viernes, 22 de mayo de 2015

Las Caídas Físicas En Los Adultos Mayores


Muchas personas tienen un amigo, familiar o ellas mismas que ha caído. La persona puede haber resbalado mientras camina o se sentía mareado al levantarse de una silla y caído. Tal vez usted mismo ha caído sin esperarlo y no ha podido reaccionar a tiempo.

Si usted o una persona mayor que usted conoce ha caído, no es algo raro; más de una de cada tres personas en edad de 65 años cae cada año. El riesgo de caer se eleva con la edad.

Entre los adultos mayores, las caídas son la causa número uno de las fracturas, los ingresos hospitalarios por traumatismo, pérdida de la independencia y las muertes por lesiones.

Las fracturas causadas por caídas pueden conducir a estancias hospitalarias y la discapacidad. Muy a menudo, las fracturas relacionadas con caídas en estas personas se localizan en la cadera, la pelvis, la columna vertebral, el brazo, la mano o el tobillo.

Las fracturas de cadera son uno de los tipos más graves de lesión a causa de una caída. Son una de las principales causas de lesiones y pérdida de independencia, entre los adultos mayores. La mayoría de los adultos saludables, independientes de mayor edad que son hospitalizados por una fractura de cadera son capaces de volver a su casa o vivir por su cuenta después del tratamiento y la rehabilitación. La mayoría de los que no pueden volver a la vida independiente después de este tipo de lesiones tenían discapacidades físicas o mentales antes de la fractura. Muchos de ellos necesitan atención a largo plazo.

El miedo a la caída


Muchos adultos mayores tienen miedo de caer. Este miedo se vuelve más común con la edad, incluso entre aquellos que no han caído. Se puede llevar a las personas mayores para evitar las actividades como caminar, ir de compras, o tomar parte en actividades sociales.

Si se ha caído y está preocupado por las consecuencias de ello, hable con su médico u otro proveedor de atención médica. Su médico puede derivarlo a un fisioterapeuta. La fisioterapia puede ayudar a mejorar tu equilibrio y caminar y ayudar a construir su confianza a pie. Deshacerse de su miedo a caer puede ayudarle a mantenerse activo, mantener su salud física y prevenir caídas futuras.

Dígale a su médico si usted se cae


Si usted se cae, asegúrese de discutir la caída con su médico, incluso si usted no está herido. Muchas causas subyacentes de las caídas pueden ser tratadas o corregidas. Por ejemplo, las caídas pueden ser un signo de un nuevo problema médico que requiere atención, como la diabetes o los cambios en la presión arterial, sobre todo caídas en la presión arterial al ponerse de pie. También pueden ser un signo de problemas con sus medicamentos o de la vista que pueden ser corregidos. Después de una caída, su médico puede sugerir cambios en su medicación o su prescripción de gafas. Él o ella también puede sugerir la terapia física, el uso de una ayuda para caminar, o de otras medidas para ayudar a prevenir caídas futuras. Estos pasos también pueden hacer que usted más confianza en sus habilidades.

Formas de prevenir las caídas


Haga ejercicio para mejorar su equilibrio y fortalecer los músculos ayuda a prevenir las caídas. No usar lentes bifocales o multifocales cuando usted camina, especialmente en las escaleras, le hará menos propensos a caer. Usted también puede hacer su hogar más seguro mediante la eliminación de alfombras sueltas, añadiendo pasamanos de escaleras y pasillos, y asegurarse de que tiene la iluminación adecuada en las áreas oscuras.

Caídas no son una parte inevitable de la vida, incluso cuando una persona envejece. Usted puede tomar medidas para prevenir las caídas. Su médico u otros proveedores de atención médica pueden ayudarle a decidir qué cambios le ayudará.

La adecuación de las Viviendas y edificios para el colectivo de personas mayores viene a exigir de manera inmediata la supresión de barreras arquitectónicas. Nuestros Estados latinoamericanos y otros (Incluimos E.U.) Han permitido la coexistencia de un amplio número de disposiciones que abogan por la supresión de estas barreras, ya sea desde la intervención administrativa en la edificación, como en la intervención en materia de atención social al mayor. No obstante, las abundantes previsiones normativas, el grado de cumplimiento de las mismas no es aún el que habría de esperarse. En muchas ocasiones se trata de adaptaciones exigidas no específicamente para el mayor sino para las personas con algún grado de minusvalía, que le impidan acceder con normalidad a edificios.

Si los arquitectos encargados del diseño, hacedores de ámbitos físicos, fueran concientes de la conformación real de la sociedad y proyectaran sin barreras, lograríamos un hábitat físico cómodo no solo para los ancianos y las personas discapacitadas, sino para todos.

Por ejemplo: la circulación de cualquier individuo para relacionar diferentes niveles es más fácil si se realiza a través de una rampa o un ascensor que por una escalera.

En el caso de la vivienda para los adultos mayores la misma debe ser franqueable, accesible y usable:
·       Decimos franqueable: cuando se puede entrar al edificio desde la vía pública o del exterior sin ayuda de terceros.
·       Accesible. siendo franqueables, se puede recorrer totalmente y llegar a los locales que deban ser utilizados.
·       usable: siendo accesible, se puede desarrollar en su interior todas las actividades
·       proyectadas.

Una vivienda no es solo cuatro paredes y un techo, sino también un uso, ese componente invisible del hábitat.

En el caso que en una familia existan personas mayores o cuando estas personas vivan solas es posible ir realizando modificaciones en las viviendas, para que este usuario pueda seguir movilizándose sin dificultades, manteniendo su independencia.

En todos los sitios debe existir una buena iluminación y siempre que se pueda utilizar luz natural, ya que las personas mayores son sensibles a sus beneficiosos efectos; además, les da impresión de mayor contacto con el exterior.

Es importante que todos los que convivimos con las personas de la tercera edad, estemos atentos a estas consideraciones, para facilitarles las condiciones en los lugares donde desarrollan sus actividades diarias y así contribuir al mejoramiento de su calidad de vida.

La Palabra de Dios también hace alusión a calidad de vida usando términos más amplios como "bienestar", "satisfacción" y "felicidad". Lo cierto es que la Calidad de Vida plena, solo puede darla Dios: "Jehová, tú nos darás paz, porque también hiciste en nosotros todas nuestras obras" Isaías 26:12. El Señor es quien lleva a cabo todos nuestros proyectos y al acompañarlos nos da Calidad de Vida.

En distintos pasajes de las Escrituras, el Señor promete Bienestar. Y aunque Él puede regalarnos distintos dones materiales, su Bondad va más allá. No se conforma con proveernos un bien ó un servicio por el que haya que pagar como una mercancía. Él nos da Calidad de Vida porque ella es una extensión de su amor para con nosotros.

Y si Dios esta con nosotros ¿Quién contra nosotros?




No hay comentarios:

Publicar un comentario