La gente parece vivir parte de sus vidas
en el pasado. Esto es mas frecuente en las personas de edad avanzada. A veces
llegamos a ser un poco críticos con aquellos que viven en el pasado. No es una
señal saludable que una persona piense constantemente de las cosas de hace
mucho tiempo atrás. Es refrescante encontrar personas mayores que son todavía
conscientes y preocupados por el presente y más aun cuando las vemos luchar por
alcanzar un mejor futuro. Pero debemos considerar que existe el peligro real,
especialmente para los que son mayores, de vivir demasiado exclusivamente en el
pasado y no prepararnos para el futuro.
Es algo maravilloso encontrar a una
persona que vive en el presente y proyecta su futuro. Una persona feliz, es la
que se da cuenta de que la vida es con ella cada minuto de cada día y que la
vive en plenitud.
Hace unos días, al salir a unos de mis
viajes a Guatemala, decidí salir con una actitud observadora hacia la
naturaleza, estábamos en el ultimo mes del año y la visión era hermosa. No sé
por qué, pero me di cuenta de la cantidad de veces que había pasado por allí
sin verlo. Ese día decidí que iba a ver, como si nunca lo hubiera visto antes y
como si nunca lo volviese a ver. Todo lo que veía tenía algo de atractivo
especial. Resolví, "Voy a vivir la vida de esa manera. Voy a vivirla como
si nunca lo he vivido antes, y como si nunca pudiera vivir de nuevo. No hay
nada malo en esa idea;. Simplemente decidí que yo voy a disfrutar de la vida en
lo que me queda de ella. Y al ver esas maravillas de la naturaleza, reconocía
lo tremendamente maravilloso que es Dios, creador de todo ello y lo importante
que es para mi, seguir sirviéndole a Él.
Muchos de nosotros cometemos el error de
vivir afanados por el mañana hasta el punto de que se pierda la percepción de
lo bello que vivimos en el momento y que es la única parte de la vida que
realmente tenemos.
Esto es más trágico porque el mañana es
incierto. En el capítulo 27 versículo 1 de Proverbios dice: "No te jactes
del día de mañana; Porque no sabes qué dará de sí el día”
Hay un pasaje en Santiago, sin embargo,
que sugiere la incertidumbre del mañana mejor que cualquier otra escritura:
Santiago 4:13..15 “¡Vamos ahora! los que decís: Hoy y mañana iremos a tal
ciudad, y estaremos allá un año, y traficaremos, y ganaremos; cuando no sabéis
lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se
aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece. En lugar de lo cual
deberíais decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello”
No es malo decir y planificar el hacer una
u otra cosa en el futuro, debemos de sujetarlo al entendimiento del significado
del "Si el Señor lo permite." “Si Dios quiere”.
Al pensar en el mañana, pensamos acerca de
esta incertidumbre. Llega una punzada de temor. No es sólo el desear que no
fuera tan incierto, pero si nos paramos a pensar un momento, nos alegraríamos
de que el mañana sea incierto. Veámoslo así: supongamos que sabemos lo que va a
suceder en todos los mañanas. Sería como leer el último capítulo de una novela
antes de leer los primeros capítulos y perderíamos gran parte del entusiasmo de
vivir. Me alegro de que Dios se revela a un día a la vez por ello nuevas son
sus misericordias cada día.
Aún más, si supiéramos la cantidad de
problemas que iban a venir, en muchos casos habría una agonía de toda la vida.
Es mejor lo que sabemos día por día, el
camino de Dios nos da la fuerza para vivir hoy y eso es todo lo que debemos
pedir. Dios nos da día con día, la fuerza necesaria para sentirnos y ser cada
mañana algo fresco y nuevo, para a hacer frente al día con nueva fuerza y
energía.
En esta incertidumbre del mañana hay al
menos una certeza. Es que una de esas mañanas la muerte nos demandará a cada
uno de nosotros. La muerte es inevitable. Lo hemos dicho una y mil veces, sin
embargo la muerte todavía viene inesperadamente.
Fue Isaías que dijo: "... toda carne
es hierba, y toda su gloria como flor del campo. La hierba se seca, y la flor
se marchita, porque el viento de Jehová sopló en ella; ciertamente como hierba
es el pueblo. Sécase la hierba, marchítase la flor; mas la palabra del Dios
nuestro permanece para siempre" Isaías 40:6, 8.
Al escribir a un grupo de cristianos,
Pedro se dirigió a ellos como "extranjeros y peregrinos." 1 Pedro
2:3. Somos peregrinos, ya que estamos aquí sólo temporalmente.
Podríamos verlo y reflexionarlo a luz de
una madre que ha llevado a su bebé de casi todo el tiempo de término, nueve
meses. Ella no sabe si será esta semana o la siguiente, pero ella si sabe lo
que viene y tiene su bolsa para llevar al hospital. Por lo tanto, usted y yo si
somos sabios en medio de este correr de la vida, debemos tener nuestras cosas
en orden y listos para ir a donde debemos marchar tarde o temprano.
Desde el capítulo 24 de Mateo, leamos unas
pocas líneas: "El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.
Pero de aquel día y hora nadie sabe, ni aun los ángeles del cielo, ni el Hijo,
sino sólo el Padre. Y como eran los días de Noé, así será la venida del Hijo
del Hombre. Porque así como en esos días que antes del diluvio estaban comiendo
y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noé entró en
el arca, y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así
será también la venida del Hijo del Hombre. Entonces serán dos hombres estarán
en el campo; el uno será tomado, y el otro será dejado: Dos mujeres estarán
moliendo en un molino; uno será tomado, y el otro será dejado. Ver pues, porque
no sabéis qué día vendrá nuestro Señor "(Mateo 24:35..42)..
El mañana es incierto y nada es más cierto
que debemos estar listos a toda hora, porque el fin de la vida, la venida de
nuestro Señor, vendrá cuando los hombres menos se lo esperan. Tenemos que
llevar una vida pura con calma. Pensar que a mi no me sucederá, es una
tontería, el hombre que razona así, es porque él confía en el mañana que no
puede tener. La única forma prudente es vivir puramente como viviríamos si
supiéramos que hoy es el último día de todos. Pero no sólo significa que
necesitamos para vivir vidas puras, limpias, este saber inevitable de la muerte
también significa que tenemos que estar ocupados, haciendo lo que queremos
hacer para el Señor.
Algunos de nosotros quizás nos desanimen
el saber y leer de estas cosas, pero mis deseos son que cuando la descubra, se
dé cuenta de que aun no es demasiado tarde. Ruego a usted, considerar y pensar.
Usted tiene las facultades de la mente, la
capacidad física, el estímulo de amigos y toda una vida de servicio por delante
de vosotros en el nombre de Cristo. Algún día mirarán como el apóstol Pablo y
decir: "He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la
fe: de ahora en adelante está guardada para mí la corona de justicia que el
Señor, juez justo, me dará en aquel día, y no me solamente, sino también a
todos los que aman su venida. "(II Timoteo 4:6..8).
El tiempo vendrá, mas yo cantare. El
momento llegara y con alegría caminare, porque ahora si sé que mi Jesús me
recibirá. Que Jesús me tiene preparada una morada y que con Él, en calles de
oro caminare.
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