viernes, 12 de diciembre de 2014

El Cuidado De Los Ancianos Un Reto Cristiano

A menudo me han preguntado: ¿Por qué puede un padre y una madre pueden criar doce hijos y doce hijos no pueden cuidar de su padre y su madre?

Unos dirán que los padres tuvieron el tiempo suficiente y otros dirán que los hijos no tienen el tiempo suficiente. Así se consuelan unos a otros; cada uno preocupado de que tienen que apoyar a padre y madre demasiado tiempo.

Cuando los padres no son bienvenidos y los hijos sienten que son una carga, sus corazones claman al Altísimo para entregarlos y acortar su vida y yo me pregunto ¿Y estos hijos creen que no serán viejos igual a sus padres?

Dios a menudo castiga la ingratitud de los hijos. Alégrense, mis queridos jóvenes por recibir instrucción de sus padre, aun en ese consejo que ahora les parece tonto. Porque el que no recibe instrucción cosechará la pobreza y la vergüenza. Dios nunca olvida el buen hacer para con los padres

Por desgracia, en nuestros días, niños, jóvenes y adultos, son demasiado descuidados, ingratos, sin afecto natural y poco amable para aceptar la instrucción sobre cómo respetar a su padre y madre. Ellos no sólo son instruidos en la escuela, sino también en la iglesia con la Palabra de Dios, pero su corazón se ha endurecido.

Dios bendiga a usted que cuida de sus viejos, usted cosechará las bendiciones de sus propios hijos y será recompensado con gozo en el reino eterno. Dios nunca olvidara lo bien hecho por usted para con sus padres. El que teme a Dios honra a su padre, sirve a sus padres y los estima como un señor. Usted debe prever sus deseos y necesidades, y no esperar hasta que le piden ayuda.

A veces los hijos se olvidan de su deber para con sus padres a causa de demasiado dinero, la codicia, el placer o el honor. Hay mil herramientas diferentes para Satanás, él sabe cómo disfrazarse.

Cristo enseñó en Mateo 15:4..9: “Porque Dios mandó diciendo: Honra a tu padre y a tu madre; y: El que maldiga al padre o a la madre, muera irremisiblemente. Pero vosotros decís: Cualquiera que diga a su padre o a su madre: Es mi ofrenda a Dios todo aquello con que pudiera ayudarte, ya no ha de honrar a su padre o a su madre. Así habéis invalidado el mandamiento de Dios por vuestra tradición. Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, cuando dijo: Este pueblo de labios me honra; Mas su corazón está lejos de mí. Pues en vano me honran, Enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres”

Jesús muestra que el mandamiento de honrar a padre y madre siempre ha incluido su cuidado y asistencia en la pobreza y la necesidad. Si esto no se cumple, el mandamiento no se mantiene. En China la religión de ellos (no cristiana) y la ley de los hombres prohíbe al hijo mayor convertirse en monje, pues se dice que está en deuda con el cuidado de sus padres en su vejez. Está aprobado tanto por Dios y las leyes mundanas que los hijos hagan un esfuerzo por mantener a sus padres.

Dios permitirá un severo castigo a los que gastan su dinero y posesiones sin dar el apoyo a los padres, a los placeres mundanos, cosas innecesarias de una vida de lujo. Es pecado si los padres ancianos tienen que sudar y buscar su pan como los menesterosos o vivir de las limosnas de la iglesia. Sería un pecado si los hijos desean ser despreocupados y gastan en la búsqueda del placer.

Los hijos deben cuidar a sus padres, si son capaces, por lo que la iglesia y el gobierno no están obligados. Estas cosas son para todos, para considerarse entre el pueblo de Dios.

Nunca han de burlarse de la mente debilitada por la edad. Tengan paciencia cuando los padres envejecen. Cuando sus padres se hacen viejos, muchos hijos hacen caso omiso de ellos, diciendo: "El viejo, la vieja hace todo mal".

A menudo sucede que las mentes de los padres se debilitan, sin embargo, los hijos deben tener cuidado de no despreciarlos y menos de avergonzarse de su discurso o reírse de sus sugerencias ingenuas.

Debemos aprender a no burlarnos de ellos, sean o no nuestros padres, incluso si son infantiles en sus pensamientos. Ellos son ancianos y el Señor quiere que sean honrados. Si su conversación carece de razón, no hay que tomarla a la ligera, sino proporcionar un buen juicio para ellos. Si esta insatisfecho debido a su razonamiento infantil, hay que entender a ellos, ya que se han convertido como niños en sus pensamientos. Ellos han pasado por alto el lado desagradable de ti, en tu infancia. Y ahora tienes el deber de pasar por alto el lado desagradable de tus padres ancianos.

No se sienta más sabio que sus padres.

Cuentan de una joven estudiante no cristiana, que venia de prepararse en el extranjero y después de mucho tiempo, vino a casa y su padre le preguntó lo que había aprendido. La hija le contestó que a su momento le mostraría. El padre se enojó y golpeó a la hija. La hija muy en calma dijo al padre: "Esto he aprendido, que dedo soportar la ira de mi padre y no estar descontenta o frustrada contra usted. He aprendido a honrarlo y respetarlo"

Si no creyentes pueden hacer esto, ¿cuánto más deben los cristianos, que son criados en la fe de Cristo, pacientemente soportar las flaquezas y deseos de sus padres? Debemos imitar a los hijos de Noé, Sem y Jafet que cubren la vergüenza de su padre.

Todo aquel que desee mejorar la vida debe tener cuidado de no faltar al respeto a su padre o tratar de engañarlos. Esto no está bien! A veces los padres no son tan tontos como se cree que son y pueden atrapar a los trucos de los hijos que le esta engañando.

Había una vez un estudiante que pensaba que era mucho más inteligente que su padre. El padre se resintió y le dijo al hijo que su educación era una pérdida de tiempo y dinero. El padre deseaba probar su educación y le preguntó lo que ahora sabía que el padre no lo sabía. El hijo le dijo que tal vez podría pensar en algo más tarde.

No paso mucho tiempo y habían para cenar, tres huevos sobre la mesa. Los puso el hijo que pensaba tomarle el pelo, para demostrarle a su padre lo que había aprendido en la escuela. El hijo le preguntó al padre que observara los cinco huevos. El padre dijo sorprendido que no podía entender cómo podía ser eso, él veía tres, pero tal vez tal vez el hijo había aprendido algunas cosas nuevas. El hijo explicó al padre que si tiene tres huevos, también tiene dos huevos. ¡Y que tres y dos son cinco!... El padre le dijo al hijo que podía comerse los dos huevos extras y que él, el padre, iba a comer los tres que estaban en la mesa. El estudiante no solo no pudo salir adelante de su padre, sino que no ceno ese día.

Existe hoy día muy poco respeto y poca conciencia de los derechos que deben gozar las personas mayores.

Es necesario que la sociedad actual entienda que "Más sabe el viejo por viejo " y devolverle al adulto mayor su dignidad, reconocer y aprovechar sus experiencias, pues aquella sociedad que no sabe darle un lugar digno y respetable a sus viejos, muy poco podrá lograr en la búsqueda de derechos para "otros miembros de su sociedad" por mucho que se esmere y aquella sociedad que no sabe darle el puesto a sus ancianos ¿Cómo puede darle su puesto a Dios?.



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