viernes, 10 de enero de 2014

Para Una Feliz, Saludable Y Espiritual Edad Antigua

La vejez no es algo que la sociedad tiende a ver en manera brillante y de forma positiva. Muchos de los consejos en relación con la vejez tratan de intentar no llegar a ella y pretender que la vejez es algo que no va con nosotros.

Pero la vejez es una etapa para vivirla tanto como en cualquier otro momento en el ciclo completo de la vida; es un momento en el que podemos encontrar la realización personal y la felicidad profunda. Para muchas personas, es la primera vez en sus vidas en el que tienen la oportunidad de vivir plenamente sin tener que responsabilizarse por las expectativas e ideas de otras personas que los han afectado a lo largo de la vida. Sin embargo, es crucial que no confunda la autorrealización con la mera actuación de las necesidades externas. Para ser realmente feliz, la felicidad interior debe ser cultivada y nunca es demasiado tarde para aprender. Considera lo siguiente:

1.      No nos adaptemos a los estereotipos de la edad. Si te gusta algo, hazlo. Si los problemas de salud interfieren, encuentra maneras de trabajar alrededor de ellos y hacer las cosas que te importan. Relaciónate con grupos de personas diversas, no todas de tu edad. No pienses en tu vida pasada, mira tu futuro y el plan de ella activamente. Socializar con los jóvenes que compartan sus intereses es una buena manera de mantenerse en equilibrio y evitar ser socialmente marginado.

2.      Practica principios saludables. Podría ser tentador decir que llegaste a este punto de la vida sin tener que preocuparte acerca de tus hábitos de salud, pero tu mejor estrategia para evitar largas estancias en el hospital, es cuidar de sí mismo tanto como sea posible. Atesora la salud que tienes ahora y procura:
·        Comer sano. Esto incluye el consumo de verduras crudas y frutas todos los días.
·        Evita o deja los vicios. Si no lo has hecho, ahora es el momento para dejar esas malas costumbres tales como, el exceso de alcohol, el tabaco y el comer en exceso.
·        Mantente activo. Hay variedad de deportes para el cuerpo viejo y muchos de ellos también involucran el estar alrededor de otras personas (un hermoso paisaje, si usted elige su ejercicio y la ubicación). Trata de hacer deportes como caminar, trotar y nadar, para mantener un nivel de condición física óptima.
·        Practique un pensamiento positivo.
·        Mente ocupada.  Medite, lea, investigue, estudie, juegue, etc.

3.      Trate de estar activo todos los días durante al menos media hora o una hora. Vaya caminar, trotar, nadar, bicicleta, etc. Se podría decir que, si usted suda una vez al día, la enfermedad se mantiene lejos!

4.      Cultive la felicidad. En la vejez, la felicidad interior debe ser cultivada. La vejez trae a menudo la pérdida de energía, la enfermedad, la sensación de falta de sentido y la preocupación de los problemas externos sobre los que no tiene control. En la vejez, es necesario cultivar la felicidad a través de ejercicios cotidianos que pueden mantener la salud física y fortalecer su felicidad interior.

5.      Lee tu Biblia durante una hora cada día. Hay buenos libros que le puede inspirar en el camino de la felicidad interior, todo lo que necesita hacer es elegir los que se ajustan con su propia interpretación de la espiritualidad. La lectura es el mejor entrenador para mantener una mente positiva

6.      Tener un hobby. La vida tiene propósito cuando se toman decisiones acerca de las cosas que quiere hacer y luego se hacen. Un hobby es una excelente manera de seguir estando interesado en lo que está sucediendo a tu alrededor. No importa de tipo de afición siempre que sea asequible y se practica con moderación.

7.      Pase tiempo con amigos. Usted puede encontrar amigos en Internet, en la iglesia, en los vecinos, en las organizaciones sociales o a través del trabajo voluntario. Es una buena idea reunirse regularmente con una o más personas para que se conecte y se sienta parte de un todo mayor. Pasar buenos momentos juntos y hablar. Hay un tiempo y un lugar para tratar de arreglar las cosas con la gente, pero a medida que se envejece, hay menos tiempo y algunas relaciones son simplemente destinadas a no ser. No te preocupes, busca a la gente que te llenan de alegría y felicidad y pasar tiempos con ellos

8.      El amor de un animal. Si te gustan las mascotas, asegúrate de tener uno. El amor, la comodidad y la conexión con una mascota es importante para ti en la vejez. Los animales no nos juzgan como la gente y no les importa lo que les ofreces a nuestra edad solo debes asegurarte de tenerlos bien alimentados, cuidados y amados. Elija una mascota que sea fácil de mantener y puedas manejar sin ninguna preocupación.

9.      Considere la posibilidad de hacer cosas positivas para los demás. Esto puede ser un momento de la vida donde usted está más que feliz de darle a los demás y también tiene el tiempo libre para hacerlo. Voluntariado, enseñanza o guía pueden ser buenas maneras de pasar en su experiencia, conocimientos y habilidades a los demás y a cambio, usted continúa para conectar con la gente y para recibir la alegría de saber que está ayudando a otros a aprender y que su sabiduría sea atesorada por muchos otros, tu mente se convertirá en amor.

10. Aprenda a dejar de temer a la muerte. Su fe espiritual es un medio importante para ayudar a romper con los miedos y preocupaciones que podamos tener sobre la muerte. Darse cuenta de que después de su muerte, usted va a pasar a una dimensión de la luz, paz y amor. Incluso los que no creen en una vida después de la muerte.

11. Motivarse a sí mismo todos los días. En la vejez, el pensamiento puede fácilmente llegar a ser negativo porque los caminos se encuentran y el cambio se convierte en algo que debe ser odiado. Sin embargo, el abandono es peor que morir, no querer aprender otra cosa, sin querer cambiar otra, permite la enfermedad en tu vejez y esta carecerá de la armonía y propósito.

Siempre me gusta leer anécdotas de ancianos y con una de ellas quiero terminar, tan solo reflexiónala:
Un anciano muy pobre se dedicaba a sembrar árboles de mango y alguien le dijo:
¿Cómo a su edad se dedica a plantar mangos? De seguro no vivirá lo suficiente para consumir sus frutos.

El anciano respondió apaciblemente: -Toda mi vida he comido mangos de árboles sembrados por otros.¡Que los míos den frutos para quienes me sobrevivan!

Habitamos un universo espléndido en el que todo y todos tienen algo que ofrecer. Los árboles, ríos, tierra, sol, luna y las estrellas dan.

¿De dónde, pues, esa ansiedad por tomar, recibir, amasar, juntar, acumular, sin dar nada a cambio.?

Todos podemos dar algo, por pobres que seamos. Podemos ofrecer pensamientos agradables, dulces palabras, sonrisas radiantes, conmovedoras canciones, una mano Firme y tantas otras cosas que alivian a un corazón herido.

Más que dinero, lo que el mundo necesita es AMOR... y SIMPATÍA.


Usted ¿Qué PUEDE DAR?

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