sábado, 30 de junio de 2012

Esta Bella Edad (Parte 1)


Eclesiastés 12:1..8 "1 Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y lleguen los años de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento;  2 antes que se oscurezca el sol, y la luz, y la luna y las estrellas, y vuelvan las nubes tras la lluvia;  3 cuando temblarán los guardas de la casa, y se encorvarán los hombres fuertes, y cesarán las muelas porque han disminuido, y se oscurecerán los que miran por las ventanas;  4 y las puertas de afuera se cerrarán, por lo bajo del ruido de la muela; cuando se levantará a la voz del ave, y todas las hijas del canto serán abatidas;  5 cuando también temerán de lo que es alto, y habrá terrores en el camino; y florecerá el almendro, y la langosta será una carga, y se perderá el apetito; porque el hombre va a su morada eterna, y los endechadores andarán alrededor por las calles;  6 antes que la cadena de plata se quiebre, y se rompa el cuenco de oro, y el cántaro se quiebre junto a la fuente, y la rueda sea rota sobre el pozo;  7 y el polvo vuelva a la tierra, como era, y el espíritu vuelva a Dios que lo dio.  8 Vanidad de vanidades, dijo el Predicador, todo es vanidad.  "

En los últimos años, como una política gubernamental en muchos de nuestros países se ha dado por celebrar el mes de la Tercera Edad. Tenemos ahora una nueva fecha para celebrar; y en estos pasados años es cuando hemos visto que aumente la popularidad de esta nueva fecha; nueva fecha de la que se aprovecha mucha gente para hacer ganancias.

Los tiempos que estamos viviendo, nos muestran una época en que la juventud es exaltada desmedidamente a costa de las demás etapas de la vida. Tal vez, como dice el verso: "juventud, divino tesoro". Fíjense: los mejores trabajos, los mejores rostros, las mejores oportunidades, los mejores puestos son reservados para la gente joven... Pero... ¿Quiénes están detrás de esto?... De seguro viejos, si viejos que están explotando a nuestra juventud.

El problema radica en que la juventud es apreciada únicamente en términos del potencial, de la belleza y fuerza físicas, que se encuentran en su punto máximo durante esta edad. Por el contrario, la infancia, la edad adulta y la vejez, principalmente ésta, no es tan bien vista como ser joven. Gerente joven, maestro joven, pastor joven, presidente joven, etc. se oyen atractivos.

Pero por otra parte, este culto a la juventud esconde que dentro de nosotros existe un miedo y una resistencia a dejar esta etapa joven de la vida: son pocos los adultos a quienes no les da pena decir su edad. La supuesta cortesía considerada una falta de educación preguntarle la edad a una persona que ya no se ve joven.

Lo curioso es que nos olvidamos que cuando éramos niños y adolescentes queríamos que la gente pensara que teníamos mayor edad de la que realmente teníamos. En términos sencillos, nos resistimos a dejar de ser jóvenes.

Tan es así que a los ancianos ahora se les conoce como los jóvenes de la tercera edad; se dicen frases como el alma siempre es joven, joven de corazón, etc., todo en un intento de quedarnos al menos con algo de la juventud.

Este temor o resistencia a dejar la juventud se observa en:
·        En el aumento impresionante de cirugías plásticas y reconstructiva tanto en hombres y mujeres: vean a los artistas (rostros estirados, pero se tienen que cubrir el cuello para tapar las arrugas o esconder las manos)
·        El crecimiento vertiginoso y comercial de más productos cosméticos rejuvenecedores, o que detienen el envejecimiento.
·        Nuestras formas que tomamos para a veces expresar los años Ej., en la hora de escoger nuestra ropa: usamos frases como: te ves muy señor o te vistes como señora"
·        Hasta en las actividades en la iglesia: semana de la juventud y ¿de la vejez? o ¿los campamentos de ancianos?
·        En la forma de apreciar un cumplido cuando alguien nos dice que nos vemos más joven. A nadie le gustaría que le dijeran: ¡qué viejo ya te ves!

Lamentablemente debemos decir y creo que atinadamente, que ante el envejecimiento, sólo tenemos dos opciones: aceptarlo o morirnos jóvenes.

En la carrera contra el tiempo y sus efectos en nuestro cuerpo todos somos perdedores.

Ante esta actitud negativa frente a la vejez, necesitamos mirar con atención lo que dice la Palabra de Dios al respecto. ¿Qué dice la Biblia ante el envejecimiento?


