Dentro de los cambios que se viven durante el
envejecimiento, nos encontramos con los cambios sociales que tienen que ver con
cambios respecto a la relación de la persona con las demás personas.
Los cambios sociales difieren de los
fisiológicos y psicológicos por ser estos dos últimos, cambios personales e
individuales. Los sociales son cambios relacionados con la interacción con las
demás personas y aunque incluyen cambios personales, se enfocan en las personas
que los rodean.
Envejecer es como escalar una gran montaña:
mientras se sube las fuerzas disminuyen, pero la mirada es más libre, la vista
más amplia y serena.
La forma en que una persona resuelva sus
problemas en la edad adulta será un buen índice de cómo luchará con ellos en
los años de la vejez. En el proceso de saber vivir la vejez cuentan las
actitudes y acciones de la sociedad en que el individuo envejece.
Aumenta la susceptibilidad a las enfermedades e
incapacidades. Se va haciendo cada vez más difícil mantener la integración
personal, así como la orientación en la sociedad. El individuo acaba
retrayéndose de las actividades. Depende mucho de los que le rodean. Si las
relaciones con otros son tirantes, el anciano busca el aislamiento y la
soledad. El temperamento puede tomarse agrio. Surge en muchos casos la mala
salud física. Los ingresos económicos pueden ser insuficientes.
El anciano no desea y mucho menos quiere ser un
estorbo.
·
Necesidad de
comunicación social
El anciano necesita comunicarse y relacionarse
con el entorno de forma verbal y no verbal, expresar deseos y opiniones y tener
pertenencia a un grupo, mantener una movilidad suficiente que le permita las
relaciones sociales, tener una imagen de sí mismo que corresponda a la realidad
y expresar sin temores su sexualidad.
·
Presencia de barreras
arquitectónicas
Las barreras arquitectónicas han sido creadas
por el hombre adulto físicamente sano y carecen de la flexibilidad necesaria
para adaptarse a otras etapas de la vida (niñez o ancianidad) o en situación de
discapacidad y/o enfermedad. Constituyen impedimentos o dificultades que
presenta el entorno construido, para las personas con movilidad y comunicación
reducida.
·
Viudez
La viudez en la tercera edad no se vuelve menos
dolorosa por estar al final de la vida, aunque sí es menos inesperada. El hecho
es que muchos de los que se casan deseando envejecer y morir juntos o en un
mismo período de tiempo, la posibilidad de poder seguir adelante sin el
“compañero de toda la vida” puede resultar difícil.
·
Problemas en la
dinámica familiar
Las relaciones entre el anciano, sus hijos y
nietos pasan por dos etapas fundamentalmente.
La primera etapa es cuando el anciano es
independiente y no tiene problemas de salud, se dedica a ayudar a los hijos, realiza
pequeñas tareas domésticas, ejerce la función de recadero y se dedica al
cuidado de los nietos.
La segunda etapa se inicia cuando aparecen los
primeros problemas de salud, se invierten las relaciones familiares. El anciano
deja de tener el mismo peso dentro de la familia y en ésta se puede generar un
sentimiento de rechazo y abandono.
·
Falta de medicamentos
Los pacientes ancianos alegan múltiples razones
para no cumplir correctamente con las recomendaciones prescritas por los
médicos. Entre las más frecuentes están el olvido, los efectos adversos,
apreciar falta de necesidad del tratamiento, no disponer de medicamentos, falta
de información acerca de la administración apropiada, porque perciben que toman
demasiados medicamentos, los creen inefectivos o por dificultad para tragar los
comprimidos.
·
Insuficientes ingresos
económicos
Al decrecer los recursos de que disponen como
consecuencia de la jubilación, también se producen cambios en sus vidas que
pueden ser responsables de desequilibrios o pobre bienestar y, además, tener
múltiples repercusiones.
·
Pobre apoyo comunitario
El apoyo familiar y comunitario tiene un fuerte
impacto en las condiciones de vida de los adultos mayores. Ese apoyo asume
diversas formas, que van desde la ayuda monetaria directa hasta los cuidados
personales en el caso de enfermedad, discapacidad o mediante el apoyo emocional
(visitas, llamadas, etc.). Ante el insuficiente apoyo de los sistemas hacia los
adultos mayores, es probable que la familia y la comunidad continúen siendo los
principales soportes del adulto mayor.
·
Insuficiente estructura
comunitaria
La atmósfera debe promover la autonomía en
lugar de la dependencia y necesita siempre acomodarse a las deficiencias del
envejecimiento normal.
·
Dificultades para la
recreación
El ocio y la recreación, en el adulto mayor,
han de entenderse y apreciarse como algo más allá de lo simplemente personal,
en cuanto al empleo del tiempo libre ha de verse más bien como una acción que
proyectada desde lo social puede crear las condiciones que faciliten la
elevación de la calidad de vida de estas personas, y contribuya al desarrollo
de estilos de vida más saludables y autónomos a esta edad.
·
Dificultades en la
adquisición de alimentos fuera de la canasta familiar
Los buenos hábitos alimenticios y una vida
saludable influirán en mejorar de manera notable, la calidad de vida del
anciano.
·
Dificultades con la
vivienda
En algunos casos los ancianos deciden vender su
casa de toda la vida, debido a que ya les resulta demasiado grande, en esos
casos se debe orientarlos para que la casa que compren reúna ciertas
condiciones que le permitan auto valerse.
·
Aspectos psicológicos y
sociales
La accesibilidad del anciano al medio físico es
la condicionante para que una persona, con dificultad en su movilización
disfrute de oportunidades similares a los demás grupos etarios.
No existe ser humano que pueda escapar de la
vejez. Hoy nuestros padres, mañana nosotros. Es ahora el momento para demostrar
el amor que debemos a esos padres, que han envejecido y que tanto nos
necesitan.
Por otro lado, la Palabra de Dios nos dice en
Gálatas 6:7 RVR1960 “No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo
que el hombre sembrare, eso también segará”
Por lo tanto, para nuestros jóvenes es el
momento de sembrar, para nuestros adultos
es el momento de cultivar, para que cuando lleguen a viejos obtengan una
buena cosecha.
NO OLVIDE: “…todo lo que el hombre sembrare,
eso también segará”
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