viernes, 29 de enero de 2021

La Educación Para La Vejez Por Saúl Guevara

 


Levítico 19:3 "Cada uno temerá a su madre y a su padre, y mis días de reposo guardaréis. Yo Jehová vuestro Dios"

 En la actualidad no es bien visto usar la palabra viejo para referirnos a los “Adultos Mayores”, “Gente grande” o “Tercera edad”. Digamos que viejo, se escucha despectivo, pero no es ofensivo llamar a alguien viejo: aun cuando nuestro entorno cultural nos empuja a usar términos “light” en forma superficial, aunque en la realidad, las conductas no sean transformadas en el fondo.

Hoy, en nuestra juerga social, el término anciano nos da la idea de discapacitado, cuando los adultos mayores en realidad no lo son, sin embargo ¿de qué sirve llamarlos “adultos mayores” cuando demostramos un desprecio por ellos? ¿De qué sirve decir que están en plenitud si los tenemos relegados, abandonados o maltratados?

 Al morir un servicio funerario traslada el cuerpo de nuestros seres amados hacía un lugar destinado para el propósito de cumplir con una norma legal y social previa a la sepultura. En muchas ocasiones, morimos sin estar rodeados de la familia y ahora, en la era coronavirus, hasta así somos enterrados.

 Los esquemas educativos y valores morales se modificaron profundamente en el siglo pasado y peor aún, afectaron hasta las iglesias. El rápido desarrollo de la tecnología hace aún más dramático ese cambio. Quizá en siglos anteriores la brecha generacional no era tan grande. Hoy los más jóvenes, los nacidos desde los años ochenta, no podrían imaginar el mundo sin telecomunicaciones, sin ciber tecnología… no pueden concebir que alguien no sepa utilizar una PC o “navegar” en Internet. Tampoco podrían realizar muchos procesos manualmente y sus vidas serían horriblemente complicadas sin una calculadora o sin un teléfono celular.

 ¿Cómo comprender y atender a una generación que simplemente parece venida de otro planeta?

 Parecemos olvidar que cada día es mayor la proporción de adultos mayores de sesenta y cinco años en los países desarrollados y en desarrollo; el envejecimiento de la población mundial, debido a factores como el control de la natalidad el control de las enfermedades y de las problemáticas de la salud en general.

 Esta realidad vuelve un imperativo incluir en el proceso educativo, desde la familia hasta el entorno social, una educación para la vejez en dos sentidos:

 1.-Educarnos Para Nuestro Propio Envejecimiento.

 Aprendemos a hacernos viejos desde que nacemos o bien, no lo aprendemos. En el ejercicio del pastoreado, me he encontrado conque los jóvenes difícilmente piensan en que envejecerán y cómo serán de viejos.

 Aunque en las escuelas se enseñen contenidos que explican el ciclo de la vida, la conciencia del propio envejecimiento muchas veces llega hasta que éste se presenta y nos damos cuenta de que no nos hemos preparado para ser viejos, ni para vivir en plenitud esta etapa del ciclo de la vida. Es común evitar pensar en elaborar un testamento, comprar paquetes funerarios, prever el retiro o al menos adquirir seguros de vida, incluso, la arquitectura de las casas habitacionales es poco sensible al hecho de que las escaleras, los baños pequeños y con pisos resbalosos, etc., serán un problema en la vejez. Lo anterior refleja esta falta de perspectiva.

 Los niños deben convivir con los adultos mayores, aprender a escucharlos, los jóvenes deberían dedicar un tiempo fijo a convivir con los abuelos, aprender a escuchar, ser pacientes y tolerantes. Las iglesias deben contribuir a ello desarrollando seminarios, predicas y actividades en torno de los adultos mayores.

 Los padres que no preparan a sus hijos para ser viejos, no podrán ser apoyados y comprendidos al llegar a esa edad. Si un hijo observa que sus padres no pueden relacionarse con los suyos propios, se comportarán de igual manera. El hombre es educable desde que nace hasta que muere y que el proceso de educación del ser humano sólo termina cuando éste finaliza su vida.

 Como padres debemos preguntarnos:

·         ¿Estamos preparando a nuestros hijos y alumnos para su propio envejecimiento?

·         ¿Estamos formado futuros adultos mayores activos y adultos realmente plenos?

  2.-Educarnos Para Vejez De Los Seres Amados.

 En los países latinoamericanos, el conocimiento que se tiene sobre la vejez es poco y está alejado del contexto sociocultural de cada una de sus sociedades.

 Son escasos los programas de educación superior y post grado para formar especialistas en gerontología que atiendan las necesidades de cuidado y bienestar del adulto mayor, así como cursos, talleres, seminarios en los distintos programas profesionales y disciplinares que se relacionan con el adulto mayor, como la medicina, psicología, pedagogía, ciencias de la educación, nutrición, sociología y trabajo social, se ofrece escasa o nula formación para quienes no son especialistas.

 Las Instituciones de Salud Pública y las Instituciones educativas en general deberían ofrecer orientación constante, no únicamente a los adultos mayores. Los programas de Educación Básica y Media, se consideraría pertinente introducir contenidos que educaran a los hijos para la vejez de sus padres.

 Los Medios de Comunicación Social podrían propiciar programas dirigidos a los jóvenes para preparase a tratar a los adultos mayores de sus propias familias o para prepararse a cuando ellos sean mayores.

Los padres se preparan para ser mejores padres, los hijos deberíamos recibir así mismo una formación y orientación clara. Ellos nos enseñaron a caminar y a andar por la vida, somos los hijos quienes debemos servir de apoyo para que ellos caminen y anden la etapa final de la vida.

 En la vida lo sembrado, se cosecha, los hijos debemos sembrar preparándonos para a su vez formar a nuestros hijos y crear una cultura. De cualquier manera, así realmente aprenderemos a envejecer y envejeceremos aprendiendo.

 Así podemos reflexionar a 1 Corintios 12:24...25 "...pero Dios ordenó el cuerpo, dando más abundante honor al que le faltaba, para que no haya desavenencia en el cuerpo, sino que los miembros todos se preocupen los unos por los otros"

S.A.G. – 30 – ENE – 2021

 

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