viernes, 15 de febrero de 2013

Vejez, Un Reto A Sopesar... YA (Parte 2 Continuación)



Para encontrar estos propósitos vitales, nos hará bien poner atención a las siguientes pautas:
Pertenecer: Tener un grupo de pertenencia hace que uno no esté solo frente a las circunstancias, levanta a la persona a un nivel de importancia con respecto a los demás, porque se es coimportante: no es lo mismo ni para uno ni para los demás que yo esté o no esté. Mi presencia o mi ausencia es relevante. Por otra parte, pertenecer a un grupo referencial implica tener amigos, tener pares, gozar de comunión fraternal, amar y ser amado, aceptar y ser aceptado, cuidar y ser cuidado...
·        Salmo 133: "¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía! (...) Porque allí envía Jehová bendición y vida eterna."
·        Proverbios 17:17: "En todo tiempo ama el amigo, y es como un hermano en tiempo de angustia."
·        Proverbios 18:24: "El hombre que tiene amigos ha de mostrarse amigo; y amigo hay más unido que un hermano."
·        Eclesiastés 4:9..10: "Mejores son dos que uno; porque tienen mejor paga de su trabajo. Porque si cayeren, el uno levantará a su compañero; pero ¡ay del solo! que cuando cayere, no habrá segundo que lo levante."

Dar: el dar es siempre una experiencia enriquecedora. Mucho más enriquecedora que recibir. Dar implica trasladar el foco de atención de uno mismo hacia otros. Significa salir del ensimismamiento de los propios problemas y necesidades. Es tener un objetivo que trascienda a uno mismo. Dar hace que uno tenga un objeto, hace que uno se abra al otro y supere la soledad y el egoísmo. Quien da siempre tiene una razón para vivir. Por supuesto que no estamos hablando sólo del dar material, que será muy importante si es que se tiene la posibilidad. Pero estamos hablando de otro tipo de dar. Se puede dar amor, afecto, amistad, comprensión, contención, tiempo, trabajo, ayuda, etc. Hay promesas bíblicas con respecto al dar:
·        Proverbios 11:24: "Hay quienes reparten, y les es añadido más; Y hay quienes retienen más de lo que es justo, pero vienen a pobreza."
·        Hechos 20:35: "En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir."

Servir: Hay que tomar ejemplo del Señor, que no vino para ser servido, sino para servir. El servicio es también una experiencia gratificante, que hace que la vida siga teniendo un sentido. Se puede servir de muchísimas maneras y no todas demandan grandes esfuerzos físicos. Es posible servir acompañando a alguien o simplemente haciendo un llamado telefónico... Es posible servir haciendo tareas humanitarias o tejiendo una ropita de bebé en el calor de mi hogar. El abanico del servicio es amplísimo, porque amplísimas son también las necesidades que existen a nuestro alrededor. La iglesia a la que cada uno asiste, seguramente, está llena de personas con necesidades que podrían contar contigo. O quizás exista algún programa de servicio al que uno pueda acoplarse. Probemos vivir para servir y tendremos una razón para vivir.
·        Eclesiastés 9:10: "Todo lo que te viniere a la mano para hacer, hazlo según tus fuerzas; porque en el Seol, adonde vas, no hay obra, ni trabajo, ni ciencia, ni sabiduría."

Mantenerse ocupado: El ocio continuado nunca es bueno, a ninguna edad. (El ocio siempre debe ser como recompensa por el trabajo realizado, a modo de componerse de la fatiga que este ha ocasionado). Dice un dicho popular que quien menos hace, menos quiere hacer, y esto es así realmente. El ocio genera ocio y haraganería, pero puede también, especialmente en la edad madura, generar malos pensamientos, depresión, soledad, tristeza, sentimiento de inutilidad, etc. Combatir el ocio es la mejor manera de llenar el tiempo libre que, cuando uno es mayor, es lo que le sobra. Uno puede mantenerse ocupado dando, sirviendo, teniendo amigos, pero también realizando alguna actividad placentera, de aquellas que uno siempre ha querido hacer y nunca antes ha podido, sea cuales sean los gustos y preferencias de cada uno, mientras que estén de acuerdo con la edad y no sean nocivas para el cuerpo. Las posibilidades son infinitas, sólo hay que animarse...
·        Eclesiastés 11:6: "Por la mañana siembra tu semilla, y a la tarde no dejes reposar tu mano; porque no sabes cuál es lo mejor, si esto o aquello, o si lo uno y lo otro es igualmente bueno."

