viernes, 26 de septiembre de 2014

No Abandone Sus Sueños... Realícelos

Cuenta la historia bíblica que aquel hombre se presento a Josué y le dijo: "Dame, pues ahora este monte..." (Josué 14.12) Aquel hombre era Caleb y tenía 85 años de edad. ¿No estaba ya demasiado viejo para conquistar territorios e instalarse en una nueva tierra?

¡Por supuesto que no!

Él había esperado toda una vida para recibir la promesa de Dios y estaba tan deseoso de ver su sueño convertido en una realidad, como lo había estado cuando tenía 40 años y exploró la Tierra Prometida (Números Cap. 13 y 14).

Caleb le dijo a Josué: "Todavía estoy tan fuerte como el día que Moisés me envió; cual era mi fuerza entonces, tal es ahora..." (Josué 14.11). Caleb sabía cómo mantenerse joven y productivo. Tuvo que esperar años para que la bendición de Dios se materializara, pero nunca perdió la esperanza, nunca dejó de soñar y nunca puso en duda la bondad de Dios. Tenía un objetivo fijo, y ni siquiera 40 años de deambular por el desierto fueron suficientes para que eso lo desalentara o desanimara.

¿Puede usted decir lo mismo? ¿Se ha preguntado alguna vez adónde se fueron sus sueños?

Cuando Josué y Caleb exploraron la Tierra Prometida, el informe negativo dado por los otros espías parecía frustrar sus sueños. Sin embargo, Josué y Caleb se mantuvieron fieles, creyeron que regresarían, y tenían la confianza de que la próxima vez que entraran en la tierra la conquistarían. Esta verdad los mantuvo inspirados. Imagino se levantaban cada mañana, con su sueño bien presente. Son muchas las personas que temen soñar porque creen que sus sueños son demasiado grandes.

Caleb,¿Se mantendría centrado y motivado, o dejaría que su corazón estuviera agobiado con las preocupaciones de la vida? Hoy día, los consultorios de los médicos están llenos de personas que están tratando de vivir con sus sueños destrozados. Por muchas razones, han visto que sus vidas han dado un giro y ahora se preguntan qué les deparará el futuro. Están psicológicamente enfermos y tienen la necesidad de aliviar su dolor.

Josué y Caleb tuvieron que soportar agobiadoras circunstancias para llegarpoder volver al lugar que Dios les había prometido. Vieron la muerte de toda una generación de personas de las que se enfrentaron al Señor y se les negó entrar en la Tierra Prometida. Pero la Biblia no dice que haya hecho un comentario negativo. Al igual que muchas personas hoy, se reinventaron a sí mismos al aprender nuevas habilidades. Josué se convirtió en un líder y Caleb se volvió más fuerte, de modo que cuando regresó, pudo tomar posesión de la región montañosa, y no de las tierras llanas.

