viernes, 1 de junio de 2018

Los Mayores Y La Lectura


Muchas personas de la tercera edad admiten que no saben qué hacer con tanto tiempo libre o que hay actividades que no se adaptan a sus posibilidades. Sin embargo, la lectura puede ser una manera de ocupar tiempo muy provechosa, a la vez que entretenida, ya que además de fomentar la imaginación, fortalece y mejora la memoria en esta etapa de la vida.

Es algo obvio, que la lectura aporta efectos positivos que son importantes a cualquier edad, pero más aún en la vejez. Es por este motivo que vale la pena incorporarla como un hábito que se puede ir introduciendo poco a poco, y de manera que no se convierta en una obligación, ya que podría ocasionar el poco disfrute de la persona, efecto contrario al que se busca. Ser un lector habitual también previene el deterioro cognitivo, al requerir el ejercicio de distintas zonas del cerebro.

Los psicopedagogos concuerdan con que la lectura exige ejercitar diversas áreas cerebrales, ya que, implica crear asociaciones, la transformación de elementos lingüísticos, la comprensión de ideas y el funcionamiento de la memoria sostenida para mantener la información y el hilo de la historia, son funciones mentales que se utilizan al leer.

Por otro lado, el adulto mayor suele llevar una vida con menos tareas diarias a realizar y estímulos externos más reducidos que en otras épocas de la vida, lo que ocasiona que las preocupaciones personales puedan sentirse más graves de lo que el realidad son.

En este sentido, la lectura aporta estímulos nuevos, así como la posibilidad para el lector de introducirse en otras vidas, conocer otras problemáticas y formas de resolver problemas y de igual manera fomentar la imaginación.

Bueno es entonces el fomentar en nuestros mayores el desarrollo del amor a la lectura y a manera de sugerencia me permitiría apuntar:

Iniciarse en la lectura con textos que llamen la atención a la propia persona. Es adecuado hacerlo en horas del día donde tengamos más luminosidad, como por las mañanas.

La persona ha de buscar un momento de tranquilidad, porque al principio puede ser difícil concentrarse. Para conseguir adquirir el hábito de la lectura también es conveniente iniciarse en textos de letra grande y pocas páginas.

Otras sugerencias son las de leer a intervalos y no forzarse cuando la concentración se pierde. “Es mejor leer un par de páginas al día que obligarse a estar dos horas con el libro”. Sólo la periodicidad hace que una actividad se transforme en hábito y se incorpore a la vida diaria.

Sugerencias de lectura

Leer cuentos a los nietos también fomenta la lectura y fortalece el vínculo con los más pequeños, además el hecho de leer libros infantiles puede hacer que el rato de lectura sea muy ameno, tanto por la compañía y el fin de la lectura como por la facilidad y sencillez de los textos.

Otra buena forma de leer y divertirse es compartir el hábito con personas del círculo más cercano, como pueden ser amigos que también disfruten de leer o incluso con la misma pareja o vecinos.

Buscar un lugar de la casa o un espacio en el exterior que aporte tranquilidad puede ser la mejor manera de desconectar durante un rato y disfrutar de un buen libro.

Es muy posible, porque suele suceder, que cuando el adulto manifieste interés por la lectura sea motivo de conjeturas, criticas y hasta burlas por personas cercanas en su vida, quienes en su afán de opinar generalmente rebuznan y terminan a veces sin darse cuenta emitiendo un insulto. 

Como se que lo anterior sucede y deseando ayudar a una introducción a la lectura en esta edad, deseo compartamos el cuento llamado “El Coleccionista de Insultos”:

Cerca de Tokio vivía un gran samurái, ya anciano, que se dedicaba a enseñar el budismo zen a los jóvenes.

A pesar de su edad, corría la leyenda de que era capaz de vencer a cualquier adversario.

Cierto día un guerrero conocido por su total falta de escrúpulos pasó por la casa del viejo. Era famoso por utilizar la técnica de la provocación: esperaba que el adversario hiciera su primer movimiento, y, gracias a su inteligencia privilegiada para captar los errores, contraatacaba con velocidad fulminante.

El joven e impaciente guerrero jamás había perdido una batalla.

Conociendo la reputación del viejo samurái, estaba allí para derrotarlo y aumentar aún más su fama.

Los estudiantes de zen que se encontraban presentes se manifestaron contra la idea, pero el anciano aceptó el desafío.

Entonces fueron todos a la plaza de la ciudad, donde el joven empezó a provocar al viejo:

Arrojó algunas piedras en su dirección, lo escupió en la cara y le gritó todos los insultos conocidos, ofendiendo incluso a sus ancestros.

Durante varias horas hizo todo lo posible para sacarlo de sus casillas, pero el viejo permaneció impasible. Al final de la tarde, ya exhausto y humillado, el joven guerrero se retiró de la plaza.

Decepcionados por el hecho de que su maestro aceptara tantos insultos y provocaciones, los alumnos le preguntaron:

- ¿Cómo ha podido soportar tanta indignidad? ¿Por qué no usó su espada, aun sabiendo que podría perder la lucha, en vez de mostrarse como un cobarde ante todos nosotros?

El viejo samurái repuso:

-Si alguien se acerca a ti con un regalo y no lo aceptas, ¿a quién le pertenece el regalo?

-Por supuesto, a quien intentó entregarlo -respondió uno de los discípulos.

-Pues lo mismo vale para la envidia, la rabia y los insultos añadió el maestro-. Cuando no son aceptados, continúan perteneciendo a quien los cargaba consigo.”

Reflexión: ¿Qué pasaría si no cedemos a provocaciones, insultos e intentos de humillación? No podemos cambiar la actitud de los demás, pero podemos elegir no entrar en el juego, y no caer en la provocación. ¿se os ocurre algún ejemplo de vuestro día a día en donde podáis aplicar las enseñanzas del maestro? ... 

Tan solo regálele a un adulto mayor una Biblia y si es ilustrada mejor y esto lo hará estar feliz.

Isaías 55:11 “así es también la palabra que sale de mi boca: No volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo deseo y cumplirá con mis propósitos.   




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