viernes, 8 de marzo de 2019

El Honor De Ser Viejos


A medida que pasan los años vemos como nuestro aspecto y actitudes van cambiando. Llegamos a una edad en que las arrugas comienzan a poblar la piel y las hebras de plata nuestros cabellos, la memoria ya no funciona como en la juventud y nos enfrentamos a un momento crucial para muchos adultos mayores, la jubilación para algunos o la salida de circulación del aparato productivo para otros.

Para algunos, la desocupación es una situación compleja que los expone a dejar su trabajo, sintiéndose aún capaces de aportar a la sociedad. Otros ven esta oportunidad de disfrutar y aprovechar de su tiempo libre como nunca lo han podido hacer.

Vivimos en una sociedad que no valora la experiencia de los adultos mayores, haciendo que para muchos llegar a la tercera edad puede ser deprimente. Para otros, el envejecimiento es una etapa de la vida que ofrece muchas oportunidades para ser feliz y disfrutar de la vida.

Job 12:11…13 “Ciertamente el oído distingue las palabras, Y el paladar gusta las viandas. En los ancianos está la ciencia, Y en la larga edad la inteligencia. Con Dios está la sabiduría y el poder; Suyo es el consejo y la inteligencia”

Envejecer es un privilegio, un arte, un regalo. Sumar canas, arrancar hojas en el calendario y cumplir años debería ser siempre un motivo de alegría. De alegría por la vida y por lo que estar aquí supone. No te lamentes de envejecer.

Y es que vivir tiene la peculiaridad de que va de la mano con el tiempo, que hace que en nuestro rostro aparezcan arrugas y que de vez en cuando tengamos achaques. Pero todo eso es el reflejo de la vida, algo de lo que nos podemos sentir muy orgullosos, es algo tan natural y propio de la edad como fue el balbuceo que tuvimos previo al hablar cuando estuvimos pequeños.

Tenemos que agradecer la oportunidad de cumplir años, pues gracias a ello cada día podemos compartir momentos con aquellas personas que más queremos, podemos disfrutar de los placeres de la vida, dibujar sonrisas y construir con nuestra presencia un mundo mejor…

Las arrugas nos recuerdan dónde han estado las sonrisas
 
Las arrugas son un sincero y bonito reflejo de la edad contada con las sonrisas de nuestros rostros. Pero cuando empiezan a aparecer nos hacen darnos cuenta de lo efímera y fugaz que es la vida.

Como consecuencia con frecuencia esto nos hace sentir molestos e incómodos cuando en realidad debería ser un motivo de alegría.

¿Cómo es posible que nos entristezca tener la oportunidad de cumplir años?

Porque tenemos miedo de que al envejecer perdamos capacidades, porque pensamos en la vejez como un castigo, de manera peyorativa y humillante. Del mismo modo cumplir años nos hace mirar hacia atrás y plantearnos qué hemos hecho durante nuestra vida.

Dar gracias por cada año cumplido

Deberíamos agradecer a la vida la oportunidad de permanecer y de tener la capacidad y la conciencia de disfrutar. ¿Qué sentido tiene lamentarnos y quejarnos por tener posibilidades? ¿No es verdad que daríamos lo que fuese por tener a aquellos que perdimos a nuestro lado? ¿Por qué no le ponemos ganas a la vida y dejamos de disimular nuestro caminar?

Cumplir años debería ser un motivo de alegría. Cada día significan 1440 minutos de nuevas opciones, de maravillosos pensamientos, de cientos de matices en nuestros sentimientos. Cada segundo nos hace más capaces de experimentar y de aprovechar todas las opciones que nos brinda nuestro alrededor.

Cada año es una medalla, una oportunidad para atesorar recuerdos, para hacer nuestros los instantes, para soplar las velas con fuerza y orgullo. Desea seguir cumpliendo sueños, segundos, minutos, horas, días, meses y años… Y, sobre todo, poder celebrarlo con la vida y la gente que te rodea. Que os veáis y os sintáis plenos, arrugados y felices.

¿Qué cuántos años tengo?

Tengo la edad en que las cosas se miran con más calma, pero con el interés de seguir creciendo.

Tengo los años en que los sueños se empiezan a acariciar con los dedos y las ilusiones se convierten en esperanza.

¿Sabes cómo son los adultos mayores de hoy? Después de leer estas características verás lo importante que es la experiencia para el desarrollo de nuestra felicidad.

1. Alcanzan el bienestar

La experiencia nos permite conocernos mejor, siendo capaces de controlar nuestras conductas sociales e instintos emocionales. Al llegar a la tercera edad, sabemos quiénes somos permitiéndonos ser más feliz.

2. Son mentalmente más agudos

Aunque muchas veces los adultos mayores son menospreciados en el mundo laboral por sus competencias, ellos alcanzan altos niveles de concentración en tareas específicas. Además, logran tener el mismo desempeño que una persona más joven, en tareas orientadas a sus capacidades.

3. Poseen más habilidades sociales

Según un estudio de la Universidad de Michigan, los adultos mayores son capaces de resolver de mejor forma conflictos sociales, ya que tienden a tener posturas más objetivas respecto al problema que se les plantea. A su vez, son capaces de dar soluciones y consejos más razonables, de lo que podría dar alguien menor.

4. Tienen menos estrés

Aunque los adultos mayores llevan consigo problemas propios de la edad, aún así, consiguen dejar otros atrás. El estrés que produce el exceso de trabajo o los problemas relacionados con la crianza y crecimiento de los hijos, se ven aminorados pasados los 65 años. Mantienen vidas más resueltas en todo sentido, lo que produce una disminución de la ansiedad.

5. Mantienen matrimonios estables

Las parejas que han estado unidas por largos años, han pasado por procesos difíciles, permitiéndose aprender del otro. Los adultos mayores tienden a demostrar de mejor manera su amor y respeto. Además, la ausencia de los hijos en la casa permite a los matrimonios reunirse nuevamente.

¿Se te ocurren otras ventajas de la tercera edad?



No hay comentarios:

Publicar un comentario