viernes, 4 de diciembre de 2015

Lo Que Vale La Familia


La familia unida ofrece gran seguridad. Me crié en una familia pequeña pero unida; con padres que nos inculcaron valores y nos supieron educar, la vara nunca nos falto, en fin a mi hermano José Salvador y a mí, Dios nos bendijo con unos padres muy buenos.

Resultado de lo anterior, ambos ahora tenemos nuestras familias y ya gozamos de nietos y las familias se siguen desarrollando unidas, podemos decir que ha sido una bendición de generación a generación.

La edad moderna presenta nuevos retos para las familias cristianas. Pocas personas viven en hogares unidos ahora.

La desintegración familiar en los tiempos actuales y bastante y muy frecuente, los aspectos culturales, educativos y económicos, como la facilidad de comunicarse con el mundo externo, han tenido que ver muchísimo en esta desintegración y por ende ahora es más difícil definir el papel de los abuelos, a pesar de que los abuelos viven más, tienen más ingresos disponibles y tienen grandes oportunidades para llegar a las próximas generaciones.

¿Cómo, entonces, pueden los cristianos replicar la cohesión familiar intergeneracional y la responsabilidad de pacto en nuestra época?

  1. La Herencia

Según la Escritura, "El bueno dejará herederos a los hijos de sus hijos" (Proverbios 13:22) Como administradores de los bienes que Dios nos da, los cristianos tenemos la obligación de administrar sus valores para la gloria de Dios y pasarlos fielmente a nuestra  descendencia. De ahí, la importancia de la herencia, lo que demuestra que la herencia es esencialmente teocéntrica y que es una herramienta clave para extender la bendición en la familia cristiana

El hombre moderno, sin embargo, es hedonista, materialista y egocéntrico. Un pastor y planificador financiero cristiana dijo en una conferencia a un grupo de nosotros, "Su meta es morir al mismo tiempo que sus activos se agoten. Y al ritmo que voy, continuó, mirando su reloj, creo que me voy a morir poco después del almuerzo" Él estaba haciendo una broma, por supuesto, pero la mentalidad que describió es demasiado común y mundana. No es bíblico tratar de agotar la herencia dada por Dios. El hombre justo deja un legado.

Leí hace días como un editor de éxito, creó un fondo para proveer a la educación de sus cuatro nietos. Con esa medida, se logro que tres de los chicos se convirtieran en médicos y uno un veterinario. Todos entendieron que estaban en deuda con sus familias y cada uno a seguido el patrón heredado de su abuelo para asegurar sus nuevas generaciones. Los abuelos cristianos deben dejar una interesante herencia a sus nietos, principalmente cuando ellos son su corona.

  1. El Patrimonio

Los abuelos son los guardianes de un patrimonio, proporcionando a sus descendientes un sentido de continuidad, de historia y de amor al terruño. La gente mayor, los abuelos,  se interesan en el pasado y se convierten en excelentes genealogistas e historiadores. Mi hermano Salvador, es un magnífico historiador genealógico, que le sirve tanto a su familia y de la cual estamos aprendiendo nosotros. Estamos encantados de tener un registro más amplio de la familia y hemos notado como al saber de los familiares pasados, se desarrolla o se siente una confianza mayor en cada uno de nosotros.

Bueno es que los adultos mayores, los abuelos, dediquen un tiempo a escribir la historia de la familia, su propia biografía y otra temática mas como patrimonio familiar, para cuando los niños hacen una pregunta acerca de él o la familia, siempre se puede decir: "me olvide, pero está en el libro." Estos escritos pueden representar monumentos a la familia.

