Iniciemos por definir lo que queremos decir con
tecnología y una definición en línea parece apropiada, www.wordreference.com lo
define como un conjunto de conocimientos específicos de un determinado oficio o
arte industrial y Dictionary.com lo define como "la rama del conocimiento
que trata de la creación y uso de medios técnicos y su interrelación con la
vida, la sociedad y el medio ambiente, basándose en temas tales como artes
industriales, ingeniería, aplicada ciencia y ciencia pura ". En resumen,
la tecnología se trata de herramientas.
Todas las herramientas, desde el primer
dispositivo que Adán utilizó para suavizar su trabajo hasta la última
actualización Windows que tuve que instalar para transmitir este artículo
permiten que la humanidad mejore la ejecución de la capacidad humana. Las
herramientas permiten a las personas hacer el tipo de cosas que ya pueden
hacer, pero hacerlo más grande, más rápido, más barato o mejor de lo que pueden
hacerlo sin la herramienta.
La tecnología es solo una herramienta, por lo
que nuestro pensamiento sobre ella debe basarse en una perspectiva reflexiva de
las herramientas, me atrevería a decir, una teología reflexiva de herramientas
y tecnología.
La definición de tecnología conlleva tres
elementos claves: creación, uso e interrelación. Con estos elementos
definitorios, observemos dos ideas relacionadas con la tecnología que merecen
una atención más profunda: novedad y disponibilidad.
Novedad: la tecnología, dentro de la
comprensión de la tecnología de la sociedad moderna, se centra en lo nuevo
provocado por lo último de la ciencia. ¿Por qué estamos tan entusiasmados y
atraídos por lo nuevo?, porque Dios nos hizo de esa manera y es bueno. Estamos
hechos a la imagen de Dios; llevamos la imagen de Él.
Una de las cosas que aprendemos acerca de Dios
es que Él es creativo y de una forma dinámica. Dios no hace cosas cualquieras.
Dios hace cosas que crecen, viven y se mueven en el tiempo, el espacio, la
historia y la historia en desarrollo de Dios y la creación.
Algo sorprendente sobre la naturaleza de las
cosas está relacionada con el hecho de que la creación no se terminó de una vez
y si no como se contesta el ¿Por qué Dios no creó el mundo actual con una sola
palabra divina? No eliminó el cosmos, sino que lo completo trabajando durante
un tiempo, revelando nuevas maravillas día a día. Y Dios reflexionó sobre lo
último y concluyó que era bueno.
No todo lo nuevo es bueno, pero lo bueno nuevo
es muy bueno. Nos invitan, nos ordenan, a crear con Dios para traer un orden
respetuoso y amoroso a este mundo. Debemos comprometernos en el esfuerzo humano
de mayordomía para cuidar de toda la creación a fin de que todas las personas y
también todas las demás, vivan cada vez más en lo que Dios tiene en mente para
el mundo.
Hoy en día de una manera muy, pero muy
singular, vivimos una aventura increíble y la tecnología nos permite hacer ese
trabajo. Como lo saben y nos enseñan los antropólogos, la fabricación de
herramientas es un aspecto esencial de lo que nos hace humanos y como
cristianos entendemos que es un aspecto esencial de lo que nos hace hijos de
Dios.
Es una ganancia triple: podemos participar en
la innovación de la tecnología (creación) y en la aplicación de esa tecnología
(uso) para hacer el bien en el mundo (interrelación).
Es indiscutible que el movimiento de la novedad
que Dios puso en marcha en la creación y en cada uno de nosotros alimenta
nuestra sana atracción por lo nuevo que experimentamos en nuestro encuentro con
la tecnología.
Disponibilidad: la mayoría de nosotros queremos
la última tecnología disponible. Por lo general, la tecnología disponible es lo
más nuevo que funciona con bastante fiabilidad y es económicamente accesible.
Estamos pendientes de ¿Cuándo estará disponible el próximo iPhone o los avances
facebook o un automóvil de conducción propia?
Pero la clave no es solo la disponibilidad de
la tecnología, sino lo disponible que nos hace. El propósito de la tecnología
es darnos más tiempo para estar disponibles para otras cosas o para hacernos
más efectivos en algún esfuerzo y así permitirnos un mayor provecho en el
mundo. La buena tecnología tiene que ver con la disponibilidad.
