Uno de los roles en la vida que solo
siendo ya mayor se puede obtener es el de ser abuelo o abuela. Luego entonces
¿qué es lo que Dios nos pone de modelo a quienes ostentan este privilegio?
Leamos: "trayendo
a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu
abuela Loida, y en tu madre Eunice, y estoy seguro que en ti también" (2 Timoteo
1:5)
Porque
la abuela de Timoteo, Loida, había sido fiel en la transferencia de la fe a su
hija Eunice y su nieto Timoteo, es que ahora tenemos y leemos Primera y Segunda
de Timoteo en la Biblia.
Ese
hecho familiar y de amor, es un excelente ejemplo generacional de la
importancia de transmitir la fe a las generaciones futuras. Loida es nuestro
precursor, es nuestro modelo de abuela para nosotros.
Muchas
mujeres a igual que los hombres se preocupan que van hacer cuando lleguen a
abuelas, pues aquí esta una respuesta, las mujeres con su amor materno que no
se merma con la edad, al contrario crece, tienen una responsabilidad en el
traspaso de la herencia familiar y sus valores.
En
ninguna parte de la Biblia, esta dice que la iglesia tiene la responsabilidad
primordial de transmitir nuestra fe a la siguiente generación, por el
contrario, deja claro que los padres y los abuelos son el principal conducto
para instruir a sus hijos acerca de Dios y de su amor por ellos.
Resulta
interesante el apreciar y reflexionar sobre este encargo directo de la Palabra
de Dios para la madre y la abuela, máxime si tomamos en cuenta la violencia que
se vive en nuestras sociedades fundamentalmente en el renglón generacional de
la juventud.
Muchas
abuelas y madres, están muy preocupadas de que sus hijos no están basando sus
vidas en los valores piadosos de Dios.
Cabe
entonces preguntarse: ¿Cómo fueron o están siendo criados?
Los
padres y los abuelos tienen un papel crucial por llenar. De acuerdo a la
Palabra de Dios, Dios quiere que los padres y abuelos se centran en la
transmisión de un legado piadoso a las próximas generaciones. Las
demostraciones de nuestro fiel caminar con el Señor y nuestras oraciones por
nuestros hijos son potentes maneras de transmitir la fe a la siguiente
generación.
El
papel de las madres misericordiosas y abuelas es comunicar su fe en Jesucristo
y orar con diligencia por sus hijos. Transmitir valores como el respeto a la
vida humana, la dignidad humana, el trabajo, la verdad, el estudio y plantear a
los jóvenes las alternativas de futuro para cada cual, de acuerdo a su
proceder.
También
debemos testificar a las generaciones futuras, el cómo Dios ha caminado con
nosotros y demostró sus milagros en nuestras vidas. Como Él provee el pan, el
techo y la vida a tiempo; Dios está esperando que nosotros le pidamos
oportunidades de cómo ser una influencia piadosa para nuestros hijos. Él nos ha
dado la responsabilidad de dar un ejemplo positivo. Debemos afectar a nuestros
hijos y nietos de un modo u otro, de una manera positiva o negativa. Por el
bien de ellos esmérese de que sea siempre positiva.
En Proverbios 27:19, leemos: " En el agua se refleja el
rostro, y en el corazón se refleja la persona" (NVI)
¿Qué
significa el reflejo de nuestra persona?
Cuando
nuestra lectura y meditación en la Palabra de Dios, marcan nuestro proceder, es
entonces que reflejamos una vida transformada a imagen de Dios. Tengamos
presente que a medida que invertimos en nuestro propio caminar con el Señor,
estamos invirtiendo espiritualmente en la vida de nuestros nietos al modelar un
ejemplo piadoso. Como modelos espirituales, podemos demostrar la realidad de
nuestra fe al caminar con Dios a través de ambas tormentas y soleados días de
nuestras vidas.
A los padres y abuelos les gusta dar regalos a sus hijos.
El mayor y más duradero regalo que podemos darles es ser personas de valores
íntegros, que afecten sus generaciones imprimiendo un sello piadoso y de
fidelidad a Dios.
Las
cosas materiales que dejamos a nuestros hijos son temporales, sin embargo,
nuestros buenos valores y ejemplos pueden tener un impacto significativo en
ellos para toda la vida. Nuestros mayores bendiciones vendrán cuando veamos a
Dios para responder a nuestras oraciones en sus vidas. Podemos morir antes de
ver la respuesta a nuestras oraciones, pero no por ello se cancelarán. Ellos
nos sobrevivirán y si hacemos bien las cosas debemos irnos seguros que nos
superaran.
Por
mi parte espero a siete meses obtener el titulo de Abuelo, de igual galardón se
titularía mi esposa Silvia, de quien me constan sus valores, resultados de los
esfuerzos de sus padres, se he esmerado con mis hijas y así lo sabrá hacer con
los nietos y nietas; tan solo esperaría el regalo de Dios de oírlos un día
decir: "Quiero tener una relación con el Señor como mi madre y mi abuela
modelaron para mí"
Espero
y estoy seguro en el Señor que un día podré decir al mundo y a Dios,
parafraseando a 3 Juan 1:4 “No tengo yo mayor gozo que este, el oír que mis
hijos y nietos andan en la verdad".
Oración:
Señor,
ayúdame a tomar el tiempo para leer y meditar en tu palabra todos los días para
así poder reflejar tu rostro en el corazón de mis hijas y nietos. Ayúdame a ser
un ejemplo piadoso, enseñándoles a vivir una vida de valores, con la
integridad, la autenticidad y seriedad que tus demandas. En el nombre de Jesús,
Amén.
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