La Escritura enfatiza la importancia de los monumentos antiguos establecidos por los antepasados (Deuteronomio 19:14, Proverbios 22:28) Aun cuando la referencia obvia de estos pasajes bíblicos, es la de los límites de la propiedad, estos pasajes tienen implicaciones más amplias para el patrimonio de la familia. Cuando Acab codiciaba un viñedo familiar, justo Nabot se negó a renunciar a "la herencia de mis padres" (1 Reyes 21:3)

Tras el quinto mandamiento (Éxodo 20:12), cada generación debe ser celosa de preservar el legado de la familia y sus antiguos monumentos. Los abuelos son los guardianes naturales de la herencia de una familia.

Los abuelos también pueden contribuir a la educación de la próxima generación. Una pareja de abuelos ayuda a educarlos en el hogar. Ellos enseñan de una forma especial y fascinante. ¿A quien no le gusta escuchar una historia de un abuelo o la cocina de la abuela? Al educar los abuelos en el hogar, se les permite invertir en la próxima generación. La Escritura dice, "Generación a generación celebrará tus obras, Y anunciará tus poderosos hechos" (Salmo 145:4)

Tengo una imagen mental de mis años adolescentes, cuando en la casa de mis padres, en un portal del lado de la calle, se reunían unos seis a siete adultos mayores y como ellos recordaban tanto de loa años pasados; es incalculable lo tanto que aprendí en aquellas reuniones de siete a nueve de la noche todos los días. Esta experiencia me hace pensar en lo que la generación de más edad podría estar haciendo en las vidas de los demás. Los abuelos cristianos deben desarrollar y proteger el patrimonio piadoso de una familia.

  1. La evangelización


Los abuelos pueden ayudar a evangelizar a sus descendientes. "Desde la infancia", Pablo le dice a Timoteo: "has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden dar la sabiduría que lleva a la salvación mediante la fe en Cristo Jesús" Por otra parte, Pablo señala la gran influencia de la madre y la abuela de Timoteo. Pablo confiaba en el carácter de su protegido y la fe porque había visto la fe sincera de Loida y Eunice. Abuelos piadosos deben encontrar la motivación y el estímulo que encargo Pablo a Timoteo: "continuar en las cosas que has aprendido... sabiendo de quién has aprendido" (2 Timoteo 1:5; 3:14..15)

Los padres, en concreto, los padres tienen la obligación primordial de formar y evangelizar a los niños (Deuteronomio 6:7; Efesios 6:4) Pero los abuelos pueden ayudar con la memoria.

Según sus misericordias, Dios bendice a las generaciones futuras con la salvación. Todos los padres y los abuelos pueden encontrar consuelo en el Salmo 102:28: "Los hijos de tus siervos continuarán; y sus descendientes se establecerán delante de ti"

  1. La Bendición

Los abuelos pueden bendecir a las generaciones futuras. Génesis concluye con la bendición de Jacob le da a sus hijos (Génesis 50) y nietos (Génesis 49:15..16) Hebreos 11:20..21 destaca dos grandes bendiciones paternales desde el Génesis. Por la fe bendijo Isaac a Jacob y Esaú. Y por la fe Jacob bendijo a sus propios nietos. El lenguaje es espectacular y especial: Jacob muriendo adoraba a Dios y bendijo a sus nietos por la fe. Me gusta esa imagen bíblica: un santo de cara a las promesas de Dios, bendiciendo a sus descendientes.

Los abuelos deben pensar en maneras de bendecir a su descendencia. Ellos mismos son los únicos benditos de Dios. Como el salmista dice: "Bendígale Jehová desde Sion, Y veas el bien de Jerusalén todos los días de tu vida, Y veas a los hijos de tus hijos" (Salmos 128:5..6.). Aunque podría asustar a los demás, los abuelos podrían tratar de dar una "bendición Rebeca" (Génesis 24:60)

Por encima de todo, los abuelos deben orar por sus descendientes. Es importante orar para las generaciones futuras. Que los actuales niños y los hijos de sus hijos, sean cristianos, hasta el fin del mundo.

Cada abuelo cristiano puede dar esa oración con convicción y entusiasmo, y así que sea una bendición para las generaciones futuras.

Y todo lo anterior en tan solo una familia unida.



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