Podría parecer como si estuviera incursionando
en la discusión tensa y trivial entre la buena tecnología y el buen uso de la
tecnología. Si bien ese es un tema relevante, no es a lo que me refiero aquí.
Estoy tratando de llegar a usted con algo menos
obvio y más profundo como es el de desarrollar una conciencia de disponibilidad
que puede transformar nuestra relación con la tecnología, tanto colectiva como
individualmente.
La vida cristiana es una forma particular de
vida basada en una conciencia constante de la presencia de Dios y la invitación
a ser proactivos. Jesús dijo “Ciertamente les aseguro que el hijo no puede
hacer nada por su propia cuenta, sino solamente lo que ve que su padre hace,
porque cualquier cosa que hace el padre, la hace también el hijo” Jesús solo
podía hacer lo que el Padre le mostró (Juan 5:19). Vivió en disponibilidad para
el Padre, como nosotros también deberíamos hacerlo. Eso significa que todos
nuestros esfuerzos y todas las herramientas, procesos, técnicas, colaboraciones
y organizaciones que utilizamos para vivir nuestras vidas deben ser
comprometidas, para la vivencia plena de un cristianismo puro y sin manchas.
Necesitamos aprender una forma contextualizada
dentro en un marco más amplio que la situación actual, viendo una imagen más
grande de lo que se ve a simple vista. Al estar siempre un poco fuera de
nuestra situación, en realidad estamos más disponibles para estar presentes en
el actuar; este es un aspecto de la libertad que ganamos al morir a uno mismo y
vivir para Dios.
Tal disponibilidad tiene una expresión real en
nuestro encuentro con la tecnología. La tecnología es atractiva por el encanto
que Dios le ha dado a esta nueva cosa, pero también es "pegajosa", ya
que, para muchos de nosotros atrapa nuestra atención, haciéndonos tan centrados
en ella que nos volvemos menos y no más disponibles.
Puede que nos hayamos comprado tecnológicamente
algún tiempo, pero ese tiempo solo es valioso si podemos dirigir nuestro uso
desde una posición de disponibilidad.
No estoy sugiriendo que reservemos el cinco por
ciento de nuestros cerebros para alabar constantemente, "¿Qué más está
pasando?" o "¿Qué está diciendo Dios ahora?" El problema es más
que eso, tiene que ver con el punto de vista de uno, la forma de ver y
participar en todo momento.
Veamos un ejemplo. En un partido de futbol un
tipo que estaba sentado al lado está más borracho de lo que pensaba. Él también
estaba gritando más fuerte, crudamente y de manera más disonante de lo que él
creía. No tenía acceso a un grado suficiente de autoconciencia o autocontrol
para ver el impacto de sus acciones. Probablemente sea un tipo bastante decente
con menos cervezas, pero ni él ni yo pudimos reconocerlo en ese momento. Todos
perdimos algo en el proceso, estábamos distraídos.
Esa es la pregunta crucial: ¿puedes reconocer
tu grado de disponibilidad?
Dado el inmenso poder para el bien y el
increíble atractivo de las deslumbrantes y elegantes tecnologías actuales, es
fácil perder nuestra disponibilidad sin saberlo. Siempre tan sutilmente, la
tecnología se convierte en el objeto de nuestra atención, en lugar de la
herramienta de la misma. Desarrollar una conciencia de disponibilidad nos ayudará
a protegernos contra caer accidentalmente en hacer un dios de la Tecnología, en
lugar de responder al Dios de la tecnología.
Necesitamos unir los avances de la tecnología
con nuestra propia madurez creciente como creadores de tecnología, usuarios y
observadores. Quizás podamos responder mejor a ese desafío al reflexionar sobre
lo que la novedad y la disponibilidad nos tienen que decir sobre la tecnología
y su uso.
No podemos perder de vista que Dios es el Dios
de la Tecnología, porque todo lo hay en el mundo por Dios es creado y todo lo
crea Dios es bueno; entonces un hombre malo usara la herramienta (la
tecnología) mal y para mal y buen cristiano usara la herramienta (la
tecnología) bien, para el bien y para glorificar a su Dios, no olvidando que Dios Es El Dios De La Tecnología
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