¿Cómo puede usted mantenerse joven y productivo, especialmente en tiempos como los que nos enfrentamos hoy? Estas son algunas maneras de hacerlo:
·       Manténgase aprendiendo. Si usted deja de aprender, comenzará a envejecer. El desaliento es una de las principales herramientas del Enemigo. Si usted se encuentra ahora en una situación difícil, pídale al Señor que le dé una promesa de esperanza.
·       Manténgase amando a Dios y a las personas. Él nos dice: "Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas" (Deuteronomio 6.5). Observe que esto incluye nuestras emociones, nuestros pensamientos y nuestro bienestar físico. Él nos bendecirá cuando nuestros corazones estén puestos en Él -lo cual implica aprender a amar a los demás y dejarnos amar por ellos. También implica perdonar a quienes nos hieran.
·       Manténgase alegre, riendo. La risa es uno de los mejores remedios para curar la tristeza, el desánimo y la desilusión. Libera sustancias químicas en el cerebro que ayudan a levantar el ánimo. Físicamente, nos relaja, y alivia la tensión y el estrés. La gente se siente naturalmente atraída por las personas cuyos rostros reflejan amor y regocijo.
·       Manténgase olvidando. Fórmese el hábito de olvidar los fracasos y las frustraciones. Las personas que están constantemente mirando hacia atrás no pueden avanzar. En vez de alimentar remordimientos por cosas que sucedieron años atrás, aprenda a vivir en el presente y a tener un gran sueño en cuanto al futuro. Dios quiere que usted aprenda de sus errores, pero también que siga avanzando.
·      
Manténgase ambicionando. El Señor puso un sueño en el corazón de Caleb y pasara lo que pasara, el sueño permanecería. ¿Hubo momentos en que su fe fue puesta a prueba? Probablemente sí. Como la mayoría de nosotros, pudo haberse preguntado si alguna vez si volvería a ver la Tierra Prometida. Pero no se dio por vencido. Usted no tiene que rendirse ante las dudas o los temores. El poder creador de nuestra mente es un don de Dios. Cuando usted deja de utilizarlo, comienza a envejecer.
·       Manténgase mirando hacia Dios. ¿Quiere que sus sueños se clarifiquen? ¿Desea tener una orientación segura? ¿Anhela usted saber más acerca de sí mismo, del Señor y de este mundo? Entonces debe alzar su mirada al cielo. Mire hacia Dios y observe las maneras como Él actúa en su vida.
·       Manténgase trabajando. Caleb nunca despertó con la idea de jubilarse. Se mantenía ágil y activo. La gente tiene todo tipo de problemas y muchos de éstos tienen que ver con las presiones del trabajo. Dios nos dio el concepto del trabajo para tener la sensación de haber logrado algo (Génesis 2:15). Él sabe que el trabajo y el ejercicio nos ayudan a mantenernos jóvenes y mentalmente alertas. Tenga una visión de lo que Dios quiere que haga, Él, le usará de maneras que nunca soñó posibles.
·       Manténgase apoyado en Dios. Si Caleb hubiera tomado la decisión de volver a la Tierra Prometida confiando en sus propias fuerzas, jamás lo habría logrado. Por saber que el Señor era la fuente de sus fuerzas, tuvo su confianza y su apoyo puestos en Él.
·       Manténgase usando un lenguaje positivo. Lo que usted dice con su boca, y lo que sus oídos oyen, queda registrado en su cerebro. El resultado final es el siguiente: su cuerpo responde de acuerdo a esto. Frases como: "Me estoy poniendo viejo", "pienso que ya no estoy para muchos trotes", son derrotistas. Todos nosotros notamos cambios físicos que indican que estamos envejeciendo, pero no tenemos que dejar que nuestra edad afecte nuestra alegría, nuestra felicidad, nuestro trabajo y nuestro ministerio. El salmista escribió: "El justo florecerá como la palmera; crecerá como cedro... Aun en la vejez fructificarán; estarán vigorosos y verdes" (Sal 92.12, 14).
·       Manténgase escuchando. Si usted desea permanecer joven y vigoroso, debe tomar la resolución de escuchar la voz de Dios. Él nos sigue hablando por medios de su Palabra. Cuando escuchamos su voz, descubrimos cosas acerca de nosotros que nadie más puede ver. Caleb mantuvo sus oídos abiertos a las órdenes de Dios.

¿Cómo lo sé? Porque al enterarse que los israelitas se pusieron en marcha para entrar a la Tierra Prometida, estuvo entre los primeros para servir. Más tarde, cuando llegó el momento de distribuir la tierra y recibir lo que le había sido prometido, dio un paso al frente, y dijo: "Dame, pues, ahora este monte... Todavía estoy tan fuerte como el día que Moisés me envió".

¿Tiene usted la misma actitud de Caleb? Usted puede tenerla, pero debe tomar la decisión de pensar positivamente y seguir aprendiendo, amando, riendo, olvidando, mirando, trabajando, apoyándose en Dios y escuchando.

El Señor le dio a Caleb un sueño. ¿Se mantendría centrado y motivado, o dejaría que su corazón estuviera agobiado con las preocupaciones de la vida?

No abandone sus sueños, no se deje derrotar, recétese a si mismo el lujo de soñar y realizar sus sueños.


Después de todo Viejos solo son los caminos.

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