Juan 11:38…44 NVI:
“Conmovido una vez más, Jesús se acercó al
sepulcro. Era una cueva cuya entrada estaba tapada con una piedra.
- Quiten la piedra —ordenó Jesús. Marta, la
hermana del difunto, objetó:
- Señor, ya debe oler mal, pues lleva cuatro
días allí.
- ¿No te dije que si crees verás la gloria de
Dios? —le contestó Jesús. Entonces quitaron la piedra. Jesús, alzando la vista,
dijo:
- Padre, te doy gracias porque me has
escuchado. Ya sabía yo que siempre me escuchas, pero lo dije por la gente que
está aquí presente, para que crean que tú me enviaste.
Dicho esto, gritó con todas sus fuerzas: -
¡Lázaro, sal fuera!
El muerto salió, con vendas en las manos y en
los pies, y el rostro cubierto con un sudario. - Quítenle las vendas y dejen
que se vaya —les dijo Jesús.”
Hemos leído y escuchado esta historia cantidad
de veces, indiscutiblemente que es un mensaje poderoso, Jesús levantó a un
muerto de hacía cuatro días, la ley romana de aquel entonces estipulada que se
declara muerta a una persona hasta tres días después de su entierro, cuando ya
estaba con claras manifestaciones de putrefacción. Así que aquel muerto, estaba
bien muerto.
¿Te imaginas haber estado allí?
Personalmente hubiese estado hecho un manojo de
nervios, pues no es cualquier cosa ver caminar a un muerto, generalmente el
predicador tiende a ponernos en el papel de Marta, de María, de Lázaro, pero
¿Alguna vez te has puesto en el lugar de los hombres que movieron la piedra?
Esta labor era propia de aquellos hombres que al
igual que hoy, pasan ganándose la vida en los cementerios, los sepultureros,
estos hombres debieron obedecer la palabra de Jesús, Jesús pide quitar la
piedra y Marta tiene una reacción lógica “Tiene cuatro días muerto”, pero Jesús
tiene una particularidad de romper los esquemas lógicos y obrar
sobrenaturalmente en tu vida, a veces pensamos que nuestra forma lógica y
racional de ver las cosas es igual a la forma de Dios, y no es así, Él va a
usar ese raciocinio humano para actuar
sobrenaturalmente.
La Biblia no nos habla de los hombres que
movieron la piedra, suponemos fueron hombres por la índole del trabajo, pero se
ha puesto a reflexionar ¿Por qué mandó a quitar la piedra?
Jesús pudo moverla el mismo, ¿Qué pretendía?,
de seguro que Él, estaba situado detrás de aquellos hombres.
Decíamos que Jesús tiene una particularidad de
romper los esquemas lógicos para obrar sobrenaturalmente en tu vida y es el
caso que para recibir tu milagro debes de moverte, de mover tu piedra, las
características de una piedra es que es grande, a veces mucho más que nosotros,
se atascan, puede hacer daño, pero no importa que tan grande sea tu piedra
debes y puedes moverla, porque solo así lograras tu milagro y de seguro que
Jesús está detrás de ti.
De seguro que te estarás diciendo: pero si no
tengo fuerzas; si ya estoy viejo; si estoy enfermo; es que no podre; es que
nadie me ayuda; oren mejor por mí; ve lo que quiere el Pastor como no es él y
en fin estarás poniendo excusas y conmiseraciones que lo único que hacen es
evitar se realice en ti, tu milagro.
Creo que aquellos hombres a quienes se les
ordeno mover la piedra deben haber dudado, temido, quedado con expectativas,
pero finalmente obedecen y mueven la piedra logrando ver el milagro.
¿Qué le pides tú a Jesús? ¿Sanidad, por tu
familia, para ti?... ¿Qué le pides?...
¿Qué le estas pidiendo a Jesús? Quizás
porque ya eres un anciano creas que no tienes nada que pedirle, pero piensa,
aprovecha… Hoy Jesús te está mandando a remover tu piedra, muchas veces tienen
nombre y apellido, incredulidad, desanimo, desesperanza, miedo, duda por
comentarios, quizás cobardía, lo que está en medio de ti y tu milagro es una
piedra, Jesús desea que tú y tu obediencia se muevan para ver la gloria de
Dios.
Dios quiere que “pongamos nuestra parte”, que
te muevas, que quites esa piedra que sabes que puedes…
Juan 11:40 “Jesús le dijo: ¿No te he dicho que,
si crees, verás la gloria de Dios?”
Lo que está en medio de nosotros como seres humanos
y el milagro que Dios quiere hacer es una piedra.
Hoy no es casualidad del que hallas leído este
artículo, no lo es, es obra de Dios que lo estés leyendo, Él está dispuesto a
obrar, a sanarte, pero te manda a remover la piedra no porque no pueda quitarla,
sino porque el obedecer mueve la gloria de Dios.
Te hablo a ti lector, sé que tienes
identificada tu piedra, deja de pensar con tu lógica humana, Jesús tiene una
particularidad de romper los esquemas lógicos y obrar sobrenaturalmente, deja
de pensar por lo que te han dicho, deja de pensar que tu enfermedad no tiene
cura, que es el fin, dejemos la incredulidad a un lado, es hora de movernos
porque el Señor va a hacer el milagro, pero debes obedecer.
Ven ponte en pie, de rodillas o como quieras,
pero muévete, habla, ora hoy con Jesús, Él quiere y está dispuesto a oírte…
¡Muévete!!!!
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