viernes, 3 de junio de 2016

Por Qué Dios Me Ha Dejado Aquí

Las personas que son creyentes de edad avanzada a menudo se preguntan, ¿Por qué el Señor me dejó aquí? 

Indiscutiblemente que quienes no se preparan para enfrentar y vivir la edad de los adultos mayores, verán a esta como una vida precaria, máxime cuando los humanos tendemos a evaluar el presente en base al pasado.

Ninguna de las etapas de la vida, se puede comparar con otra y aún menos tratar de que sean iguales, cada uno vivimos esas etapas solo una vez. Claro está que cuando no nos preparamos consiente e intelectualmente para cada etapa venidera, la incertidumbre y la vanidad de la carne, nos apresan y abundan en este mundo aquellos estafadores que venden de todo para no aceptar los cambios en nuestras vidas.

Indudablemente existe para nosotros las promesas de Dios para una mejor vida en la eternidad y entonces ¿Por qué desesperamos? dirán unos y otros dirán ¿Por qué no nos vamos? ¿Por qué se nos ha dejado aquí, una cierta vida a la vejez?... Las interrogantes son valederas, tratemos de responderlas y para ello auxiliémonos de la Escritura:

2 Corintios 7:1 “Por lo tanto, teniendo estas promesas, amados, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor del Señor" (RVR).

A pesar de que, como cristianos, estamos reconocidos legalmente para ir el cielo, hecho que sucede en el momento de la conversión, nuestra persona necesita mejorar mucho. Hay malos hábitos que deben ser destruidos. 

El viejo, la vieja naturaleza, necesita ser expulsada todos los días. La carne es muy terca, se niega a morir. Se tomará tiempo para lograr que el fruto del Espíritu (Gálatas 5) madure en nuestras vidas. Puede tomar años para que uno aprenda a controlar su temperamento. Para la persona egoísta que ha vivido durante la auto-gratificación le tomará tiempo para a llegar a ser como el Señor Jesús, desinteresado y con el amor de Dios hacia los demás. Algunos son lentos para aprender, pero el Señor es el Espíritu paciente y sigue trabajando.

Entonces, ¿cuál es la bendición de llegar a la vejez? 

En primer lugar, Dios tiene más tiempo para trabajar en nosotros. Algunos de nosotros son de material duro y resistente al cambio. Pero el Señor es paciente y persistente. Esperemos que nuestro carácter se vaya suavizando y mejorando con la edad. Esto nos llevará a la eternidad. Así que debemos estar agradecido por los largos años de vida que llevamos, porque así el Señor Jesús tiene mayor tiempo para mejorarnos.

En segundo lugar, una persona piadosa en la edad avanzada es un estímulo para los jóvenes creyentes. Uno puede llegar a la vejez sin una mancha seria en su carácter. ¡Alabado sea el Señor! Usted también puede terminar la batalla de la vida victoriosa también. Los jóvenes necesitan estos ejemplos positivos que emular.

En tercer lugar, es un poderoso testimonio al mundo del poder salvador de Dios en una vida. El mundo ve a la religión cínicamente. "Son todos unos hipócritas!"

El testimonio de un hombre o una mujer de edad según Dios es poderoso. Abraham en la vejez enterró a su esposa Sarah. No era dueño de ninguna propiedad, a pesar de ser el amigo de Dios y necesitaba comprar un lugar de enterramiento.

Cuando Abraham intentó comprar una parcela de tierra de los propietarios, dijo, "Extranjero y forastero soy entre vosotros; dadme propiedad para sepultura entre vosotros, y sepultaré mi muerta de delante de mí. Y respondieron los hijos de Het a Abraham, y le dijeron: Óyenos, señor nuestro; eres un príncipe de Dios entre nosotros; en lo mejor de nuestros sepulcros sepulta a tu muerta; ninguno de nosotros te negará su sepulcro, ni te impedirá que entierres tu muerta. Y Abraham se levantó, y se inclinó al pueblo de aquella tierra, a los hijos de Het" (Génesis 23:4..6). 

Es una escena conmovedora, Abraham, un viejo de pelo blanco, llorando y tratando de comprar un terreno en el cementerio para enterrar a Sarah, su fiel esposa de muchos años. Estos hombres eran paganos, no adoraban al Dios de Abraham. Pero reconocieron su fuerza de carácter, su integridad. Abraham había sido un hombre de fe y terminó así, un buen ejemplo para los creyentes de hoy. A ese momento Abraham tenia ciento setenta y cinco años.

Así que sea paciente y deje que la obra de Dios se pula en su vida, "perfeccionando la santidad." El Señor lo llevará a casa cuando quiera. Y su voluntad es siempre lo mejor.

Después de todo no olvide, hace más de dos mil años que Jesús se fue a preparar su morada y la mía… entonces… ¿de qué nos quejamos? 


Quizás Usted ha estado por años esperando que Dios lo saque de lo que considera es un prolongado estancamiento. Si es así, llegó el momento de reflexionar en el hecho de que usted ha sido llamado a una función y misión específicas, para las cuales el Señor desarrollará todas sus potencialidades a su tiempo y tenga la seguridad que por su edad ese tiempo está llegando como no haya llegado ya y Usted ni cuenta se ha dado en su protestadera.

Es necesario que, en desarrollo del proceso, aprenda a esperar en Dios y moverse conforme a Su voluntad. En su momento Dios le señalará con el dedo y le dirá: “Alístate y sal de la cancha ya jugaste tu mejor partido”. Si esa convicción íntima le mueve, sepa que Dios cumplirá su propósito en usted.

Todas las personas, en absoluto todas las personas, fueron concebidas por Dios con una misión específica. El hecho de que no cumplan esa misión depende, en la mayoría de los casos, de nuestras propias decisiones.


Si nos disponemos para el Señor, Él cumplirá el propósito que tiene trazado para nosotros. Tenga claro que, si hay disposición, todas las cosas obrarán a favor nuestro. Dios desea hacer algo especial con nuestras vidas, y permitirnos que trascienda, que deje una sólida huella y que todo cuanto decimos y hacemos, ejerza una poderosa influencia en la transformación de todas las personas.

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