1-     Primero no debemos olvidar que DIOS ES EL DADOR DE LA VIDA en todas sus edades.
·        1 Timoteo 6:13 “Te mando delante de Dios, que da vida a todas las cosas...”
·        Salmo 104:29 “Escondes tu rostro, se turban; Les quitas el hálito, dejan de ser, Y vuelven al polvo.”.

a)     La Biblia enseña claramente que los años de la vida y por consecuencia, vivir una larga vida es un don de Dios. Sólo él es quien nos asegura o retira el aliento de vida.

b)     Damos por sentado y así lo declaramos y oficializamos, que tenemos derecho a la vida y nos olvidamos fácilmente que es sólo por el amor y la gracia de Dios es que podemos disfrutar de esta vida. Lamentaciones 3:22 nos recuerda que es por la misericordia de Jehová que no hemos sido consumidos, ya que nunca decaen sus misericordias.
b)

c)      Esta honra que Dios hace a nuestras etapas de la vida, tiene sus implicaciones. Por ejemplo, gran cantidad de personas tiene un miedo escondido de llegar a viejo y todo porque sólo se piensa en las dificultades que una persona anciana tiene que enfrentar, principalmente la salud; sin embargo, como la vida es un regalo de Dios, llegar a la etapa de la vejez debería ser vista como la buena, agradable y perfecta voluntad de Dios para quien llega a ella. Hay un dicho popular muy sabio que dice: Es triste llegar a viejo, pero es más triste no llegar.

d)     Debemos entender que si uno llega a viejo, es porque Dios en su gracia misericordiosa y en su sabiduría te ha conservado hasta este tiempo. Recordemos que nada de lo que Dios hace es sin sentido, sin propósito y llegar a la vejez también está lleno de significado, aun cuando haya circunstancias que lo hagan parecer complicada.

Luego entonces, los que tenemos la gracia de poder llegar a viejo y los jóvenes que lo pretendan, debemos acercarnos a la vejez con gratitud, no con temor; con esperanza, no con desesperación, con confianza en el Señor, no en nuestra capacidad económica o de nuestros hijos para mantenernos. Dios cuida, Dios provee.


2.      Debemos aceptar, discernir y entender, que envejecer y morir son resultado del juicio de Dios por causa del pecado
·        Salmo 90:9 “Porque todos nuestros días declinan a causa de tu ira; Acabamos nuestros años como un pensamiento”
·        Génesis 3:19 “Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás”

a)     Envejecer y morir nos recuerdan el juicio de Dios por el pecado. Uno de los efectos del pecado es el desgaste de nuestra salud y vida física. Las arrugas, el debilitamiento físico, la enfermedad, el cansancio, nos debe hacer pensar en el juicio de Dios por la desobediencia y el pecado.

b)     La vejez es un tiempo de vulnerabilidad y debilidad física por ello Dios nos habla desde jóvenes para que cuando ese momento llegue, lo enfrente con esfuerzo y valentía, leamos nuevamente, pero ahora abramos nuestro entendimiento: Eclesiastés 12:3.. Acuérdate de tu creador... antes de que tiemblen los guardas de la casa, y se encorvarán los hombres fuertes, (pies temblorosos) y cesarán las muelas porque han disminuido, y se oscurecerán los que miran por las ventanas;(pérdida de la vista) 4 y las puertas de afuera se cerrarán, (pérdida de la audición) por lo bajo del ruido de la muela; cuando se levantará a la voz del ave, y todas las hijas del canto serán abatidas (pérdida o apagamiento de la voz); 5 cuando también temerán de lo que es alto, y habrá terrores en el camino; y florecerá el almendro, (cabello canoso) y la langosta será una carga, y se perderá el apetito; porque el hombre va a su morada eterna, y los endechadores andarán alrededor por las calles; 6 antes que la cadena de plata se quiebre, y se rompa el cuenco de oro, y el cántaro se quiebre junto a la fuente, y la rueda sea rota sobre el pozo; (muerte) 7 y el polvo vuelva a la tierra, como era, (entierro) y el espíritu vuelva a Dios que lo dio

Juan 21:18 “De cierto, de cierto te digo: Cuando eras más mozo, te ceñías, é ibas donde querías; mas cuando ya fueres viejo, extenderás tus manos, y te ceñirá otro, y te llevará á donde no quieras”


3.      Una limitación de la vejez es la dependencia de los demás. Y es aquí donde Dios nos llama a amarlos y servirlos.
Nadie podrá amar a otro sino se ama a él mismo...
·        TU joven ámate a ti mismo para que puedas llegar a viejo y amar a los viejos y...
·        TU viejo, deja de rezongar y lloriquear ámate a ti mismo y goza de las bellezas de esta edad que solo tu que has llegado a estos años las puede entender, ver y gozar.

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