He escuchado en más de una vez en alguna
predicación las frases condenatorias a la tecnología que ahora vivimos, esa crítica
con verdades a medias y las consultas que sobre el tema recibimos, nos han
motivado a escribir el presente trabajo en dos entregas, deseamos y pedimos al
Señor nos sirva de base para nuestras reflexiones, acciones y procederes y por
creerlo de suma importancia por primera vez un estudio lo publicaremos en
nuestros dos blog: “Reflexiones Con El Pastor Saúl Guevara” y “55ymás”
Como premisa estemos de acuerdo que Dios creó a
la humanidad con habilidad creativa.
Es evidente que Dios creó a la humanidad con
habilidades creativas, una habilidad que puede usarse para producir arte,
música, literatura y tecnología. De hecho, nuestra creatividad tecnológica
podría atribuirse directamente al hecho de que nosotros mismos fuimos creados a
la imagen de Dios, el Creador.
En Génesis 1:28, a la primera mujer y al hombre
se les dice que "Sean fructíferos y multiplíquense; llenen la tierra y
sométanla; dominen a los peces del mar y a las aves del cielo, y a todos los
reptiles que se arrastran por el suelo" NVI. Muchos a este versículo le
llaman el mandato cultural. El mandato de llenar la tierra no es solo un
mandato para poblar la tierra (lo que ciertamente hemos hecho como raza
humana), sino también para llenar la tierra culturalmente. Eso incluye
desarrollar tecnología incluyendo en ella la tecnología de la información.
La tecnología de la información utiliza el
ingenio humano con los recursos naturales para crear una potente máquina que
llamamos computadora.
Un computador u ordenador se compone
principalmente del software, que se refiere al conjunto de programas,
instrucciones y reglas informáticas, y el hardware que es el conjunto de los
componentes físicos de los que está hecho el equipo.
¿Qué es el hardware?
El hardware es la parte que puedes ver del
computador, es decir todos los componentes de su estructura física. La
pantalla, el teclado, la torre y el ratón hacen parte del hardware de tu
equipo.
¿Cuál es el software?
Estos son los programas informáticos que hacen
posible la realización de tareas específicas dentro de un computador. Por ejemplo: Word,
Excel, PowerPoint, los navegadores web, los juegos, los sistemas
operativos, etc.
Los seres humanos también trabajan el software
de una computadora para crear programas que pueden controlar la emisión de contaminantes
en automóviles, volar un avión, predecir el clima o el ganador de una elección,
generar fantásticas imágenes en movimiento para una película, simular
reacciones nucleares, buscar la Biblia en múltiples idiomas para palabras
específicas, revisar un documento por errores ortográficos o generar imágenes
médicas de los órganos interiores de una persona viva.
Tal creatividad humana es un producto de la
gracia de Dios.
La gran mayoría no realiza la realidad que
vivimos en que nos avocamos a un momento de generación de una nueva sociedad,
como lo fue con la invención de la imprenta que modifico y puso al alcance de
todos los conocimientos escritos; también lo fue el momento el de la máquina de
vapor que revoluciono la industria; los inicios del siglo XX que con el
automóvil y el avión revolucionan los medios de transporte y a mediados de ese
mismo siglo la entrada de la era espacial.
En el siglo XXI, en una sociedad cada vez más
tecnológica, se libra una batalla por los corazones y las mentes de la
humanidad.
Es un momento en el que enemigo utilizando a
muchos materialistas y notando triunfalmente los avances de la ciencia se
aprovecha para llenar los vacíos de nuestra comprensión de la naturaleza y
proclaman que la creencia en Dios es una superstición anticuada y que sería
mejor que lo admitamos y nos conformemos.
Existe otra contraparte como son aquellos
creyentes en Dios, convencidos de que la verdad que se deriva de la observación
interna de los pensamientos, sentimientos o actos espirituales tiene un valor
más perdurable que las verdades de otras fuentes y ven los avances de la
ciencia y tecnología como peligrosos e indignos de confianza.
Las posiciones se están endureciendo. Las voces
son cada vez más estridentes y en ese maremágnum los cristianos tenemos la
obligación de “retener lo bueno y desechar lo malo apartándonos de toda especie
de mal” Tesalonicenses 5:21…22
Entonces…
¿Le daremos la espalda a la ciencia porque se
percibe como una amenaza para Dios, abandonando toda la promesa de avanzar en
nuestra comprensión de la naturaleza y aplicarla para aliviar el sufrimiento y
el mejoramiento de la humanidad?
Alternativamente, ¿daremos la espalda a la fe,
concluyendo que la ciencia ha hecho que la vida espiritual ya no sea necesaria?
Ambas opciones son profundamente peligrosas.
Ambos niegan la verdad. Ambos disminuirán la nobleza de la humanidad. Ambos
serán devastadores para nuestro futuro. Y ambos son innecesarios.
El Dios de la Biblia es también el Dios del
genoma o sea el conjunto de los cromosomas de una célula en donde conocemos que
el genoma humano está formado por 23 pares de cromosomas. Dios puede ser
adorado en el templo o en el laboratorio, recordemos que a Dios se le adora en
todo lugar. Su creación es majestuosa, impresionante, intrincada, hermosa y no
puede estar en guerra consigo misma. Solo los humanos imperfectos podemos
comenzar tales batallas. Y solo nosotros podemos terminar con ellas.
Dejémonos de niñerías o ignorancias y pongamos
atención en este mundo actual, que rápidamente se está volviendo digital y
preguntémonos: ¿por qué Dios ha querido que viva este momento? ¿Por qué estoy
aquí?
En lo particular yo creo que estoy aquí, usando
la tecnología, para ayudar a guiar a las personas más cerca de Dios. ¡La
ciencia, la tecnología y lo Divino no tienen que ser mutuamente excluyentes! Mi
propósito es tomar Internet y las redes sociales y usarlas para ayudarlo a
encontrar su mejor yo.
Recordemos que somos hijos de Dios. Estamos
aquí para un propósito más grande, algo más grande de lo que puedas imaginar,
pero debemos admitir, participar y aplicar una teología reflexiva para
transformar nuestra relación con las herramientas y la tecnología.
Me he visto involucrado en más de una discusión
con personas de fe sobre la tecnología. Hablar de la tecnología es importante y
me gustaría hacer algunas sugerencias para este tipo de conversaciones.
CONTINUAMOS EN LA
PROXIMA SEMANA
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