viernes, 14 de febrero de 2014

Dios No Te Ha Permitido Ser Viejo Para Que Te Sientas Inútil


Ninguno de nosotros puede decir: "Bueno, tal vez yo soy especial en la mente de Dios, pero no hay nada especial en mí que sea de valor para otros más."

¿Alguna vez has sentido así?

Hace muchos años, a consecuencia de una insuficiencia pulmonar causada por toda una vida de fumar, dijo mi padre (José): "Ahora así, ya no soy bueno para nadie!" Lloró. Yo tendría unos 35 años en ese momento y lo había visto llorar una sola vez, unos 28 años antes, el día que su madre (mi abuelita Elvira) murió.

Desde hacia algún tiempo, su actividad física era limitada, sus pulmones no se expandían y a causa de ello cualquier esfuerzo físico lo escapaba a ahogar. José, mi padre, había sido hombre fuerte, acostumbrado a trabajar duro, en su juventud fue de los que rompieron bosques para desarrollar carreteras en todo el país, ahora se sentía derrotado e inútil para sí mismo y los demás.

Para los que ya estamos viejos pregunto: ¿Quién de nosotros no ha tenido esta sensación, hasta cierto punto, en un momento u otro? Algunos son jóvenes y creen así. Para otros, la jubilación o la falta de salud pueden llevar a cabo estos sentimientos.

Hoy... cuando ya estoy viejo y suelto mis recuerdos sobre mi papá, cuando lo bendigo, me doy cuenta que mi papá no tenía idea de lo importante que era para nosotros mi madre (Maria), mi hermano (Salvador) sus nietos, en ese momento que él se sentía inútil.

Han pasado unos 27 años que Dios lo llevo a la casa celestial, ha tenido que pasar ese tiempo y he tenido que envejecer 27 años mas, para darme cuenta de su valor, aun ya viejo. Durante los días que vivimos juntos lo vi de pie en medio de la calle y decirme cuidado ahí vienen los asesinos del pueblo en mis años de lucha popular. Sostuvo nietos y nietas, los levantó en el aire con delicadeza y amor. Plantó en mi y su familia las semillas para que pudiéramos ser personas de bien, con amor al prójimo; nunca le tuvo mayor amor a las cosas, era de los que se despojaba y daba todo,  quizás por eso nunca hizo mucho dinero. Mi papá tenía dones más allá de sus raíces.

Vi a este hombre sencillo, con una educación media, que en la época de él, ya era un privilegio y de pocos recursos, hacerse muy importante para mucha gente, hasta el día de hoy, hay muchos que se recuerdan de Pepe o Pepito o Pepech, como lo llamaron bastantes.

Fue por ese José, quien me dio el entendimiento y me guió por el sendero de lo bueno y correcto, que un día pude encontrarme con Jesús, el hijo de Dios.

Ahora te puedes dar cuenta como lo hago yo, como Jesús elige, en su mayor parte, la gente más simples para servir con él. Les muestra y activa sus dones, nos guía en sus propios caminos, para que cada uno llegue a ser importante para muchos otros. Jesús es la sede del poder para seleccionar a sus discípulos, para seleccionarlo a Usted y a mi, no importando si las calles donde usted y yo vivimos sean polvorientas o flamantemente pavimentadas.

No estoy loco solo piense que: Jesús hijo de Dios nos ama y nos dice hoy “somos importantes, como Él, fue y es importante” Jesús era un hombre sencillo a sí mismo, de una familia sencilla y una especie única, en la selva virgen de las ciudades en que se desenvolvió. Tenía pocas posesiones, no se preocupo por un seguro de saludo de vida, ni por si tenia o no coche. Incluso paso momentos de estar sin hogar. Dijo que ni siquiera tenía un nido o un agujero de zorro. Pero... ¡Que importante fue aquel hombre!

Creo que Isaías 53 se refiere a Jesús cuando se lo describe de esta manera en la Nueva Versión Internacional:
“2 Creció en su presencia como vástago tierno, y como raíz de tierra seca. No tenía belleza ni majestad para atraernos a él, nada en su apariencia que le deseemos. 3 Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto. Como uno ante quien se oculta el rostro fue despreciado, y no lo estimamos”

Y, sin embargo, que importante fue Jesús.

Ahora bien, sé que no somos Jesús. Pero yo creo que él llama a cada uno de nosotros para quitarnos los sentimientos negativos, las limitaciones, las deficiencias. Para que encontremos nuestra propia estatura y ponernos a su altura. Y de esta manera hacer prevalecer nuestra importancia única con nuestros hermanos y hermanas en este mundo, todos los días. Usted es más importante de lo que cree, tal y como eres, con todos tus defectos.

No importa tu edad siembra semilla de amor, bondad, respeto, superación, etc. en las generaciones nuevas, platica con los jóvenes, aconseja a los adultos y recuerda que DIOS NO TE HA PERMITIDO SER VIEJO PARA QUE TE SIENTAS INÚTIL.

Ora y pídele a Dios algo así: Padre, gracias por haberme hecho único e importante ante usted y los hombres. Por favor, muéstrame cómo puedo expresarlo como usted quiere que lo haga en este y los venideros días. Amén

No hay comentarios:

Publicar un comentario