viernes, 30 de agosto de 2019

Al Oído De Los Hijos Con Padres De La Tercera Edad


La vida de la mayor parte de las personas de edad avanzada se enriquece por la presencia de las personas que comparten su día a día o la mayor parte de sus momentos con ellos. La gran mayoría de las veces ese hueco lo ocupa la familia, que es nuestra fuente primaria de apoyo emocional y juega un papel fundamental, proporcionando sentimientos de arraigo, seguridad, capacidad, autoestima, confianza y apoyo social.

El “sentirse necesario” es una necesidad en la longevidad. Por ejemplo, tareas como el cuidado de los nietos, sin llegar a hacerlo una exigencia, favorecen la vinculación familiar, ya que este momento de nuestras vidas, asumiremos en muchos casos un nuevo rol de abuelo, que nos otorgará una función social y una utilidad familiar nueva. Esto será positivo siempre y cuando no perdamos bienestar por ello. Cualquier ayuda que podamos brindar al resto de la familia debe estar dentro de nuestras posibilidades, sin excedernos.

En la mayor parte de estudios realizados, las personas mayores que se sienten necesitadas por los suyos suelen vivir más y con mayor calidad de vida. Mantener nuestras relaciones familiares de manera satisfactoria es un objetivo muy importante para obtener un envejecimiento activo y lleno de bienestar.

A medida que envejecemos, nuestros padres tienden a convertirse en personas problemáticas y algunas veces interfieren en nuestros planes de tener una vida propia. Con la edad, nuestros padres son cada vez más olvidadizos, se vuelven obstinados y cuestionan las sugerencias que sus hijos y nietos les hacen.

La paciencia de hijos tiende a acabarse a medida que se irritan y molestan, lo cual molesta nuestra paz mental. Estas emociones que se acumulan pronto comienzan a estallar, ya que es probable que culpemos a nuestros padres y les digamos comentarios hirientes solo porque no tenemos otra manera de lidiar con esta situación. Al limar las asperezas y añadir ternura y comprensión a dicha situación, se ayudará bastante a aliviar las frustraciones y a mantenerlas a un lado.

Pasos

1.    Recuerda siempre que los desacuerdos forman parte de la vida diaria. Si todas las personas estuvieran de acuerdo con todo, la vida sería trivial y monótona. Respeta las decisiones y los valores de la generación mayor. Las personas que pertenecen a esta generación tienen una visión diferente de la vida, que no incluiría estar al día con la tecnología y la modernidad. Tus padres te han criado, así que dales algo de crédito por la persona que resultaste ser. Trata de llegar a un acuerdo con ellos al integrar tus ideales con los suyos. Podrías ingeniar una solución espectacular que nunca se te había ocurrido.

2.    No margines a los padres mayores al excluirlos por completo de la toma de decisiones importantes. Con mucha frecuencia, tendemos a darles poco crédito a su vasta experiencia y sabiduría. La marginación hace que los padres se sientan desesperados e indispensables, lo cual finalmente da como resultado que se rebelen y busquen a otras personas para tener consuelo, sentirse útiles y conseguir un sentido de pertenencia. Sobre todo, cuida de no reemplazarlos por tu cónyuge.

3.    Comprende que la memoria tiende a fallar con la edad. A medida que nuestros padres envejecen, la capacidad de la memoria tiende a debilitarse. Con mucha frecuencia, se olvidarán de completar los quehaceres pequeños o tomar un mensaje apropiadamente cuando alguien te llame por teléfono. Sé paciente de igual forma que lo serías con un niño. El curso natural del tiempo tiene un efecto en sus memorias y casi nunca se debe a una negligencia o descuido. Por ello, evita molestarte o decir comentarios hirientes y sarcásticos.

4.    Ten en cuenta que los padres de edad avanzada sufrirán de un debilitamiento general de la salud. Dales apoyo y credibilidad cuando se quejen acerca de un dolor o achaque menor. Evita adoptar una actitud de descuido o ignorar sus quejas pequeñas. Llévalos a la clínica u hospital local, o incluso a ver a un doctor privado si es necesario. De esta forma, podrías salvarlos de que tengan un problema mayor en su salud y en su bienestar general. Asimismo, este acto les prueba que si importan y se sentirán a gusto de saber que su hijo o sus hijos los cuidan.

5.    Recuerda que también llegarás a tener esa edad en algún momento. El ciclo de la vida continúa como todo lo demás. No te gustaría que tu propio hijo te trate mal, así que evita hacerles lo mismo a tus padres.

6.    Dales el respeto y dignidad que se merecen. Las personas podemos entender que los padres que están envejeciendo pueden ser difíciles y hasta algunas veces muy absurdos. Por ello, te recomendamos que los escuches con atención y veas la parte humorística de la situación para que te relajes y te calmes. Recuerda siempre que eres la persona que eres, gracias a que ellos te cuidaron y alimentaron apropiadamente. Eso no es todo, todos los hijos tienen el deber de actuar responsablemente con sus padres que están envejeciendo.

7.    Haz que sean parte de tu vida diaria. Trata de incluir a tus padres en tu rutina diaria cuando estés ocupado con tu vida y familia. Asimismo, tienes que programar en tus actividades diarias un tiempo para darles sus medicamentos a fin de atender las necesidades de tus padres en caso tengan alguna enfermedad. Dentro de lo posible, contrata a una persona que los asista si es necesario. Tienes que incorporar la ayuda de esta persona externa y el apoyo de otros hermanos o familiares.


8.    Hazlos sentirse útiles, orgullosos de sí mismos y de ti. Se sentirán cómodos al saber que sus hijos están con ellos cuando es necesario. Asimismo, las sonrisas y la felicidad que tendrán te dejarán sintiéndote pleno y contento.

9.    Con mucha frecuencia, las expresiones o presiones a que sometas a un anciano, le generan soledad y malestar; ellos han estado acostumbrados a tener una independencia y una vida propia. Esta situación los limita demasiado, ya que se sienten que les imponen tareas o rutinas de vida y de control. Asimismo, se sienten extrañados, lo cual da como resultado que tengan más arrebatos emocionales y decepciones.

Presta atención a estos puntos y ten delicadeza ante estos problemas antes de considerar este tipo de opción.

Consejos
  •    Busca el asesoramiento y la guía de otras personas que tengan padres de edad avanzada. Comprenderás que los problemas que experimentas no solo te suceden a ti, sino que hay otras personas que tienen las mismas dificultades.
  •       Piensa en silencio y sopesa todas las posibilidades antes de reaccionar descortés e insensiblemente.
  •          Desea que pase lo mejor y demuestra tener mucha paciencia y comprensión.
  •     No te estreses ni molestes por cosas insignificantes. Es decir, no exageres los pequeños problemas que se presenten. Por ejemplo, si tu madre insiste en mencionar esa persona que detestas, no le des importancia.
  •         Preserva las historias de tus padres para las generaciones futuras. Coloca una cámara de video y déjalos hablar acerca de su infancia, su familia y sus días escolares. Pregúntales dónde estaban cuando se dieron varios sucesos en la historia.
  •          Si es necesario, actúa como la persona que se encarga de hacer las paces entre tus hijos y tus padres. Esto se debe a que con mucha frecuencia los niños más jóvenes ven a las actitudes y los hábitos de las generaciones más antiguas como si fueran muy intolerables.

 Recuerda siempre el dicho que dice que "todo aquello que se da, más tarde se recibe".

No hay comentarios:

Publicar un comentario