viernes, 8 de enero de 2021

Un Anciano Y Un Mensaje Por Saúl Guevara

 


Hay por ahí un adagio popular, que no por ser popular, deja de ser verdad que señala con increíble sabiduría: “cuando se muere un anciano es como si se quemara una biblioteca”.

 Este adagio, desmiente el argumento de la inutilidad de quienes han recorrido largos años de experiencia de vida y que nada tendrían que aportar a la sociedad al bordear la dura experiencia de la vejez.

 Debemos aprender y entender, que no sólo los museos guardan las huellas históricas de la humanidad, sino que en la mente, experiencia y sabiduría de un anciano palpita la historia de una vida, el inmarchitable y perpetuo rastro oral y todo el conocimiento producto de una acumulación de conocimientos que solo se la dan al hombre los pasos de los años.

 Hay muchos adultos mayores que son refugios de la sabiduría y de cuya experiencia es obligatorio aprovechar. Ellos, como dijo un escritor español: “vivirán, sin duda, mientras no pierdan la costumbre de vivir”. Por la anterior razón, nos duele una seudocultura que exalta la juventud como valor excluyente de las virtudes de los mayores.

 En estos días que el mundo celebra el nacimiento del redentor, recurriremos en honor a los ancianos al anciano Simeón. El mensaje de Simeón nos ilumina en este cierre e inicio de año en dos vertientes:

 

Lucas 2:29…32

“Ahora, Señor, despides a tu siervo en paz, Conforme a tu palabra; Porque han visto mis ojos tu salvación, La cual has preparado en presencia de todos los pueblos; Luz para revelación a los gentiles, Y gloria de tu pueblo Israel.”

 En esta primera perspectiva la palabra sabia de Simeón expresa la certeza de que la vida se sobrepone a la muerte, a pesar de las circunstancias complejas y de nuestra limitación temporal. Es decir, el tiempo de Dios es tiempo propicio.

 Su promesa es la emergencia de una genuina luz en medio del dolor y en el cierre de año y más ahora en el inicio de uno nuevo, esa promesa debe seguir siendo una que debe renacer en nuestros corazones como certeza de la llegada de una nueva mirada y de un nuevo modo de relaciones, a pesar de que sintamos que nuestras fuerzas o limitaciones humanas no den más. Tantas personas queridas que hemos perdido en estos tiempos hacen necesario reconocer que en medio de ese dolor existe una luz más adelante que nos llama a no claudicar, a pesar de nuestra fragilidad.

 

Lucas 2:34…35

“Y los bendijo Simeón, y dijo a su madre María: He aquí, éste está puesto para caída y para levantamiento de muchos en Israel, y para señal que será contradicha (y una espada traspasará tu misma alma), para que sean revelados los pensamientos de muchos corazones.”

 En esta segunda perspectiva, Simeón habla con franqueza e incluso con dureza, a María. Le anuncia que este niño será en sí mismo camino de liberación y al asumir ese llamado provocará profundas confrontaciones a su alrededor, que será causante de un dolor muy profundo para ella, su madre y para sus seres queridos.

 En este inicio de un nuevo año debemos afirmar con fuerza el anuncio de Simeón para asumir un camino nuevo de liberación en el seguimiento del proyecto de Jesús. Un camino complejo pues cuestiona los valores superficiales de este mundo, confronta las ideologías reducidas de un extremo u otro que nos llevan a fundamentalismos y un camino que permite ver que la única ruta cierta para amar la vida, para liberarla y defenderla, es la de crear nuevas posibilidades para que todos tengan vida en abundancia superando toda clase de opresión. Se trata de comenzar a escuchar las voces de aquellos a los que Jesús nos ha llamado a acompañar, aquellos a quienes libera y entre quienes se encarna.

 Y para lo anterior, que mejor que atendernos de nuestros ancianos.

 

Nadie tiene certeza absoluta de lo que nos depara el mañana, por ello se trata de abrazar la vida con todas nuestras fuerzas en este momento y de comenzar a crear nuevas posibilidades de esperanza, de Reino, con la seguridad de que la nueva luz que Dios mismo nos ha prometido en Jesús nace y renace desde la fragilidad y desde los márgenes para todos.

 Es tiempo de hacerlo todo nuevo en el sentido de justicia, solidaridad y fraternidad, de modo que este 2021 no quede secuestrado por los extremos que impiden el diálogo genuino, la vida plena y que, haya espacio para todos y todas quienes asumen este llamado a tejer vida y vida en abundancia, en clave de liberación integral.

 “Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.” Isaías 9:6… “y porque no agregarle: Anciano de Días”

S.A.G. – 08 – ENE – 2021

igelrenuevo@gmail.com

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario