jueves, 22 de agosto de 2013

Mujer No Exista En Ti Desasosiego Por Envejecer

Inicia como inician todas las cosas, un día como otro cualquiera tu vas por la calle y de repente un adolescente te pregunta la hora dirigiéndose a ti como "señora". A partir de ese momento tu vida sufre una crisis de identidad porque no habías asumido que te estabas haciendo mayor y precisamente ha tenido que ser un joven con una simple pregunta quién te ha abierto los ojos a la realidad que tanto asusta a gran mayoría de mujeres: la madurez.

Los síntomas de envejecimiento parecen desarrollarse estrepitosamente como si nuestra primera etapa de la vida hubiera sido filmada en cámara lenta y ahora ya tuvieran prisa por terminar. Empezamos a comentar lo rápido que pasa el tiempo y decimos que hasta volando.

Pero la generación adulta actual de mujeres, tiene una ventaja sobre sus madres y abuelas y es que esta generación ha crecido con oportunidades como si se tratase de la época de rebajas. Cada día existen más oportunidades en el mundo laboral con excelentes expectativas similares a las que pudieran tener los hombres. Parece por fin que las mujeres han roto con los convencionalismos y el machismo extremo. La cirugía plástica y estética hace la madurez mucho más receptiva y lo principal, tienen y se respeta la decisión propia sobre sus vidas.

Cuantas veces vuestras madres les habrán dicho: Vuestra generación es diferente, las mujeres ya tienen control sobre su propia vida.

Y es verdad, en el mundo y en las mayorías de sociedades actuales, las mujeres deciden si quieren operarnos los senos o quitarse las feas arrugas para así poder madurar de forma más atractiva; deciden estudiar porque desean cultivarse intelectualmente y cuando llegan a lo que consideramos inicio de la madurez, desean saborear cada pequeño espacio de su vida con vitalidad, por ello no debe temerse a la menopausia ni envejecer, porque ese camino hoy puede la mujer vivirlo con plenitud eligiendo como única alternativa posible la salud.

Estos son algunos de los pensamientos de estas mujeres ya maduras:

Antes pensaba que el hecho de cumplir los 40 años era ya ser madura y en consecuencia envejecer, ahora cuando llegan a ellos, no están tan segura de eso.

La llegada de la menopausia debe verse como un segundo nacimiento. Empiece por disfrutar de no mas menstruaciones y de un posible embarazo.

En la madurez nos damos cuenta que la vida se vive demasiado aprisa sin tiempo para aprender todo lo que nos enseña. Ahora la mujer, con el inicio de esta nueva etapa en su vida, tiene la oportunidad de saborearlo como si fuera el último.

Por desgracia no todas las mujeres llegan a esta etapa con una claridad de ideas como los ejemplos anteriormente vistos; otras, por el contrario, viven la madurez con miedo y en vez de experimentar y saborear, se esconden bajo la concha lamentándose de lo rápido que ha sucedido todo.

Se acomodan a envejecer y dejan que las células que forman su cuerpo se agrieten y oxiden porque simplemente ya han cumplido los cuarenta. Las crisis se suceden unas a otras.

Entra el temor y la interrogante;¿Dónde iremos ya "viejas" y en consecuencia, poco atractivas si toda la vida la hemos utilizado para satisfacer nuestro entorno?  Este tipo de pensamientos negativos bloquea una correcta visión de las posibilidades y la poca confianza en si mismas debido a que una carente baja estima nubla su propia individualidad.

La mujer que no se prepara y acepta su envejecimiento, en esta edad suele sucumbir en la ansiedad y depresión porque son etiquetas que forman parte de una alineación cultural y generacional.

Pensemos en la cantidad de estrés que se genera debido a los cambios de la autoimagen: aparecen canas, arrugas alrededor de los ojos, se ponen flácidos los antebrazos y el cuello deja ya de ser atractivo.

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Pero tratemos de transformar ese entendimiento y ahora pensemos en lo que muchas mujeres, y probablemente Usted amiga lectora, ha ganado al cumplir los cuarenta: experiencia, elegancia, atractivo, intelectualidad y un nuevo atractivo. Cinco cualidades que creo deben tenerse muy en cuenta cuando lo único que les preocupe sea la fatídica cifra de años (40 ó más) que le hacen iniciar una depresión.

Alrededor de los cincuenta, muchas mujeres se sentirán llenas de energía para centrarse en los muchos beneficios que tienen que ofrecerles las décadas que les quedan por delante. Así muchas se empezarán a realizar plenamente como mujeres en cualquier ámbito en ese período.

Los cincuenta tienen algo de simbólico porque marcan de algún modo la mitad de nuestra existencia ya que la mayoría de las personas no espera vivir más de un siglo así es que los cincuenta son el punto de inflexión. Aun cuando la Biblia habla de ciento veinte años.

Comenzamos a pensar mucho en el pasado reflexionando sobre el sentido que ha tenido nuestra vida ya transcurrida. Es período de meditación, de reencuentro con nuestro interior. A esto se suman que nuestro entorno conocido, también madura y la muerte se ve más cercana teniendo que superar en determinadas ocasiones períodos de duelo no antes experimentados que nos provocan dolor e inquietud. Además con la salida de los hijos a formar sus hogares y a veces la viudez, tendremos que enfrentarnos a terminar el largo recorrido en soledad y eso es algo a lo que muchos de nosotros tememos porque no supimos practicar a tiempo la propia individualidad.

Los diez tipos de soledad que se relacionan con esta etapa son:
1. Echar de menos a una persona en concreto
2. Echar de menos el hecho de ser querido/a
3. Echar de menos la posibilidad de querer a las personas
4. Echar de menos una relación de amistad grande
5. Echar de menos tener a alguien en casa
6. Echar de menos compartir las tareas
7. Echar de menos la forma de vida de la gente en su hogar
8. Echar de menos la satisfacción de una buena compañía
9. Tener que intensificar las relaciones sociales
10. Problemas para hacer nuevas amistades

Si te encuentras sola y tienes más de cuarenta años y te cuesta adaptarte al hecho de envejecer, te propongo unas medidas para hacer más positiva la experiencia que te toca vivir:
·        No juzgues tus necesidades. Eso es síntoma de debilidad o de falta de autosuficiencia. Si necesitas compañía y sentirte querida, no dudes en comunicarte, en relacionarte con gente de tu edad y expresar esa necesidad tantas veces como lo requieras. Evidentemente no necesitamos de los demás como sí del alimento para sobrevivir, pero debes permitirte decidir que te guste poder compartir con otras personas.
·        No reprimas los sentimientos de tristeza que pueden invadirte de vez en cuando porque si te acostumbras a ello reprimirás los de alegría tan positivos para tu mente.
·        Acepta ser quién eres. Ama tu vida y déjala fluir libremente sin ponerle frenos. No importa la edad que tengas o cómo la sociedad te encasille. No tengas prejuicios y serás más feliz.

Después de todo, no olvides nunca que para Dios, siempre serás “la niña de sus ojos” y si necesitas platicar escríbenos a Pastor, Saúl Guevara igelrenuevo@hotmail.com o igelrenuevo@gmail.com


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