Tener planes: Tener planes para la vida inmediata, hace sentir que uno tiene futuro, que la vida no se cuenta sólo para atrás. Tener metas implica tener cosas que alcanzar y tener cosas que alcanzar significa tener una razón para vivir cada día, un día más. Si esta opción se renueva cada mañana o cada noche al ir a dormir, tendremos una razón para vivir. No se trata de grandes planes. Se trata de pequeños logros, metas cortas, proyectos chicos. Esto nos mantendrá vivos. Tener planes alienta la esperanza, fomenta la confianza, desarrolla la expectativa, genera fe. Tener planes devuelve la alegría de vivir con una razón valedera.
·        Filipenses 3:12..13: "No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está adelante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús."

Cultivar la espiritualidad: Hemos dejado este tema para el final, por considerarlo desde todo punto de vista, el más importante: si la espiritualidad no se desarrolla plenamente, si no se le da el lugar que corresponde en la vida diaria, entonces ninguno de los puntos anteriores podrá desarrollarse con plenitud.

Partimos de la premisa de que el ser humano es cuerpo, alma y espíritu; consideramos al espíritu como el enlace que nos acerca y nos une a Dios, que es también espíritu. Por eso la dimensión espiritual en un ser humano es tan importante y además afecta (bien o mal) a las otras dimensiones, la física y la del alma (sentimientos, intelectualidad). De una satisfactoria vida espiritual dependerá una saludable vida emocional y física, aunque no puede decirse lo mismo para el caso inverso: no todo el que tiene salud o se siente satisfecho emocionalmente, vive una vida plena. Puede ocurrir que aun teniendo paz en estas dos áreas, sin embargo todavía se experimente un vacío existencial muy difícil de llenar. La crisis de la espiritualidad es la crisis de la modernidad. Es el hombre sin Dios, arrojado en el mundo, de que nos habla la filosofía existencialista.

El hombre fue creado cuerpo-alma-espíritu y el espíritu del hombre, por ser aquello que lo une a Dios, siempre tendrá "sed de lo trascendente", "nostalgia del paraíso", como dicen los poetas.

No se puede vivir ignorando lo espiritual: vivir sin lo espiritual, es vivir a medias.
·        Romanos 8:6: "Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz."
·        Oseas 6:3: "Y conoceremos, y proseguiremos en conocer a Jehová; como el alba está dispuesta su salida, y vendrá a nosotros como la lluvia, como la lluvia tardía y temprana a la tierra."

La opción que se nos plantea es vivir la edad madura como un almendro florecido o como una higuera estéril: una higuera estéril ya no sirve. Sus ramas se secan, su hermosura se extingue, su razón de ser ya no existe. Ya no dará fruto, ni sombra, ni abrigo. Es arrancada y quemada en el fuego.

El libro de Eclesiastés (capitulo 12) compara a la vejez con un almendro florecido, por el color blanco de sus flores, como coronando una cabeza encanecida por los años. Y es verdad que se oscurecen los que miran por las ventanas (v.3: los ojos); y se van cerrando las puertas de afuera (v.4: los oídos); y cesan las mulas (v.3: los dientes), y crecen los temores (v.5), y se perderá la fortaleza de antaño (v.5), y la alegría de vivir disminuye (v.4)...

Así es el ciclo de la vida... hay que aceptarlo y afrontarlo con paz. Depende de uno cómo decida vivirlo y depende también de uno, cómo ayude a los demás a afrontarlo. Porque una higuera estéril ya no sirve de nada, pero un almendro florecido no sólo es bello, sino que anuncia que pronto volverá a dar fruto... ¿Y es posible? Es posible, porque mientras hay vida, hay esperanza.
                       
Yo oro porque seas un almendro florecido... Aleluya.

No hay comentarios:

Publicar un comentario