni siquiera sé si él se preguntaría como debía sentirse.



Yo... ¿soy viejo?



Mi piel se inicia a arrugar.



Mi pelo es negro, gracias a la ciencia del color, pero al natural ya es blanco.



Mis dientes unos están otros no.



Mi visión ligeramente borrosa al ver de cerca, nada que unos lentes no puedan componer.



Mis recuerdos se desvanecen olvidando y eliminando los dolorosos.



Como a todos a veces ando buscando las llaves que tengo en las manos, ¡como me gozo cuando pasa esto!



Cuando voy a una institución de servicio publica o privada a veces me ponen en el grupo de la tercera edad a veces no, todo depende de los ojos del que me atiende y a mi, la verdad que me da igual, pues por lo general en uno u otro lado el servicio es malo.



...Para muchos ya estoy viejo... Pues bien para felicidad de ellos les diré: Si, Ya Estoy Viejo ¿Y Que?



Viejo pero a diferencia de muchos peleo y no he perdido mi dignidad, aun y lo haré hasta cuando Dios me llame, exijo respeto a mi dignidad. Me niego a ser segregado de la sociedad, sirvo como Pastor a la comunidad, sirvo a mi familia, atiendo a mi esposa (Silvia), a mis hijas (Silvia Maria, Tanya y Sahilly), a las ovejas que Dios me ha puesto o me envía ocasionalmente, escribo, pinto, practico la jardinería, leo y hago mas cosas, todo porque como hijo de Dios, soy un ser humano digno, revestido por la dignidad que Dios me dio al formarme en el vientre de mi madre. Soy un hombre Digno.



Pero todavía quiero sentir el calor de la mano de mis seres amados en la mía.  Todavía me río y lloro. Todavía estoy vivo y en el tiempo que lo este, quiero ser respetado y escuchado. Me siento como que tengo veinte años en el interior.  Bueno, tal vez treinta.



Mi alma es fuerte. Yo estoy igual que tú. Yo soy digno, talvez cansado, con un poquito de reuma, pero no estoy listo para ser ignorado, despedido, motivo de lástima o que me olviden.



Ahora, tu que te sientes viejo porque pasaste de los cincuenta y cinco años o tu que teniendo una edad menor, los embates de la vida hacen que a tus treinta te veas de sesenta, quiero que me escuches y a igual que yo digas: Si Estoy Viejo ¿Y Que?



Quiero que dejes de preocuparte. Te preocupas por lo que el mundo piensa de tu cabello y de tu estilo. Tu, sin importar la edad, eres digno, capaz y fuerte y tienes en Jesucristo la capacidad de ser el primero y el mejor.



Si todo lo superfluo del mundo lo tomas demasiado personalmente, eso es perder el tiempo pensando en estupideces, preocupándote por predecir el futuro.  Tu, yo somos el futuro. Deja de venir en tu carro corriendo y esquivando el tráfico para llegar a casa cinco minutos antes. Deja de hacer juicios acerca de tu peso, tu trabajo; deja de envidiar los triunfos de tus amigos; deja de comer cosas hechas de productos químicos o los dañinos a tu salud.



Hay muchos días por delante, muchas respiraciones aun tienen que pasar, por lo que hay mucho que ver y hacer en tu vida. 



Mantén tu cuerpo ágil para que no se quede atascado en un solo lugar.  Pero también, aprende a sentarte en silencio a planificar tu mañana. Mira la puesta del sol, pero también mira y alégrate con el amanecer, levante temprano, no seas haragán.  Mantén su mente despierta para aprender a pintar, a observar, a reír, ponte a hacer algo para divertirte.



Si te dejas hacer viejo, lo aceptas y lo vives, tus días de edad llegarán antes de lo que nunca vas a creer posible.  Así que toma de Dios las misericordias de cada día, asimila cada momento precioso, asimila esta exhortación. 



Echa mano de la misma por todo lo que queda, vive intensamente todo lo que puedas. Regala bondad, regala abrazos, regala tu tiempo, regala comida, regala dinero, regala sonrisas, regalar amor.



Se tan agradecido con cada respiración, con cada día soleado, con la sonrisa de los que te ven viejo, con cada comida que da vida, con el sueño de cada noche, con la aventura y desventura... al fin y al cabo gracias a Dios estas vivo.



Quiero que al leer estas líneas, me abraces en tu corazón, porque mi joven amigo, yo soy viejo y dicen que los viejos somos sabios. 



Ya Estoy Viejo ¿Y Que?... He vivido lo que tu vida o viviré la de los que me llevan ventaja, pero ya sé que es lo que más importa al final.



Porque el final no es el vivir a mi manera, porque el final esta ahí y es inevitable, unos llegan al final niños, otros jóvenes y otros mayores.



Porque el final es honrar la vida, saber y reconocer que lo mejor de ella o lo peor de ella, son el resultado de nuestras acciones... saber que estas vivo... saber que estas a tiempo.



Pero sobre todas las cosas, saber que Dios esta ahí, a mi lado, ayudándome a escribir estas palabras, pensando en ti y en mi.



Al final puedes comprobar su verdad que dice en el Salmo 37:24..25, “24 Cuando el hombre cayere, no quedará postrado, Porque Jehová sostiene su mano. 25 Joven fui, y he envejecido, Y no he visto justo desamparado, Ni su descendencia que mendigue pan”



Gracias te expreso Dios, porque esas palabras han, son y seguirán siendo realidades en mi vida, no me preocupa ser viejo, pues descanso en ti. Y por que sé que descansando en ti, puedo gritarle al mundo... Ya Estoy Viejo ¿Y Que?








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